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VIDA&ARTES

Subidón de tasas sin las cuentas claras

Los nuevos criterios para fijar el precio de las matrículas causan desconcierto en la comunidad universitaria Un informe pone en duda los cálculos del Gobierno

Estimación de la contribución de los estudiantes al coste de los estudios universitarios.
Estimación de la contribución de los estudiantes al coste de los estudios universitarios.

La que se prevé como una de las más importantes subidas de la historia en el precio de las matrículas en las universidades públicas (hasta un 66% de un año para otro) está levantando una enorme polvareda. Y no solo por el hecho en sí, ciertamente polémico en tiempos de crisis, sino porque su aplicación está causando un enorme desconcierto entre las comunidades, los rectores y unos alumnos que están a punto de terminar el curso (la Selectividad ha empezado en varias autonomías) y aún no saben cuánto les costará la universidad en septiembre.

Según el real decreto de recortes educativos aprobado en abril, el precio de las tasas deberá cubrir, a partir del próximo curso, entre el 15% y el 25% del coste de los estudios y mucho más en el caso de los repetidores (del 30% y el 40% en segunda matrícula y entre el 65% y el 100% en las sucesivas). Con los másteres obligatorios para acceder a una profesión (por ejemplo, profesor), lo mismo. En el resto se pagará a partir del 40% del coste real.

Pero ¿cuál es este coste? No se sabe todavía, admite el Gobierno, por lo que, de momento, lo que existe actualmente son una serie de valoraciones heterogéneas que en la práctica cada comunidad podría concretar como mejor le parezca: desde el anuncio de la Comunidad Valenciana de que fijará el mismo precio para todos los másteres (2.500 euros) hasta Castilla y León, que trabaja para que todas las carreras cuesten lo mismo en todas las universidades de su comunidad, aunque su coste ciertamente varía.

De momento, aparte de esas horquillas fijadas en el decreto, lo que hay son los cálculos que ofreció Educación a las comunidades cuando les presentó hace unas semanas el decreto. Esto es, que un curso universitario cuesta entre 5.000 y 7.000 euros, de los que el estudiante cubre alrededor del 15% (una matrícula media de unos 1.000 euros) y que, con el aumento que proponen, la subida máxima será del 66%, es decir, 660 euros más. En todo caso, la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, admitió el pasado viernes que aún no tenían cerrados los cálculos más finos que le han pedido comunidades y rectores.

Cataluña tenderá al máximo de la horquilla, Andalucía, al mínimo

El problema de fondo es que esas cuentas están cogidas con pinzas, según distintos especialistas, que consideran que se ha empezado la casa por el tejado. Vera Sacristán, profesora de Matemática Aplicada de la Universidad Politécnica de Cataluña, alerta, por ejemplo, de que el cálculo de costes puede variar incluso de año en año, ya que hay que tener en cuenta el factor número de alumnos matriculados. “Puede resultar que una Filología Francesa con 40 alumnos resulte más cara que Medicina, que requiere de laboratorios, con 200 alumnos”. La variedad de factores a tener en cuenta a la hora de calcular los costes reales de una carrera llevó ayer al rector de la Universidad de Barcelona, Dídac Ramírez, a calificar el decreto estatal de “precipitado y débil técnicamente”.

Sacristán es una de las coordinadoras del informe presentado ayer por el Observatorio de Sistema Universitario (OSU, formado por profesores, alumnos y expertos), el cual puso en duda la cifra referente al 15% de copago de los estudiantes que ofrece el Gobierno. Según sus cálculos, los universitarios españoles pagan un 19,88% del coste de los estudios. La cifra se refiere al curso 2008-09, el último ejercicio liquidado y auditado, y discrimina entre el gasto de docencia y el de investigación y utiliza solo el primero para calcular el coste de cada plaza universitaria.

España es el sexto país europeo con las matrículas más costosas

Por comunidades, donde el copago de los estudiantes es más elevado (ver cuadro adjunto) es en Extremadura (un 29,92%), seguido de Murcia (26%) y las Islas Baleares (24,65%). En la parte baja está Cataluña (15,19%) y Cantabria (16,17%). Pero el observatorio, nacido en Cataluña, admite que estos porcentajes han variado y pone como ejemplo Cataluña, que ha aplicado estos últimos años la subida máxima permitida de los precios. Ello elevaría hasta el 21,38% la parte que costean hoy los estudiantes catalanes.

