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VIDA & ARTES

Que viajen ellos

El llamamiento de Soria a elegir destinos 'patrióticos' sorprende en un país receptor de turismo Se busca fuera lo que no está en casa

Alejandra Agudo

La Torre Eiffel está en París y para verla en persona hay que viajar a Francia. Es una lección básica en la carrera de Turismo: el consumo turístico solo se puede dar donde está el recurso. Los expertos coinciden en que España tiene un excelente patrimonio, y estupendas playas, pero cuando se viaja fuera se busca lo que no hay en casa: desde conocer otras culturas, gastronomía exótica o ver monumentos y museos que solo se pueden disfrutar fuera de las fronteras nacionales. Por eso, la recomendación que ha lanzado esta semana el ministro de Industria y Turismo, José Manuel Soria, para que los españoles pasen sus vacaciones “siempre” en España, “no tiene lógica”, según Juan Ignacio Pulido, presidente de la Asociación Española de Expertos Científicos de Turismo (Aecit) y profesor de Economía del Turismo en la Universidad de Jaén.

Para Soria una de las causas que contribuye a la caída del turismo interno es que los españoles optan por lugares recónditos llenos de “mosquitos”. Pero Pulido no cree que tal afirmación esté fundamentada. “Buena parte del turista español se queda aquí”, precisa, “el porcentaje de personas que se van fuera no es tan alto”. Desde Globalia, grupo turístico formado por empresas como Halcón Viajes, confirman que la proporción de demanda de viaje nacional con respecto al internacional “es parecida a la de otros años”.

El turismo nacional ha caído, es la primera vez que lo hace desde que empezó la crisis. Los datos de la ocupación hotelera en Comunidad Valenciana, uno de los principales destinos internos, así lo revelan. Como ejemplo, la ciudad de Benidorm: en la primera quincena de julio recibió a un 7% menos de turistas españoles. En la segunda quincena el descenso fue del 4%. La bajada de la demanda interna la compensa el ascenso de la llegada de extranjeros, que proceden en gran medida del norte de Europa. Los británicos suponen el 36,7% de la cuota de mercado en la región y han aumentado un 12% el número de pernoctaciones respecto a la segunda quincena de 2011.

Esto podría no haber sido así si los ciudadanos al norte del Canal de la Mancha hubieran seguido los consejos de un anuncio protagonizado por grandes estrellas de la pantalla como Stephen Fry, Rupert Grint, Michelle Dockery y Julie Walters. En el spot, los actores invitaban a los británicos a quedarse en su tierra este verano, a disfrutar de sus paisajes verdes, su té y su cultura. El mismo mensaje que Soria, y con el mismo objetivo de reforzar la alicaída demanda interna. Pero los turistas británicos, alemanes y nórdicos, los que están compensando la caída del consumo interno, los que ocupan en gran medida los hoteles de la costa española y se ponen morenos en sus playas, buscan algo que sus países no tienen: sol garantizado durante todas las vacaciones y playa.

También un anuncio británico anima a veranear en las islas

La misma lógica de consumo sigue el turista español que decide cogerse un vuelo a cualquier parte del mundo. El que se va normalmente no busca algo que pudiera encontrar en España. “Busca otras cosas”, explica el Pulido. “Conocer otras culturas, otras formas de vida distintas, otro tipo de playas”.

Estos son los principales argumentos que aducen los clientes de la agencia de viajes exóticos Mundoexplora. “Buscan safaris en África”, afirman fuentes de la compañía. Japón ha sido uno de los destinos más solicitados este año en esta empresa. “Nuestros viajeros nos dicen que quieren conocer su cultura y tener nuevas experiencias”, añaden. Y sobre todo, organizan grandes expediciones de montaña a picos conocidos como el Everest, el Mont Blanc o el Kilimanjaro. En este caso el aventurero tiene que ir a la montaña, al revés, no se puede.

