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CIENCIA

Decisión salomónica sobre la sede del mayor radiotelescopio

Sudáfrica y Australia y Nueva Zelanda compartirán el gigantesco conjunto de antenas del SKA

Ilustración del conjunto de antenas del gran radiotelescopio SKA.
Ilustración del conjunto de antenas del gran radiotelescopio SKA.SKA

Los países socios del futuro mayor radiotelescopio de la historia, por número de antenas, han tomado una decisión salomónica sobre la sede principal del nuevo y gigantesco instrumento. Tanto Australia (con Nueva Zelanda) como Sudáfrica, las dos candidaturas presentadas, albergarán sedes del conjunto de antenas, ubicado en el hemisferio sur, que mirará hacia atrás en el tiempo a cuando se formaron las primeras estrellas.

La votación en Holanda de los socios de la organización SKA -Australia, China, Italia, Holanda, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Reino Unido y Canadá- en la que se abstuvieron los países candidatos , dio por resultado la decisión, por mayoría, de la doble sede. El argumento es que técnicamente es viable y que incluso aumenta el atractivo científico de la primera etapa del SKA. “Una sede compartida también ofrece un modelo que maximizar la viabilidad financiera del proyecto a largo plazo”, explican los socios en un comunicado.

En esta primera fase del proyecto se incorporarán los radiotelescopios ASKAP (en Australia) y MeerKAT (en Sudáfrica), que se construyen como precursores del SKA. Todas las antenas de la segunda fase se ubicarán en Sudáfrica y países colaboradores, así como los conjuntos de frecuencia media. Todos los conjuntos de antenas de baja frecuencia se construirán en Australia.

Para que funcione el radiotelescopio son necesarios amplios espacios sin ruido radioeléctrico como el de las comunicaciones móviles, tanto ahora como en el futuro. También se han tenido en cuenta las características de la ionosfera y la troposfera, la temperatura de los lugares elegidos y la capacidad de conexión entre los elementos del radiotelescopio y con redes para distribuir los datos obtenidos, así como los costes previstos en infraestructuras y funcionamiento.

En el proyecto científico llevan varios años trabajando más de 70 instituciones de 20 países. Cuando se complete su construcción, que durará al menos ocho años a partir de 2016, el SKA constará de más de 3.000 antenas de unos 15 metros de diámetro cada una, que se extenderán hasta 3.000 kilómetros de distancia de la zona central. Por eso tienen que instalarse en varios países (Australia y Nueva Zelanda en una de las sedes) y países africanos en la otra. El Parlamento Europeo apoyó recientemente la colaboración astronómica con África, aunque sin mencionar explícitamente al SKA.

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