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La UE desestima el recurso español e italiano contra la patente unitaria

El Tribunal de Justicia europeo rechaza la petición de estos países. Se oponen a que se registren solo en alemán, francés e inglés

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha desestimado hoy los recursos presentados por España e Italia contra la decisión del Consejo de la UE de autorizar la "cooperación reforzada"—una vía legal que permite que un grupo de países de la UE  pueda trabajar conjuntamente en un ámbito particular incluso si los otros países no quieren— para sacar adelante la legislación para crear una patente unitaria de ámbito comunitario con el objetivo de hacer más competitiva  la economía europea al reducir costes burocráticos. Ambos países habían rechazado la propuesta de la UE al entender que el Consejo había eludido la exigencia de unanimidad, ya que el plan prevé que las patentes se registren solo en alemán, francés e inglés.

La sentencia rechaza los argumentos de Francia e Italia que defendían que la protección de la patente unitaria no crearía más uniformidad ni más integración y asegura que este mecanismo tampoco perjudica a la cohesión económica, social y territorial de la UE. "Contrariamente a lo que se ha alegado, la decisión impugnada no perjudica al mercado interior ni a la cohesión económica, social y territorial de la Unión", dice el fallo. Además, la cooperación reforzada "no vulnera las competencias, derechos u obligaciones de los Estados miembros que no participen", ya que siempre tienen derecho a adherirse en el futuro.

El Tribunal señala que la UE está autorizada a crear títulos europeos de propiedad intelectual y a adoptar los regímenes lingüísticos de los mismos. Italia y España renunciaron a participar en la patente única al considerar que discrimina sus lenguas en favor del inglés, el francés y el alemán, los idiomas de trabajo de la Unión.

El acuerdo final sobre la patente unitaria, que se aplicará en 25 países y permitirá reducir hasta un 80% los costes para los innovadores, se cerró a finales del año pasado tras la elección de París como sede del nuevo Tribunal Europeo de Patentes. La primera patente europea podría concederse en 2014, según las estimaciones de Bruselas, y las empresas españolas e italianas también podrán solicitarlas, aunque Madrid y Roma no participen en el régimen.

Según los cálculos del Ejecutivo comunitario, el coste de la patente única se reducirá de los  32.000 euros actuales hasta 6.500 euros en el periodo transitorio y menos de 5.000 al final del proceso. Si la patente única se valida también en España e Italia, ello supondría un coste adicional de alrededor de 3.000 euros. El coste de una patente en EE UU es de 2.000 euros y en China, de 600.

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