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‘Der Spiegel’ destituye a sus dos directores

Tras la salida de los responsables del semanario y de la redacción de Internet, el grupo aspira a recuperar ventas en papel y a sanear las cuentas

Los directores del semanario Der Spiegel y de su redacción de Internet, Spiegel Online, han sido destituidos este martes. Tanto Georg Mascolo, que dirigía la edición impresa del influyente semanario desde 2011, como el jefe de la edición online, Matthias Müller von Blumencron, dejaron sus puestos y serán sustituidos, según diversas fuentes que la empresa no ha confirmado, por una nueva dirección unificada aún por designar. Mascolo y Blumencron empezaron a dirigir conjuntamente Der Spiegel en 2008 y repartieron sus responsabilidades en 2011. Con su salida, los directivos del Grupo Spiegel aspiran a recuperar ventas en papel y a sanear las cuentas del grupo. En una nota oficial, la empresa habló el martes de “diferentes conceptos de desarrollo estratégico” para la revista y su web, que es el portal de noticias más visitado de Alemania.

La primera noticia sobre el despido salió el viernes en el diario Hamburger Abendblatt, pero los jefes de la empresa hablaron entonces de “rumores y especulaciones” que, sin embargo, no desmintieron. Según publicó el martes el Süddeutsche Zeitung, la filtración de la noticia precipitó un fin de semana de tensiones en los despachos del Grupo Spiegel. No han conseguido dar todavía con el sucesor de Mascolo y Blumencron, que asumieron la dirección tras la salida del célebre periodista Stefan Aust. Este había dirigido Der Spiegel desde 1994. El semanario sigue siendo una institución en el panorama mediático alemán, pero sus ventas han caído desde el millón largo de ejemplares de 2008 a los menos de 900.000 de ahora.

Como jefe de la división electrónica, Blumencron ha cosechado un éxito notable. A grandes rasgos, su fórmula fue mezclar la reverenciada marca del semanario con la inmediatez de Internet y una dosis de sensacionalismo que atrae a una enorme masa de lectores, sin llegar a despeñarse por las pendientes populistas de diarios como Bild. La edición de papel, en cambio, no ha resistido incólume la crisis de la prensa. La insistencia en historias sobre la II Guerra Mundial, ciertos desbarres sensacionalistas sobre la crisis del euro, cuya fantasmal defunción anunció Der Spiegel en varios números, y algunas portadas disparatadas como la que en enero dedicó al “reloj de Hitler” apuntan falta de rumbo en la vieja revista. Así y todo es la principal fuente de ingresos del grupo y el puntal de su prestigio más allá del ámbito de habla alemana.

La doble dirección funcionó mal desde el principio. Es un secreto a voces que los directores nunca se han llevado bien entre sí. Las tensiones iniciales entre ambos no se solucionaron con la división de sus responsabilidades. A esto se ha sumado ahora el descontento de la empresa con la caída de ventas, cuyo responsable como jefe de la revista es Georg Mascolo. Según diversas fuentes, Matthias Müller von Blumencron se enfrentó a la compañía para evitar la introducción de un modelo de pago parcial para la web Spiegel Online, hasta ahora gratuita casi en su totalidad. Además de esto, Der Spiegel planea integrar más las redacciones de papel e internet.

La empresa editora de Der Spiegel pertenece en un 50% a sus empleados. La otra mitad se reparte entre la editora Gruner+Jahr —a su vez propiedad del gigante Bertelsmann— y los herederos de su fundador Rudolf Augstein.

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