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Los médicos privados ‘firmarán’ con un código de barras

El nuevo sistema de recetas privadas se informatiza para evitar la falsificación Los enfermos crónicos podrán usar la misma prescripción durante tres meses sin ir a consulta

Modelo de una nueva receta privada del Colegio de médicos de Extremadura.
Modelo de una nueva receta privada del Colegio de médicos de Extremadura.

A partir del próximo día 21, los médicos que ejercen de forma privada firmarán sus recetas con un código de barras con información del facultativo, del medicamento y del paciente. Este código figurará en las recetas que de momento se seguirán emitiendo en papel, según ha informado esta mañana la Organización Médica Colegial, que agrupa a los colegios profesionales. Los profesionales privados se suman así a la homogeneización de las prescripciones aprobada por el Ministerio de Sanidad en 2010.

Para entregar el medicamento, las farmacias podrán leer el código de barras un número limitado veces. Después, como si se tratara de un billete de tren usado, la prescripción perderá su valor. La receta será válida durante diez días, con la novedad de que el médico podrá incluir en un solo papel tantas dispensaciones como crea oportunas durante un periodo máximo de tres meses, lo que evitará a enfermos crónicos tener que asistir a consulta solo para obtener la receta.

El presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Juan José Rodríguez Sendín, que ha presentado esta mañana la receta, prevé que durante los próximos tres meses convivan los dos modelos de prescripción, pero ha asegurado que en octubre la garantía del médico, podólogo u odontólogo –el código de barras incluirá su especialidad, su centro de trabajo y una forma de contacto– será obligatoria en toda Europa según la normativa comunitaria. Cada receta costará alrededor de un céntimo de euro que asumirán los colegios.

Para poder comprobar la autenticidad de la receta, la OMC ha creado una plataforma tecnológica que genera un código de verificación para cada ejemplar con el que se podrá consultar el estado de la prescripción. Para preservar su privacidad, el farmacéutico seguirá sin tener acceso al historial clínico del paciente a la hora de dispensarle la medicación, aunque con este sistema de control, tendrá la garantía de que el doctor sí lo ha hecho.

Las prescripciones tendrán un formato homogéneo en todo el territorio nacional, aunque ya no será necesario que se impriman sobre un tipo de papel específico para que sean oficiales. "Ha quedado demostrado que la forma de prescribir no falsificable no se logra con el papel, sino con un código de barras, porque una vez leído ya no se puede volver a utilizar", ha asegurado Pedro Hidalgo, presidente del Colegio de Médicos de Badajoz. 

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