El Ministerio de Educación no hizo ayer ningún comentario sobre el informe del observatorio que pone en duda sus cálculos. Es muy probable que lo haga hoy, tras la reunión prevista con los rectores para hablar de los recortes. La Generalitat de Cataluña, en cambio, discrepa de las cifras del observatorio, ya que fija también en el 15% la aportación que realizan los estudiantes. La diferencia está en si incluye o no el gasto destinado a investigación (que supone del 33% al 40% del total, según sus cálculos), algo que la Generalitat sí ha incluido.

De hecho, las variables a tener en cuenta son interminables y todas discutibles. Según el OSU, solo la Universidad Jaume I de Castellón y la Autónoma de Barcelona (UAB) han aplicado el método de contabilidad de costes, que permite desgranar euro a euro qué cuesta cada servicio que ofrece un campus, desde los grados hasta la escuela de idiomas o el gimnasio. Estudiar un grado en la UAB cuesta de media entre 7.500 y 8.000 euros. De ese dinero, el alumno paga el 17,85%, es decir, entre 1.000 y 1.300 euros. Santiago Guerrero, gerente de este campus, admite que los cálculos están realizados “con criterios propios”, que no son exportables a otras universidades. Y es que la UAB incluye en sus gastos servicios como la red de autobuses propios que ayudan a trasladar a los estudiantes desde la estación de tren o desde municipios vecinos.

Entretanto, las comunidades están a la espera de que en los próximos días el Estado concrete cómo se va a aplicar el aumento de las tasas. De momento, algunos gobiernos autónomos ya han tomado posiciones y, mientras Comunidad Valenciana ha dicho que subirá entre el 20% y el 33%, Cataluña, ha asegurado que se acogerá a la parte alta de la horquilla (un 66% de aumento). País Vasco y La Rioja no subirán las tasas, aseguran, y Andalucía se quedará en el mínimo.

En Madrid, las seis universidades públicas de la comunidad han pedido a la Consejería de Educación que suba “lo menos posible”, sobre todo en primera y segunda matrícula, según explica Daniel Peña, rector de la Carlos III y presidente de la Cruma (Conferencia de Rectores de las Universidades en Madrid). La consejería, según Peña, les ha pedido que envíen datos de las matrículas, de los precios y de las becas para celebrar un nuevo encuentro sobre tasas.

En Castilla y León, asegura una portavoz de la Consejería de Educación, han hecho el trabajo de ir universidad por universidad calculando los costes de cada carrera y son conscientes de que los cálculos solo serán aproximaciones. “Lo que cuesta una carrera depende del número de alumnos y del número de profesores que hay en una facultad” y, en todo caso, aplicarán criterios políticos que compensan los cálculos, por ejemplo, que ninguna carrera suba más de 400 euros y que cada titulación cueste lo mismo en todas las universidades, aunque de hecho su coste real puede variar bastante.

En Canarias, con las cuentas provisionales del ministerio, calculan una subida en torno a un 40% para la primera matrícula. “Una sola asignatura en cuarta matrícula en Arquitectura —que no es raro que se dé— pasaría de costar 480 euros a 1.200 euros, como todo un curso”, enfatiza Carlos Guitián, director general de Universidades de Canarias. Guitián explica que en realidad los cálculos de ingresos extra gracias a la subida de matrículas, hechos tanto por el Gobierno central (1.760 euros) como por algunas comunidades (175 millones en Madrid o 120 millones en Cataluña), probablemente no han tenido en cuenta el efecto disuasorio de esos precios. Es decir, que la recaudación podría bajar, no solo por los que vean muy caro continuar en la universidad, sino porque los que se queden finalmente decidan matricularse de muchas menos asignaturas. Teniendo en cuenta, además, que se endurecerán los requisitos para obtener beca.

El Observatorio del Sistema Universitario pone en evidencia la complejidad y variabilidad del sistema de tasas, pero también rompe algunos tópicos, como que en España las matrículas son muy baratas. El estudio, con cifras de 2009 de la OCDE, recuerda que España es el sexto país de la Unión Europea con las matrículas más caras (1.038 euros de media). Reino Unido es donde las tasas son más elevadas (4.840 euros), mientras en varios países, como Dinamarca, Finlandia o la República Checa, donde son gratuitas. Con las nuevas tarifas, España podría escalar varias posiciones y colocarse en cuarto lugar.

