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La mujer camina hacia la precariedad

Los recortes en educación, sanidad y dependencia lastran la igualdad Aumenta la preocupación de los españoles por la brecha salarial La conciliación retrocede

María R. Sahuquillo

El goteo de recortes penaliza la igualdad entre mujeres y hombres. La precarización del mercado laboral, la supresión de planes de educación infantil, los recortes en el transporte escolar y las ayudas para el comedor, el tijeretazo en la ley de dependencia o el copago farmacéutico amplían el desequilibrio. El resultado de las medidas de austeridad tiene rostro femenino, y sus efectos elevan la preocupación ciudadana. El 37% de los españoles cree que la crisis ha agrandado la brecha salarial. El 36% opina que dificulta también la conciliación. Las consecuencias, alertan instituciones como la Eurocámara o la OCDE, es que los avances en igualdad logrados durante décadas peligran.

“La crisis está provocando un retiro silencioso de las mujeres de la vida profesional, y ahonda los problemas que ya existían y estaban corrigiéndose”, asegura la eurodiputada francesa Elisabeth Morin-Chartier (Partido Popular Europeo), vicepresidenta del Comité de Igualdad de la Eurocámara. Aunque para la mayoría de los europeos, la principal consecuencia de la recesión es la dificultad de que los jóvenes encuentren su primer empleo (así lo asegura el 46%) y el aumento de la precariedad laboral (el 42%), los temas de igualdad asoman entre los problemas destacados por los ciudadanos, según un Eurobarómetro presentado ayer en el Parlamento de la UE en Bruselas. Para uno de cada tres europeos la recesión ha agravado el desequilibrio salarial y está poniendo serias trabas a que las mujeres tengan una familia y una carrera profesional.

En España, donde ellas ganan al año 5.744 euros menos que los hombres por un trabajo de igual valor, según datos del INE, esta es la segunda discriminación más importante para los ciudadanos. Por encima sitúan la violencia de género (para el 49%), un problema que también se agrava por la crisis, según el Eurobarómetro, que ha analizado los resultados de más de 25.000 entrevistas telefónicas, 1.001 hechas en España.

Porque el tijeretazo también ha afectado a los fondos destinados a luchar contra el maltrato. Las campañas de prevención perdieron en 2012 un 21%; a lo que se añade otro 18% en los fondos destinados a igualdad, partida que en 2013 llega con otro mordisco del 24%. La igualdad no destaca como prioridad para el Gobierno de Mariano Rajoy. Los recortes en la ley de dependencia —aumento del copago, reducción en las prestaciones a las cuidadoras, retraso en la entrada en el sistema de dependientes moderados—, la supresión del plan Educa3 (para crear guarderías) y que se haya aplazado el aumento de la baja de paternidad —de los 15 días a un mes— alimentan el desnivel.

“Los recortes afectan más a las mujeres porque son más vulnerables. Tanto los directos, en materia de igualdad, como los generales en educación o sanidad. Todos cargan sobre ellas aún más el peso del cuidado familiar”, incide Laura Nuño, directora de la cátedra de Género de la Universidad Rey Juan Carlos, que vislumbra también una “línea ideológica” tras las tijeras del Gobierno. De hecho, las españolas emplean 100 minutos diarios más que los hombres en trabajos no remunerados como cuidar niños o el trabajo doméstico, según un reciente informe de la OCDE, que alerta de que la reducción de las ayudas para el cuidado agravarían el dato.

Edite Estrela, europarlamentaria socialista de Portugal, cree que los Gobiernos se escudan tras los datos económicos para aparcar las iniciativas de igualdad. “La crisis está sirviendo de coartada para todo. Incluso para bloquear la iniciativa de ampliar las bajas por maternidad”, remarca durante un seminario organizado por la Eurocámara. Las instituciones revisan ahora una propuesta de directiva para tratar de ampliar estos permisos laborales hasta las 20 semanas —en España son 16—, pero Estrela no es optimista.

Y es que el avance en igualdad, que había despuntado los años previos a la crisis, crece ahora a una velocidad inversamente proporcional al incremento del desempleo. Sobre todo en España, que encabeza la tasa de paro femenino, que se ha multiplicado por dos entre 2007 y 2011. “Se está expulsando a las mujeres del mercado laboral”, dice Almudena Fontecha, secretaria de Igualdad de UGT. “Pero como muestra el aumento en su tasa de ocupación, mantienen la voluntad de trabajar”, abunda. Ganas que, sin embargo, como remarca la eurodiputada Iratxe García (PSOE), no se traducen en mejores datos. “Son ellas quienes ocupan los puestos más precarios y los contratos de jornadas reducidas”, apunta García, que pide agudizar las inspecciones para luchar contra la brecha salarial y la discriminación de la mujer en la empresa.

Y lo tienen peor si además son madres. El 45% de los españoles cree que los empleadores tienen en cuenta si una candidata tiene hijos a la hora de contratarla —en España, la edad media de maternidad es de 31,5 años, la más alta de Europa—. Solo un 9% de los ciudadanos opina que las empresas se fijan en esta condición cuando el candidato es hombre. Y los datos medios de la UE son similares. Solo algo más del 20% de los europeos cree que las compañías valoran primero el nivel de cualificación o la experiencia profesional antes que tener o no hijos.

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Sobre la firma

María R. Sahuquillo
Es jefa de la delegación de Bruselas. Antes, en Moscú, desde donde se ocupó de Rusia, Ucrania, Bielorrusia y el resto del espacio post-soviético. Sigue pendiente de la guerra en Ucrania, que ha cubierto desde el inicio. Ha desarrollado casi toda su carrera en EL PAÍS. Además de temas internacionales está especializada en igualdad y sanidad.

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