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Inglaterra someterá a exámenes a los alumnos de cinco y 11 años

El objetivo de la prueba será evaluar la capacidad de los chicos al empezar los estudios para poder calibrar su evolución

Las escuelas de Inglaterra someterán a exámenes a los alumnos de primaria de cinco y 11 años. En el caso de los más pequeños, la prueba tendrá como objetivo evaluar la capacidad de los alumnos al empezar los estudios y poder así calibrar su evolución. Los exámenes de los alumnos de 11 años se utilizarán para saber en qué lugar se sitúa cada uno de ellos en comparación con el resto de sus compañeros de curso en el conjunto del país, una propuesta que ha levantado numerosas quejas en el sector educativo.

El proceso de consulta pública para poner en marcha la reforma ha sido lanzado este miércoles por el primer ministro adjunto y líder del partido de los liberales-demócratas, Nick Clegg. Clegg ha intentado tranquilizar al sector prometiendo un sustancial aumento de las ayudas a las escuelas con más estudiantes pobres, asegurando que los exámenes a los alumnos de cinco años serán muy suaves y sin que estos prácticamente se den cuenta y prometiendo que los listados de los alumnos de 11 años no serán hechos públicos.

Algunas escuelas ya aplican un sistema informal de exámenes a los más pequeños y lo que quiere el Gobierno es poner en marcha un sistema formal. “Si lo acabamos llevando a cabo será algo así como sentar a un alumno frente a un ordenador y pedirle que señale a la zanahoria, que señale al carro o que diga cuantos gatos salen en la foto. Es algo de lo que el niño ni siquiera se va a dar cuenta de que lo está haciendo”, explicó Clegg.

El listado de notas obtenidas al final de la primaria ha despertado mayores preocupaciones entre el profesorado. El Gobierno defiende que es necesario para mejorar los actuales niveles de escolaridad y asegura que aunque los resultados se harán llegar a los padres para que sepan qué lugar ocupa su hijo en el conjunto del sistema escolar, las listas no se harán públicas. Pero la idea ha sido rechazada por Russell Hobby, secretario general de la Asociación Nacional de Jefes de Estudios. “El Gobierno tiene tendencia a examinar a los niños más jóvenes porque cree que esos exámenes crean un sistema fiable para medir su rendimiento. Pero eso no es así. Y al depender solo de aquello que se puede medir, corren el riesgo de no hacer caso de lo que realmente importa”, ha declarado. A su juicio, los planes del Gobierno son decepcionantes y destructivos.

En paralelo, el Gobierno quiere que para 2016 aumente al 85% el nivel de alumnos que deben pasar el examen para considerar que una escuela funciona correctamente. En la actualidad está en el 60% y el próximo curso aumentará al 65%, aunque el nuevo objetivo no es completamente comparable porque en 2016 se habrá modificado el criterio de evaluación de los exámenes.

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