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Organizaciones católicas denuncian a Obama por su política de anticonceptivos

Le acusan de violar su libertad religiosa por obligar a los seguros médicos a cubrir este gasto

El presidente Barack Obama fue nombrado en 2009 doctor Honoris Causa por la Universidad de Notre Dame, una de las instituciones que participa en la demanda.
El presidente Barack Obama fue nombrado en 2009 doctor Honoris Causa por la Universidad de Notre Dame, una de las instituciones que participa en la demanda.AP

Varios líderes católicos de Estados Unidos denunciaron este lunes al Gobierno de Barack Obama por el mandato aprobado a comienzos de año y que obliga a los seguros médicos a cubrir los gastos por anticonceptivos. Las diferentes instituciones alegan que la regulación viola su libertad religiosa en una nueva muestra de rechazo a la política sanitaria del presidente.

En la demanda, presentada ante 12 juzgados federales, participan un total de 43 organizaciones. Entre ellas se encuentra la Archidiócesis de Nueva York y la de Washington, una asociación Católica del Estado de Michigan, varias organizaciones de caridad de diferentes estados, así como la Universidad de Notre Dame y la Universidad Católica de América. Todas ellas habían amenazado con recurrir a la justicia si no había una rectificación en la política de anticonceptivos por parte de la Casa Blanca o del Congreso.

El pasado mes de enero, el Gobierno de Obama presentó un nuevo mandato que exigía a todas las empresas cubrir los gastos por consumo de anticonceptivos por parte de sus empleadas. El anuncio fue recibido con duras críticas entre las autoridades religiosas, que criticaron que la medida les obligaba actuar en contra de sus creencias, y desde entonces ha puesto en duda el apoyo al presidente entre la comunidad católica. Obama rectificaría a los pocos días, trasladando la obligación de pagar por los anticonceptivos a las pólizas de seguros y no a las empresas, una corrección que no ha satisfecho a las autoridades religiosas.

“Hemos intentado negociar con la Administración y con el Congreso, y seguiremos haciéndolo, pero todavía no hay una solución”, afirmó en un comunicado el Cardenal de Nueva York, Timothy Nolan, también presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos. “Se está acabando el tiempo y nuestros ministerios y nuestros derechos fundamentales siguen en vilo, así que debemos recurrir a los tribunales”.

El mandato que impuso la Casa Blanca este invierno entrará en vigor en 2013, cuando las empresas y organizaciones religiosas deban garantizar la cobertura de anticonceptivos para sus empleadas. Otras 11 organizaciones ya han presentado diferentes demandas -todas ellas dirigidas contra los Departamentos de Salud, de Trabajo y del Tesoro-, aunque ningún juez se ha pronunciado hasta el momento.

La Casa Blanca tampoco ha hecho ninguna declaración con respecto a la demanda. Obama defendió en febrero que su rectificación garantizaba que “las organizaciones religiosas no tendrían que pagar por los anticonceptivos y ninguna institución tendría que proporcionarlos de manera directa" según afirmó en una comparecencia en la Casa Blanca. "Las mujeres que trabajan en estas instituciones sí tendrán acceso a dichos tratamientos de manera gratuita -como cualquier empleada de otra empresa- y no tendrían que pagar cientos de dólares al año que podrían emplear en pagar un alquiler o en comprar alimentos”, explicó.

Sin embargo, las declaraciones del presidente no lograron calmar los ánimos ni aplacar el rechazo de la comunidad católica, un sector clave del electorado que necesitará de su lado el próximo mes de noviembre. La semana pasada, la Universidad de Georgetown -la institución educativa católica más antigua del país y que estuvo en el centro de la polémica en invierno- acogió entre duras críticas a la Secretaria de Salud, Kathleen Sebelius, quien ofrecía uno de los discursos de graduación. La Archidiócesis de Washington, en directa oposición con la política sanitaria de Obama, criticó la presencia de Sebelius como una “ofensa” contra los obispos.

La Universidad de Notre Dame también se ha unido a la demanda, a pesar de que en su momento apoyó la rectificación del presidente Obama, como “un paso positivo hacia el reconocimiento de la libertad de las instituciones religiosas para obedecer los principios que definen sus respectivas misiones”. La Universidad Católica de América, con sede en Washington, denunció también que los cambios introducidos por el Gobierno “no resuelven el dilema moral” de las organizaciones religiosas.

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