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Educación eliminará las becas Séneca de movilidad entre campus

El Gobierno no convocará el próximo curso la ayuda para alumnos con mejores expedientes Este año 2.050 estudiantes reciben 500 euros al mes para estudiar fuera de casa

Carolina Jara (29 años) lo tenía todo preparado para solicitar la beca Séneca de movilidad de estudiantes entre campus españoles; quiere terminar la carrera de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte —que estudia en la Universidad Miguel Hernández de Elche— en Lleida, cerca de los Pirineos, para especializarse en deportes de riesgo y alta montaña. “Ha sido mi motivación durante cuatro años, he estado luchando para conseguir buenas notas y, de repente, me encuentro con esto. Todavía no me lo creo”, se queja Jara al conocer que el Ministerio de Educación no convocará el próximo curso las becas Séneca por falta de dinero. “Los presupuestos del año 2013 no contemplan una posible convocatoria para el curso 2013-2014”, dice una nota difundida por el ministerio a última hora de la tarde de hoy. Las becas Séneca de este curso siguen adelante: hay 2.050 estudiantes que reciben 500 euros al mes (y ha recibido entre 120 y 200 de gastos de desplazamiento).

El ministerio ha decidido, continúa la nota, “dar prioridad a las becas generales”, es decir, aquellas que se conceden a todos los que tengan rentas bajas y cumplan ciertos requisitos de notas (unos requisitos que son más exigentes desde este año). El texto concluye señalando que el departamento “estaría dispuesto a revisar esta decisión en cuanto la situación económica mejorarse”. De momento, todo el presupuesto del Gobierno de 2013 para Séneca (6,67 millones) se va a destinar íntegramente a cubrir la convocatoria del curso actual: normalmente el dinero de un año sirve para cubrir dos trimestres de un curso y uno del siguiente.

Para Victoria Vivancos, vicerrectora de la Politécnica de Valencia y secretaria de la comisión de asuntos estudiantiles de la CRUE, no se trata de cubrir ninguna necesidad en concreto, sino de la decisión de prescindir del programa en el contexto general de recortes. Vivancos estuvo el pasado jueves en una reunión entre miembros de la CRUE y del ministerio en la que les adelantaron que con toda probabilidad no habría convocatoria. Desde la CRUE, se propuso al ministerio continuar con el programa el próximo curso, “aunque fuera de forma simbólica, con una o dos becas por universidad”, añade, pero la respuesta fue que las posibilidades de conseguirlo "son remotas”. “Siempre estamos ahí para colaborar; con voluntad, aunque haya pocos recursos, se pueden hacer muchas más cosas”, se queja Vivancos.

La beca Séneca, nacida hace 13 años, es un programa de movilidad similar al Erasmus europeo, pero dentro de España. Se trata de una convocatoria competitiva, es decir, que se reparte entre los alumnos con mejores expedientes (no cuenta la renta) que la solicitan a través del Sistema de Intercambio entre Centros Universitarios Españoles (SICUE).

De ahí que Carolina Jara se haya estado esforzando tanto para alcanzarla. Sin esta ayuda del ministerio, Carolina ve casi imposible poner la guinda a sus estudios en la Universidad de Lleida. Asegura que no puede costearse este traslado y su familia no puede ayudarla económicamente. “Tendría que buscar trabajo, aunque hoy en día eso es muy difícil”, lamenta.

Guillermo Gutiérrez, estudiante de último curso de Medicina en la Universidad de Córdoba, consiguió hace dos cursos una beca Séneca para ir a Salamanca. Escogió este destino castellano-leonés porque “es la ciudad universitaria por antonomasia”, dice. Allí descubrió una nueva forma de aprender y entender la enseñanza. “Los profesores estaban mucho más implicados con la educación. En la asignatura de Cardiología llegaron a organizar un congreso donde podíamos participar alumnos, preparar ponencias y debatir sobre temas que en clase no se dan”. Su experiencia en Salamanca le ha servido a Guillermo para decidirse por la enseñanza: “Mi objetivo es compaginar la práctica de la Medicina y la docencia”.

Las Séneca son el otro programa importante de movilidad universitaria junto al Erasmus, con el que los alumnos reciben un dinero para poder estudiar medio curso o uno entero en otro país europeo. La aportación de Educación al Erasmus (también ponen dinero la UE y las comunidades) se ha reducido en 2013 en casi un 75% respecto a 2011, hasta quedarse en 15,2 millones. “Nos parece vergonzoso el tijeretazo del Gobierno en estas ayudas. Teniendo en cuenta el recorte en Erasmus, están cerrando las puertas a la movilidad tanto en España como en Europa”, se queja Fernando Galán, miembro de la ejecutiva de la Asociación Europea de Estudiantes (ESU, en siglas inglesas).

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