Pero el ministro de Industria y Turismo aseveró que muchos españoles salen del país en busca de sol y playa. Aunque no comparte esta afirmación, Pulido opina que pedirle al turista un esfuerzo de solidaridad en una cuestión tan personal como las vacaciones “no tiene sentido”. La escritora y reconocida viajera Marta Rivera no cree que el ministro —“aunque tenga buena intención”— deba organizar el tiempo de ocio de los viajeros. “Es legítimo que haya gente que para desconectar quiera cambiar de idioma, cultura y costumbres”, dice.

El turista español, si el bolsillo se lo permite, quiere que sus días de descanso le proporcionen un determinado tipo de experiencias. El estudio de la touroperadora Kuoni ¿Cómo son los españoles cuando van de viaje? (para el que realizaron 1.000 entrevistas) revela que un 71% de los encuestados buscaba experimentar la vida en otro país, la misma proporción quería visitar lugares bonitos y un 56% deseaba experiencias culturales distintas. En España hay parajes bellos, pero la cultura y las costumbres de otra nación solo se pueden observar fuera de las fronteras patrias. “No podré disfrutar de Machu Picchu si no voy a Perú”, resume Pulido.

El turista que busque sol y playa puede encontrar un buen destino en España. Pero para Pulido ese viajero no es el que se está yendo fuera. Las ventajas de quedarse en casa son conocidas por todos, opina el experto. “La oferta de ocio diurno y nocturno a la que puede acceder y de manera segura es más extensa”, explica, mientras que en un hotel del Caribe “todo incluido” esa movilidad se ve reducida al complejo turístico y alguna escapada en autobús. Pese a que Soria dejara entrever que los españoles salen fuera a consumir lo que tienen en su tierra, el cliente sigue una lógica de consumo. Así lo cree Pulido: “Quien se quiera ir a ver un pueblo no se va a ir al extranjero”.

Pero hay otros componentes que influyen en que un turista decida viajar al extranjero, según el experto: “Tiene la posibilidad de disfrutar de España en cualquier momento que no sea en sus vacaciones”. “Es lógico que en el periodo vacacional más largo quiera encontrar fuera cosas distintas”. España es un destino más apropiado para viajes cortos. “Puedes hacer escapadas interesantes de 36 horas”, opina Rivera, “pero cuando se tiene más tiempo, es normal que la gente salga fuera”. La escritora reconoce que le encanta conocer ciudades. Este año se va a Estambul, pero su preferida es Chicago. “Su urbanismo es impresionante, es un ejemplo de organización. No creo que en España o en Europa haya ninguna urbe igual”, afirma. Pero uno de los lugares que más le ha impresionado en sus numerosos viajes, son unos jardines a 200 kilómetros de Shanghái (China). “Merecen la pena las 12 horas de avión solo por verlos”, aduce. Que en las vacaciones de verano se opte por viajes al extranjero tiene una explicación: mientras que en un fin de semana se puede visitar un destino en España, para un trayecto largo las agencias recomiendan un mínimo de 12 días fuera. Y tanto tiempo solo se tiene en verano.

A veces puede salir más caro quedarse que visitar un destino exótico

Pero hay quienes quieren salir y no pueden. Ni siquiera en el territorio nacional. La tasa de paro del 24,63% y la incertidumbre económica han provocado que muchos españoles hayan decidido quedarse en casa. Literalmente. Según los barómetros elaborados por los Ayuntamientos de Madrid y Barcelona, la mitad de los madrileños y el 35% de los barceloneses no saldrán de la urbe este verano. El consistorio de la capital catalana ha iniciado una campaña para incentivar el turismo urbano. Quienes permanezcan en la ciudad podrán visitar hasta el 15 de septiembre algunos edificios y espacios modernistas emblemáticos con un ahorro del 50% en el precio de las entradas.

El desempleo, la prima de riesgo por las nubes, la inestabilidad laboral, en resumen, la coyuntura económica frena a los españoles a la hora de contratar grandes viajes dentro o fuera de España. Así lo confirma Domènec Biosca, presidente de la Asociación de Expertos en Turismo. “El turismo cae por un motivo fundamental: la gente tiene menos dinero”, afirma.

