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Rabat se compromete a emitir sentencias sobre adopción antes de las vacaciones

El ministro de Justicia de Marruecos no garantiza que los veredictos sean magnánimos. Gallardón confirma que cambiará la ley de adopción española para reconocer la "kafala" islámica.

María José Giménez con el niño marroquí que espera tutelar.
María José Giménez con el niño marroquí que espera tutelar.

Alberto Ruíz-Gallardón, el ministro de Justicia, pidió hoy a su homólogo de Marruecos, el islamista Mustafa Ramid, una “solución ante todo humana, aunque también jurídica” al bloqueo de más de 60 familias españolas –y cerca de 40 más europeas y norteamericanas- que iniciaron, a veces hace más de un año, los trámites para adoptar un niño en Marruecos.

Ramid le dio una respuesta ambigua durante su primera visita oficial a Madrid. Le aseguró que habrá sentencias antes de las vacaciones judiciales, porque los fiscales iban a trabajar con diligencia, pero no le garantizó que la justicia será magnánima con los aspirantes a obtener una “kafala”, la modalidad marroquí de adopción.

“Los lazos afectivos fuertes” que se han creado entre niños asignados hace meses por jueces de familia marroquíes a matrimonios españoles, que no acaban de dar en adopción, han suscitado “problemas sicológicos, angustia y ansiedad” entre los aspirantes a ser padres, señaló hoy Ángel Llorente, director general de Cooperación Jurídica Internacional.

La llegada de los islamistas moderados al Gobierno marroquí, en enero de 2012, enrareció la tramitación de las “kafalas” y Ramid acabó por bloquearlas cuando, en septiembre pasado, envió a los fiscales una circular en la que les ordenaba que se opusieran a la entrega de niños a matrimonios extranjeros si estos no residían en Marruecos.

Alegaba en el documento que no se podía controlar que los tutores del bebé marroquí –la “kafala” no es una adopción plena- respetasen el compromiso adquirido en Marruecos de preservar la religión del niño, su nacionalidad y su filiación pese a que su nombre y apellido hayan sido elegidos a boleo por un funcionario del registro civil. Es cierto que, al regresar a Europa con sus hijos, algunos matrimonios solicitaron ante los jueces de menores la plena adopción y la nacionalidad del país donde residen.

Gallardón ofreció, en febrero, a Ramid, a través del Ángel Llorente, modificar la ley de adopción internacional española de 2007, para garantizar que los jueces españoles respetasen la figura de la “kafala” y no concedan la adopción plena. Hoy martes dio un paso más y comunicó a su homólogo que había mantenido contactos con las comunidades autónomas para que en el futuro sus servicios sociales informen de la evolución de los niños marroquíes tutelados a los consulados de Marruecos en España. Estos trasladarán a su vez la información recibida al juez marroquí que podrá revocar la “kafala” si considera que se incumple.

Justo cuando recibió, en febrero, la primera oferta de Gallardón, el Partido de la Justicia y del Desarrollo, al que pertenece Ramid, concluyó la elaboración de un proyecto de ley, que acaba de iniciar su tramitación parlamentaria, que endurece aún más los requisitos para tutelar a un niño en Marruecos. Estipula que uno de los cónyuges debe de ser marroquí y el matrimonio debe comprometerse a residir al menos cinco años en Marruecos antes de poder sacar al niño.

Por esa razón cunde el pesimismo entre los extranjeros deseosos de concluir la tramitación de sus “kafalas”, muchos de los cuales han trasladado su residencia a Marruecos. Confían en que la visita del Rey de España a Marruecos, prevista para el 15 de julio, contribuirá a poner fin a su angustia y, por fin, podrán llevarse al niño que acurrucan a diario en diversos orfanatos. Hace un par de meses escribieron a Don Juan Carlos rogándole que les ayude.

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