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CIENCIA

Dos científicos demuestran en animales despiertos un fenómeno de aprendizaje

Se investiga la relación entre los cambios a largo plazo en el cerebelo y los trastornos del movimiento en algunas enfermedades

El investigador Javier Márquez en su laboratorio.
El investigador Javier Márquez en su laboratorio.universidad pablo de olavide

Dos investigadores, uno español y otro belga, han demostrado en ratones despiertos que, ante un determinado estímulo, se producen cambios en la corteza del cerebelo que duran al menos 30 minutos y que arrojan luz sobre la relación entre la organización neuronal del cerebelo y el aprendizaje. El experimento es el primero que demuestra en animales en vigilia el fenómeno llamado depresión sináptica a largo plazo (LTD, por sus siglas en inglés) y su importancia radica sobre todo en el nuevo protocolo experimental que implica. Los resultados se publican en la revista PLoS One.

La comunicación y estímulo entre neuronas se reduce a consecuencia de ciertos impulsos y este fenómeno puede perdurar durante horas e incluso días. Desde que se describió en los años ochenta del siglo pasado, se acumulan los indicios de que la depresión sináptica a largo plazo es uno de los principales mecanismos asociados al aprendizaje de tareas motoras (un ejemplo es recoger y lanzar una pelota). Este fenómeno podría explicar cómo la repetición de ciertas tareas motoras induce cambios en el cerebelo y cómo estos cambios son almacenados en el mismo.

Javier Márquez Ruiz, científico de la Universidad Pablo de Olavide y coautor del estudio junto a Guy Cheron, recuerda: “El descubrimiento de la LTD ha sido clave para comprender la organización del cerebelo, así como su relación con el movimiento y el aprendizaje motor”. No obstante, a pesar de su importancia y del gran número de trabajos publicados durante las últimas tres décadas, “hasta ahora no se había demostrado su existencia en animales despiertos, poniendo en duda su verdadero valor funcional”, señala el investigador.

Los dos investigadores han comenzado a aplicar el nuevo protocolo experimental (que consiste en estímulos eléctricos repetidos en el área de los bigotes) en diversos modelos animales modificados genéticamente, los cuales permiten reproducir patologías humanas. De este modo, se espera establecer una relación entre las posibles alteraciones en los cambios a largo plazo en el cerebelo y los trastornos del movimiento observados en patologías como la ataxia cerebelosa, con alteraciones en los movimientos automáticos o en el equilibro, o el síndrome de Angelman, enfermedad neurodegenerativa que se caracteriza, entre otros factores, por una escasa coordinación motriz.

 

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