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Un niño de 12 años declarado culpable de matar a su padre neonazi en EE UU

Joseph Hall asesinó a su progenitor, Jeffrey, de un disparo en la cabeza en 2011, cuando tenía 10 años. La juez falla que el menor sabía lo que estaba haciendo

Carolina García
Jeff Hall era un miembro de la Movimiento Nacional Socialista de EE UU.
Jeff Hall era un miembro de la Movimiento Nacional Socialista de EE UU.Associated Press/Sandy Huffaker

Una juez californiana ha declarado esta semana culpable de asesinato en segundo grado a un niño de 12 años, Joseph Hall, por matar cuando tenía 10 a su padre, Jeffrey Hall, de 32. El argumento principal de la sentencia ha sido "que el menor sabía lo que hacía cuando disparó a su progenitor, de ideología neonazi, en la cabeza en mayo de 2011". Tras esta sentencia, el menor podría enfrentarse a estar bajo custodia estatal hasta la edad de 23 años. Según la documentación, el joven Hall habría perpetrado el asesinato para evitar que su padre se separara de su madrastra. En su sentencia, la juez, Jean Leonard, ha tenido en cuenta la edad del niño, su percepción del crimen y los abusos sufridos por parte de su padre.

El juicio comenzó en octubre de 2012 pero fue retrasado varios meses hasta su reanudación la semana pasada. En el transcurso del mismo, se ha descubierto que la familia del niño organizaba reuniones neonazis en la casa. El asesinato sucedió en mayo de 2011. Hall, con 10 años, cogió la pistola de su padre de la habitación de sus progenitores, a la que durante el juicio llamó "el arma mala", bajó las escaleras, se dirigió al sofá donde su progenitor dormía y le disparó en la cabeza. La juez ha explicado que, tras el suceso, el niño fue capaz de esconder el revolver debajo de la cama y que no lloró cuando llegó la policía; "a pesar de que otros miembros de la familia estaban muy afectados".

Hall siempre se ha peleado con su hermana, su madrastra, sus compañeros de clase e, incluso, intentó ahorcar a un profesor con el cable de teléfono", ha añadido un testigo

Uno de los testigos, incluso, ha llegado a declarar que Hall le dijo a su hermana que iba a cometer dicho crimen días antes. "Estos hechos demuestran que el menor sabía que sus acciones eran incorrectas y que no quería que le inculparan", ha incidido la magistrada. Otro ha asegurado durante la vista que "el niño siempre ha tenido un comportamiento violento, incluso antes de que su padre se hiciera miembro del Movimiento Nacional Socialista". "Hall siempre se ha peleado con su hermana, su madrastra, sus compañeros de clase e, incluso, intentó ahorcar a un profesor con el cable de teléfono", ha añadido. Tras ser expulsado de una docena de colegios, la madrastra del menor, McCary Krista, decidió que Hall tenía que estudiar en casa. "Es un niño muy impulsivo y violento", ha declarado la mujer durante la vista.

Hall ha escuchado la resolución de la magistrada, sentado, con las gafas puestas y vestido con una camisa de botones. No ha mostrado ninguna reacción visible cuando la juez ha considerado que las acusaciones -de asesinato y uso de arma de fuego- eran verdaderas. En un mes, el joven deberá de acudir de nuevo al tribunal para escuchar su sentencia. Si finalmente el Estado se ocupa de la custodia del menor, Hall se convertiría en la persona más joven en formar parte de un Centro de Detención Juvenil en EE UU, que albergan a los menores que han cometido delitos graves.

El abogado defensor del menor, por su parte, ha asegurado que “sería una tragedia que ocurriera esto". “Y si es así, apelaremos la decisión de la juez”, añadió. El abogado ha defendido durante todo el juicio que el niño ha crecido en un entorno de violencia, armas y símbolos neonazis. Casualmente, un periodista estadounidense acudió a la casa de la familia Hall para cubrir una reunión neonazi. Éste ha declarado al diario The New York Times que "el niño parecía divertirse y mostraba con orgullo una insignia radical".

 

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Sobre la firma

Carolina García
La coordinadora y redactora de Mamas & Papas está especializada en temas de crianza, salud y psicología, y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Es autora de 'Más amor y menos química' (Aguilar) y 'Sesenta y tantos' (Ediciones CEAC). Es licenciada en Psicología, Máster en Psicooncología y Máster en Periodismo de EL PAÍS.

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