Baumgartner se retira
El paracaidista austríaco, que el pasado domingo realizó un salto de caída libre desde 39 kilómetros de altura estableciendo tres nuevos récords, quiere llevar una vida más tranquila
Ha saltado desde la estratosfera, volado a través del Canal de la Mancha y puesto en peligro su vida en múltiples ocasiones. El paracaidista austríaco Félix Baumgartner, que el pasado domingo se convirtió en el primer hombre en sobrepasar la barrera del sonido sin ayuda mecánica, ha anunciado su retirada del deporte extremo. Quiere una vida más tranquila por lo busca dedicarse a pilotar helicópteros de rescate.
“Me retiro del deporte extremo”, ha declarado el austríaco de 43 años que ha asegurado que le gustaría encontrar “un trabajo decente como piloto de helicópteros de rescate. Trabajar medio año en los Alpes y medio año en California, luchando contra el fuego y rescatando gente”
En una entrevista que recoge la radiotelevisión pública de Austria, el saltador ha indicado que se ha dedicado siempre "al deporte extremo" pero, a sus 43 años quiere llevar una vida “mas tranquila” en donde, según ha apuntado “no haya correos electrónicos, ni llamadas telefónicas”. Baumgartner tenía programadas unas 40 entrevistas este lunes, según ha explicado el ente austríaco. Lo tendrá complicado ya que publicará en marzo del próximo año un libro en el que narra sus hazañas, según anunciara una editorial alemana.
Baumgartner, que el domingo realizó un salto de caída libre desde 39 kilómetros de altura, ha establecido tres nuevos récords. La expectación fue máxima. Unas 150 cadenas de televisión, entre ellas la española Teledeporte, retransmitieron el salto, además de EL PAÍS y Youtube, que lo emitieron en directo. Más de ocho millones de personas vieron en directo en Youtube cómo Baumgartner se lanzaba al vacío y aceleraba hasta los 1.342 kilómetros por hora para luego descender en paracaídas sobre el desierto de Nuevo México (EEUU).
Pero este antiguo instructor de paracaidismo en los comandos de elite del Ejército austríaco ya se había lanzado al vacío desde los 509 metros del Taipei 101, el edificio más alto del planeta en 2007 o desde la estatua del monumento Cristo Redentor en Río de Janeiro, Brasil. Además fue el primero en cruzar el Canal de la Mancha en caída libre.