El español no renuncia a sus vacaciones, según Biosca, pero sí recorta el presupuesto. También lo confirma un estudio del Observatorio del Consumo de la Escuela de Negocios ESADE, que revela que el 25% de los viajeros quiere gastarse este 2012 la mitad que el año pasado; otro 25% estudia las ofertas de última hora para ahorrar al máximo; y el 50% restante son los que pueden permitirse ciertos lujos como grandes viajes. “Muchos buscan buen precio dentro del destino que previamente habían pensado, ya sea en la Península o en el extranjero”, afirman desde Globalia. “Por eso la gente, si puede, limita el número de días para que el viaje le salga más económico”, añaden desde la operadora.

Pero en sus afirmaciones, el ministro Soria, señalaba que el problema no está en la falta de recursos, sino en que a los españoles les gusta veranear fuera en busca de sol y playa. Hay quienes afirman, sin embargo, que no es por gusto, sino por ahorro, por lo que la gente viaja al extranjero. ¿Sale más barato un viaje fuera de España que dentro? La escritora Marta Rivera cree que, a veces, sí. “Quedarse en España no es gastar menos necesariamente”, dice. Ella misma lo ha comprobado este año: le ha salido más caro pasar unos días en Sanxenxo (Pontevedra) que en un hotel de lujo en Estambul.

Una búsqueda sencilla en la página web de ofertas de última hora muchoviaje.com ayuda a despejar las dudas. Si una pareja partiera hoy rumbo a Benidorm a pasar siete noches en un hotel, les costaría 575 euros el más barato, de una estrella. El más económico de tres estrellas saldría por 600 euros. Mientras que si el viaje tuviera como destino Túnez, pernoctar una semana en un establecimiento de semejantes características (tres estrellas) costaría 286 euros. Los dos precios excluyen el desplazamiento. Pero también están los vuelos baratos...

En momentos de crisis, muchos se quedan en casa y los que se van miran más que nunca la factura. Donde sea.

Más del 10% del PIB

La primera industria nacional es el turismo, que genera algo más del 10% del PIB. En 2011 su aportación a la riqueza española fue de un 10,2% y su crecimiento (del 2,6% respecto a 2010) superó cuatro veces al crecimiento global de la economía, según las mayores empresas del sector agrupadas en torno a Exceltur, que destaca que fue el único sector capaz de generar empleo, en concreto 17.000 puestos de trabajo.

De los más de 100.000 millones de euros anuales que ingresa esta industria, la mitad procede de los turistas extranjeros que visitan el país (casi 57 millones el año pasado) y otro tanto de los viajes de los españoles, según los empresarios. Pero los nacionales aportan mayor rentabilidad a las empresas, reconoce Meliá Hotels International, la primera cadena hotelera española.

Británicos, alemanes, franceses e italianos son los principales clientes de España, que en el primer semestre de 2012 ha recibido 25,1 millones de visitantes, un 2,9% más que en el mismo periodo del año pasado. Pero los turistas rusos y de los países nórdicos son los que mayor crecimiento experimentan.

Los españoles realizaron 160 millones de viajes en 2011, un 1,7% más que el año anterior. Cerca del 92% fueron internos. El pasado mes de junio solo el 6% de los viajes de los nacionales fueron al extranjero, según el Instituto de Estudios Turísticos.

Hasta el pasado mes de junio, el turismo ocupaba a 2,1 millones de trabajadores, una cifra que se ha reducido un 3,9% respecto al primer semestre de 2011, según la encuesta de población activa del Instituto Nacional de Estadística.

La demanda turística se concentra en el alojamiento, que representa un 16,5% del gasto si es hotelero y cerca de un 10,5% si es inmobiliario (en propiedad o en alquiler). La restauración supone el 24% de la demanda total, en tanto que el transporte es el 16,5%.

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Sobre la firma

Alejandra Agudo
Reportera de EL PAÍS especializada en desarrollo sostenible (derechos de las mujeres y pobreza extrema), ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Miembro de la Junta Directiva de Reporteros Sin Fronteras. Antes trabajó en la radio, revistas de información local, económica y el Tercer Sector. Licenciada en periodismo por la UCM

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