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Desnudas ante las humillaciones del presentador de televisión

Polémica en Dinamarca por un programa que denigra el cuerpo de la mujer

Fotograma del espacio ‘Blachman’, en el que una mujer escucha en silencio opiniones sobre su físico.
Fotograma del espacio ‘Blachman’, en el que una mujer escucha en silencio opiniones sobre su físico.

La publicidad usa a menudo la imagen de la mujer como un mero objeto, un reclamo para vender todo tipo de productos. El sexismo, que hasta ahora parecía recluido en el mundo de los anuncios, se ha traslado a los contenidos de la televisión. Una cadena danesa ha desatado la polémica con el programa Blachman, en el que el presentador, acompañado de un invitado, van haciendo comentarios sobre cada parte del cuerpo de una mujer que se desnuda silenciosamente ante ellos. “¿Qué tal está funcionando esa vagina?... ¡Qué pezones tan alegres!...”, comentan a una de las participantes. Ellas deben permanecer calladas.

El espacio, emitido en horario de máxima audiencia en la cadena pública TV pública DR2, ha desatado las críticas de las organizaciones de mujeres de Dinamarca y de muchos espectadores que han solicitado su retirada. Su responsable, sin embargo, el músico danés Thomas Blachman, argumenta que se trata de un formato revolucionario. “Ahora las mujeres pueden saber lo que los hombres piensan de su cuerpo”, ha comentado.

La legislación europea, muy rigurosa en prohibir el uso sexista de la imagen de la mujer en el ámbito publicitario, lo es menos cuando se trata de contenidos televisivos. Es por esa rendija por la que se ha podido colar este programa en Dinamarca. Algo, apunta Emilia Barrio, vicepresidenta del Forum de Politica Feminista de Andalucía, muy grave porque se ha producido en un país que figura como modelo en temas de igualdad. “Esto demuestra una vez más que estamos volviendo a la cosificación del cuerpo de la mujer, y eso tiene una gran importancia en la socialización de nuestras niñas y adolescentes que ven mucho la televisión, la herramienta más influyente para crear prototipos sociales”, dice. Barrio, investigadora en Género, incide en que hay que denunciar programas “aberrantes” como el Blachman danés. “Generan estereotipos que anulan toda la inversión hecha en igualdad”, recalca.

Para los expertos, el espacio promueve el maltrato y cosifica la imagen femenina

El programa, asegura Alejandro Perales, presidente de la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC), contraviene las políticas de igualdad y también podría vulnerar la directiva comunitaria sobre Comunicación Audiovisual, que prohíbe la emisión de contenidos que inciten al odio. “Incluido el odio por razón de género”, apunta. El experto coincide con Bario en que contenidos de este tipo, “cosifican la imagen de la mujer”. También, alerta, abundan en una situación de maltrato.

En España, emisiones como la danesa estarían claramente al margen de la normativa audiovisual. El presidente de la AUC recuerda que la ley prohíbe que se denigre la imagen de la mujer y formatos como el danés vulneran la normativa de igualdad. Además, dice, es “claramente sexista”. Perales encuadra su emisión en la escalada de realitys con temáticas cada vez más chocantes. “Se plantea como generador de polémica”.

Y ese ruido suscitado en Dinamarca es lo que ha llevado al presentador a ir a Nueva York, donde espera que el debate arrecie. Blachman no rectifica. “El cuerpo femenino desea palabras. Palabras de un hombre”, dice.

 Con información de M. R. Sahuquillo.

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