El reloj corre y al Gobierno central se le acaba el tiempo para responder a las dudas sobre esta reforma de tanto calado en el sistema de precios universitarios, que tiene como reto encajar un modelo homogéneo de cálculo de costes, pero que tenga además en cuenta la realidad de los campus y las regiones. “Lo que hay que exigir en este proceso es rigor y transparencia, porque, si no, los alumnos no se van a creer nada, no habrá ningún propósito de buscar eficiencia y solo un intento de cuadrar los recortes que habrá en la financiación de los campus”, concluye el economista de la Universidad de Jaén y experto en financiación universitaria Juan Hernández Armenteros. E insiste: “Hay que exigir rigor y transparencia tanto al ministerio como a las universidades”.

Con información de Manuel Planelles, Pilar Álvarez y J. A. Aunión.

De 239 a 672 euros por una asignatura en cuarta matrícula

EZEQUIEL MOLTÓ

Un grupo de profesores del Departamento de Tecnología Informática y Computación de la Universidad de Alicante ha elaborado un simulador que permite calcular, aproximadamente y de manera orientativa, lo que supondrá la subida de tasas académicas el próximo curso en las universidades públicas, a partir de los datos parciales existentes.

Según este simulador, al que ha tenido acceso EL PAÍS, en el supuesto de que un alumno se matricule, por primera vez, de un curso completo (esto es, de 60 créditos, que son los habituales), por ejemplo, en la titulación de Enfermería ahora pagaría 1.108 euros, pero el próximo curso serán unos 1.477. Si otro alumno se matricula de 30 créditos en segunda convocatoria, de los 970 euros actuales pasaría a pagar 1.293, y si solo le quedaran 15 créditos en tercera convocatoria, de 609 euros pagará 1.293. A medida que consume las convocatorias, el precio aumenta.

En el caso de Arquitectura, una de las especialidades con mayor número de suspensos, en una primera matrícula, con 60 créditos, ahora pagaría 1.062 euros y subirá a 1.416, pero si son 20 los créditos de los que se matricula por tercera vez el precio se dispara de los 779 actuales a los 1.652. Y si es solo una asignatura, de 6 créditos, que el futuro arquitecto lleva arrastrando cuatro convocatorias pagaría de los 239 euros actuales a unos 672 euros. Otro caso llamativo es el de Químicas, donde en tercera matrícula, y por tan solo 6 créditos, pasarán a pagar de 233 a 495.

Los especialistas de la Universidad de Alicante han calculado esas cifras a partir de las medias de las horquillas que ha impuesto el ministerio, esto es, que cada alumno pasará a costear un 20% de su carrera si es de nuevo acceso, que en la segunda matrícula asumiría un 35% del coste, y en la tercera matrícula un 75%.

El nuevo rector de Alicante, Manuel Palomar, admite que es “preocupante” que los alumnos no sean conscientes de cómo les afectará esta subida, que “pone en peligro su permanencia en el sistema”. En especial a aquellos que arrastran algunas asignaturas durante varios años consecutivos o, incluso, a los que con un buen expediente sufren un accidente o problemas y están medio año desconectados del campus. En este caso, su regreso le supondrá pagar el doble para seguir estudiando.

Otro caso práctico. En Ciencias de la Educación Física y del Deporte, para una primera matrícula de 60 créditos ahora el alumno desembolsa 859 euros, pero a partir de octubre serán 1.174. En Administración y Dirección de Empresas (ADE), el alumno paga en la actualidad, por 60 créditos en primera opción, 784 euros, y pasará a 1.045 euros. Otro caso relativamente frecuente: un alumno que se matricula de 40 créditos de Magisterio de Primaria en la primera matrícula pasará de pagar 522 euros a 696, y si arrastra 10 créditos en segunda el incremento es de 228 a 304 euros, y con otros 10 créditos desde hace tres años pagaría de 287 a 609. En total si ahora pagaría 1.037 euros pasará a 1.609.

El mismo caso práctico en un alumno de Sociología comportaría que por 40 créditos nuevos pagaría de 484 euros actuales a 645, y por 10 créditos en segunda matrícula de 221 a 282 euros, y otros 10 en tercera de 266 a 564. Si sumamos las cantidades ahora desembolsaría 961 euros y el próximo año 1.491.

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