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El padre Ángel celebra 50 años de Mensajeros de la Paz

La organización trabaja entre los pobres de medio centenar de países y mueve a miles de voluntarios y trabajadores

Ángel García, en una fotografía de archivo tomada en 2007.
Ángel García, en una fotografía de archivo tomada en 2007.Gorka Lejarcegi

Cincuenta años juntos, ya. El padre Ángel García y Mensajeros de la Paz están de aniversario. Ayer lo celebraron por todo lo alto, sin que faltasen pompas y enhorabuenas por boca de poderosos. Su ingente tarea de ayudar a los demás, sobre todo a los muy pobres, salva la cara a una Iglesia católica cuya imagen de poder y opulencia contradice las radicales palabras de su fundador Jesús. El padre Ángel, como se le conoce en todo el mundo, sin necesidad de otros adjetivos, es uno de esos hombres providenciales, a la manera del catalán Vicente Ferrer o la macedonia madre Teresa. El padre Ángel García (Mieres. Asturias. 1937) no les desmerece. Ahora celebra el medio siglo de una organización que ya trabaja entre los pobres de medio centenar de países y mueve a miles de voluntarios y trabajadores en nómina.

Una misa de acción de gracias en la Iglesia de san Jerónimo el Real de Madrid abrió la jornada, presidida por el Padre Ángel y a su lado, los obispos Lorenzo (Astorga), Juárez (El Alto. Bolivia); y el titular de El Cairo-Alejandría (Egipto). En el presbiterio, pero sin concelebrar, estaban Carlos López, obispo anglicano de Madrid, y decenas de sacerdotes españoles y extranjeros, entre otros, un pastor luterano alemán y un cura católico de Ammán (Jordania).

En presencia de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella; la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril y de varios diplomáticos y embajadores, la iglesia de los ricos de Madrid oyó la voz de quienes se ocupan de los más pobres, incluido el toque proletario y asturiano del coro minero de Turón, con cascos blancos y lámparas de su oficio. A los cantos propios de una eucaristía, sumaron la Salve en honor de la Santina de Covadonga.

Fue el cardenal Vicente Enrique y Tarancón, entonces arzobispo de Oviedo, quien autorizó en 1962 a dos curas recién ordenados (Ángel García y Ángel Silva) la creación de Mensajeros de la Paz. Ayer lo recordó el padre Ángel en una homilía que pronunció “feliz y emocionado”. El resto de la predicación fue para los agradecimientos, primero a los Reyes, especialmente a la Reina Sofía (“a la que vimos acariciar y besar a los niños pobres”); también a los políticos, desde Felipe González, Suárez y Rajoy, pasando por Aznar y Zapatero. No olvidó tampoco a quienes denominó “iconos de la solidaridad”, los citados madre Teresa de Calcuta y Vicente Ferrer en la India, y al teólogo laico Enrique Miret Magdalena.

Hubo también agradecimientos a los arzobispos de Oviedo que sucedieron a Tarancón (Díaz-Merchán, Osoro y Sanz), y para los más de 70 prelados que mandaron su adhesión al acto de ayer. Pero las palabras del padre Ángel resaltaron sobre todo las gracias “a todas las personas buenas, que Dios puso en nuestro camino, voluntarios y colaboradores, educadores y trabajadores”.

“Con nuestras luces y sombras, a lo largo de estos 50 años siempre hemos estado donde más hacía falta.Hemos querido ser mensajeros de la vida, de la luz y del amor. Hemos intentado pasar por la vida haciendo el bien. Dejadme, pues, deciros que os quiero. Y que Dios os bendiga a todos", concluyó el fundador y presidente de Mensajeros de la Paz.

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