“Me quité la corbata porque no quería tener jefes”

Rolf Dobelli (1966, Lucerna, Suiza) no tiene reparo en reconocer que estudiar Ciencias Empresariales fue “el mayor error” de su vida. “Estaba de moda en Alemania en esos momentos y me dejé llevar. Perdí mucho tiempo. Hubiese sido más sensato dedicarme a la biología o la investigación científica”. Sorprende tal confesión por parte de un hombre al que no le han ido nada mal los negocios. Dobelli ha dirigido empresas filiales del grupo Swissair, cofundó getAbstract, uno de los mayores proveedores de resúmenes de libros de negocios, y fundó Zürich.minds, una comunidad formada por personalidades mundialmente conocidas.

Hace cinco años se quitó la corbata, prenda que aborrece, “porque no quería tener jefes”. “Deseaba organizar mi vida”, cuenta. ¿A qué viene esa animadversión a las corbatas? “Es una prenda ridícula, nada práctica y estoy seguro de que frena el flujo sanguíneo al cerebro. Que se utilice desde mediados del siglo XVII no quiere decir que debamos seguir empleándola como signo de autoridad”. El no llevarla no le resta ni un ápice de elegancia a Rolf Dobelli, eso sí, luce un reloj suizo, como no podía ser de otra forma.

No le ha ido nada mal. Ha escrito varios libros y saltado a la fama en el mundo literario germánico en no ficción con El arte de pensar (Ediciones B). El boca a boca ha funcionado de tal manera que los lectores se han enganchado a su lectura. Tan solo en Alemania ha vendido 500.000 ejemplares, se ha traducido a 30 idiomas y acaba de firmar el contrato para que el libro se edite en Estados Unidos. En él aborda 52 errores de lógica que, según dice, “es mejor que cometan otros. Sobrevaloramos nuestros propios conocimientos y consideramos a los demás más tontos de lo que son. Somos capaces de enfrascarnos en teorías cuya falsedad está comprobada”.

Sus historias parten de ejemplos con personajes reales o ficticios, desarrolla su tesis, para llegar a una sencilla conclusión como en La paradoja de la abundancia y Por qué más es menos. De lectura rápida, “el libro te hace reflexionar sobre la vida y las veces que tropezamos en cosas sencillas y simples de resolver”.

Él se considera un hombre sencillo y de vida nómada. Nació en Suiza, donde su padre era responsable de una empresa textil, se trasladó a Alemania para cursar sus estudios y luego estuvo 12 años viviendo en EE UU. A los 21, su progenitor le mandó a trabajar a una empresa textil de la Costa Brava. “Creo que fue el verano de mi vida. Todavía puedo recordar algunas palabras en español”.

Escribe en un cuartito pequeño en Lucerna, ciudad en la que vive, tumbado sobre una hamaca y con el ordenador encima. ¿Es cómodo trabajar así? “Lo único malo es que el cuarto es demasiado pequeño y oscuro, por lo demás para mí es perfecto”. Le gusta leer libros en papel porque “en el electrónico las palabras no se graban con la misma rapidez en mi cerebro y me distraigo más”. Dedica una parte importante de El arte de pensar al trabajo que realiza la prensa en el mundo actual. Dobelli escribe artículos en diarios alemanes, holandeses y suizos.

¿Qué opina de los europeos que hasta ahora llevaban el dinero a Suiza para evadir impuestos? “No es ético. Es dinero sucio y ahora ese hueco está en Singapur y muchos españoles lo han trasladado a ese paraíso fiscal. No debe seguir funcionando ese juego”.