Los coches campan a sus anchas en Madrid
La capital de España no tiene peajes urbanos ni pone trabas a los vehículos que entran en la ciudad
A diferencia de otras ciudades, Madrid no tiene peajes urbanos ni pone impedimento alguno a los coches que quieren entrar a la ciudad -más allá del precio del aparcamiento-. El año pasado la capital aprobó un nuevo plan de calidad del aire, pero algunas de sus medidas se aplazaron por falta de presupuesto antes incluso de ponerse en marcha, como la peatonalización de varias calles céntricas. La ciudad tuvo que aprobar el plan para poder presentárselo a Bruselas como base para la petición de una prórroga en el cumplimiento de la legislación medioambiental. Aún está a la espera de respuesta.
La petición de Barcelona fue denegada. El contaminante problemático en Madrid es el dióxido de nitrógeno (NO2), un gas irritante de las vías respiratorias que procede básicamente del tráfico. El año pasado los registros de NO2 fueron mejores que en años anteriores, algo que Ecologistas en Acción atribuye al tiempo favorable y a la crisis, que ha sacado coches de la circulación. Pese a ello, cerca de la mitad de las 24 estaciones de la red están por encima del umbral de protección a la salud.