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La ciencia sí hace Europa

Miles de científicos de 34 países colaboran y compiten en el CERN, tras una inversión de 6.000 millones

La primera gran institución que creó Europa tras la II Guerra Mundial fue el CERN, el laboratorio europeo de partículas. Fue en 1954 cuando nació en Ginebra lo que hoy es un raro ejemplo de cooperación internacional, un lugar en el que miles de científicos de 34 países cooperan y compiten a la vez. Fundado por 12 países europeos, tiene hoy 20 miembros y trabajan allí científicos de casi todo el mundo. “El CERN ha pasado de ser europeo a global”, destaca Carlos Pajares, hasta hace poco delegado español en el CERN. Turquía e Israel han pedido ser miembros y todas las potencias o tienen estatus de observador o tienen programas de colaboración.

El hallazgo de la partícula consistente con el bosón de Higgs ha sido posible gracias a una inversión de unos 6.000 millones en el Gran Colisionador de Hadrones: una de las instalaciones científicas más caras, instalada en un túnel de 27 kilómetros entre Francia y Suiza, que comenzó a montarse en 1998.

El primer gran proyecto europeo tras la II Guerra Mundial fue el CERN

“La cooperación del CERN se estudia en todas las escuelas de negocios. Cualquiera que vaya allí verá un grupo de jóvenes en los que no importa de qué país viene cada uno. Es ejemplar”, según Pajares. “En el CERN las nacionalidades se diluyen”, coincide Mario Martínez, del Instituto de Física de Altas Energías de Cataluña.

“La cooperación del CERN se estudia en todas las escuelas de negocios"

Los socios contribuyen al presupuesto de la instalación en función de su PIB. Pajares destaca que hasta Irlanda y Portugal se esfuerzan para abonar la cuota. España va con retraso. La aportación española al CERN era de 80 millones en 2011 y se presupuestaron 53. Pero solo abonó la mitad de esa cantidad. Para 2012, la partida asciende a 63 millones, por debajo de lo que le toca a España.

Isidro González, de la Universidad de Oviedo, destaca la cantidad de científicos españoles involucrados, no solo en el CERN, sino directamente en la búsqueda del Higgs. “Solo en el CMS, uno de los dos experimentos que ha presentado resultados, habrá unas 20 personas, del Ciemat, la Autónoma de Madrid, el Instituto de Física de Cantabria (IFCA) y la Universidad de Oviedo, participando directamente en el análisis del Higgs”. González explica que siguió con sorpresa los rumores sobre un posible anuncio inminente: “El último dato registrado es de hace 15 días. Ha habido que trabajarlo y hasta hace 24 horas no sabíamos si íbamos a poder dar 5 sigmas”, la medida de significación estadística.

En el CERN nació casi por casualidad Internet

Sobre la utilidad del hallazgo, los científicos destacan que cuando se abre un campo científico no siempre es inmediata la aplicación. Pajares recuerda la anécdota del ministro británico que le preguntó a Faraday para qué servía su investigación: “No lo sé, pero seguro que sus sucesores van a cobrar impuestos por esto”.

La prueba es que fue en el CERN, y casi de forma periférica, donde en 1989 unos tipos diseñaron algo llamado World Wide Web.

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