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Solo el 7% de los criados en hogares con escasez logra una vida holgada

Los hijos de padres con escasa formación académica tienen doble riesgo de caer en la pobreza

El nivel de estudios de los padres es un factor determinante para los hijos.
El nivel de estudios de los padres es un factor determinante para los hijos.Claudio Alvarez

La Encuesta de Condiciones de Vida que realiza la Unión Europea dedica en su informe de 2011 un apartado específico a comparar la situación socioeconómica de los hogares cuando los encuestados —de entre 25 y 59 años— eran adolescentes y la que tienen en la actualidad. Y las conclusiones a las que llega no son nada alentadoras, según el extracto publicado ayer por el INE.

De los adultos que crecieron en hogares españoles en los que había dificultad o mucha dificultad para llegar a fin de mes, el 49% sigue viviendo en la actualidad en estas circunstancias, mientras que solo un 7,3% logra llegar a fin de mes con facilidad o mucha facilidad.

El 29% de los que crecieron en hogares con dificultades forman parte ahora de la población considerada en riesgo de pobreza. En cambio, dicho riesgo afecta solo al 13,5% de los que crecieron en familias con una situación económica desahogada.

En situación de desahogo económico se encuentra el 23,4% de los adultos que pertenecían a hogares que llegaban a fin de mes con difidultades. El porcentaje alcanza el 44,7% cuando se analiza a aquellos que crecieron en hogares en los que se llegaba a fin de mes con facilidad o mucha facilidad.

La igualdad de oportunidades tiene pues un largo camino por recorrer a juzgar por los datos de un estudio que, además, pone de relieve que el nivel de formación educativa de los padres juega un papel determinante en las perspectivas de bienestar futuro de sus hijos. El 21,3% de los encuestados cuyo padre tenía educación secundaria de primera etapa o inferior está en estos momentos en riesgo de pobreza. El porcentaje duplica al de aquellos en riesgo de pobreza cuyo padre tenía estudios superiores (10,7%).

El estudio pone de relieve otra consecuencia clara y previsible en materia educativa: de los adultos que crecieron en hogares con dificultades para llegar a fin de mes, un 32,1% tiene educación primaria o inferior mientras que un 18,9% ha conseguido tener una educación superior. El porcentaje cambia notablemente en los adultos que crecieron en hogares que llegaban a fin de mes con facilidad o mucha facilidad: un 7,9% tiene solo educación primaria o inferior, mientras que un 47,2% tiene educación superior.

Otro factor con incidencia clara en las perspectivas futuras del adolescente es el número de menores que viven en el hogar. El 28,8% de los que vivían en hogares en los que había cinco o más menores se encuentra en una situación de riesgo de pobreza. Este porcentaje se reduce considerablemente en el caso de hogares con un único menor (19,1%).

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