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El ‘Curiosity’ encuentra una roca de un tipo desconocido en Marte

Los análisis de muestras descartan la presencia de compuestos orgánicos en la superficie del planeta

Imagen formada por varias fotografías tomadas por el propio ‘Curiosty’ para formar su retrato.
Imagen formada por varias fotografías tomadas por el propio ‘Curiosty’ para formar su retrato.NASA/JPL-Caltech/Malin Space Science Systems

El robot Curiosity está demostrando todo su potencial como “el laboratorio geoquímico más avanzado que se ha enviado a la superficie de otro planeta”, como dice el jefe científico de la misión, John P. Grotzinger. Sus instrumentos de análisis están permitiendo caracterizar la diversidad geológica del cráter Gale de Marte, donde está trabajando el robot, y hacer descubrimientos importantes, como una roca ígnea oscura de un tipo que nunca se había encontrado antes en el planeta rojo y que se parece, por su composición, a unas rocas poco comunes denominadas mugearitas que se encuentran en la Tierra en islas oceánicas y en fisuras de algunos volcanes, como los de Hawai. Esta roca, bautizada Jake M. estaba a 280 metros de distancia del lugar de descenso del Curiosity y los resultados de su análisis detallado se presentan esta semana en la revista Science, que dedica la portada al vehículo de exploración planetaria y publica un total de cinco artículos de investigación sobre los resultados científicos de la misión durante los cien primeros días en el suelo de Marte, en los que recorrió 500 metros. El robot de la NASA llegó al cráter Gale el 6 de agosto del año pasado.

Otro de los estudios pormenorizados indica que los compuestos orgánicos que aparecieron en los resultados preliminares de unos análisis de muestras de suelo marciano son, muy probablemente, de origen terrestre y estarían en el recipiente del instrumento científico del robot que se utilizó. “Hemos descubierto que probablemente no se conservan compuestos orgánicos en los materiales de la superficie, expuestos como están a una dura radiación y a los oxidantes”, explica Laurie Leshin, primer autor del artículo que recoge los resultados de estos estudios. “No esperábamos necesariamente encontrar moléculas orgánicas en el polvo de la superficie, lo que refuerza la estrategia de hacer perforaciones en las rocas para seguir buscando compuestos orgánicos. La clave estaría en encontrar muestras con mejores condiciones de conservación”.

Diversos tipos de suelo y rocas de Marte analizadas por el ‘Curiosity’.
Diversos tipos de suelo y rocas de Marte analizadas por el ‘Curiosity’. Science/AAAS

Grotzinger, en la presentación de los cinco artículos que publica Science, no descarta rotundamente que esos compuestos orgánicos puedan ser de origen marciano directamente, pero apunta también hacia compuestos de carbono derivados del propio instrumento de análisis del Curiosity, el SAM, con un pequeño horno en que se depositan muestras que se pueden calentar hasta 835 grados para desvelar sus componentes.

También en los análisis del SAM los investigadores han encontrado agua: un 2% de la muestra analizada. También hay dióxido de carbono, oxígeno y dióxido de azufre. Los datos “indican que el agua, y posiblemente, el CO2 , se derivan de la atmósfera”, diez Grotzinger, es decir, que su presencia en el suelo se debe a la interacción con ella.

En cuanto a la roca ígnea, probablemente se originó en magmas generados en el manto marciano químicamente alterado, parcialmente fundido a altas presiones y posiblemente rico en agua, dicen los científicos. Lo que está claro es que Jake M es diferente de otros basaltos marcianos. “En la Tierra sabemos cómo se forman las mugearitas y rocas similares”, señala Martin Fisk, uno de los investigadores del equipo. “Se originan en el magma, en las profundidades de la Tierra, que cristaliza en presencia de 1% a 2% de agua. Se forman cristales y lo que lo cristaliza es la mugearita, que puede emerger a la superficie como erupción volcánica”. Esto podría apuntar hacia la presencia de agua en el subsuelo marciano, pero no es en sí misma una prueba concluyente, advierten los investigadores de la Universidad de Oregón. Recuerdan que se supone que Marte ha pasado por tres fases: una primera con mucha agua, una fase de evaporación cuando esta desapareció dejando atrás los sulfatos, y una tercera cuando los suelos de la superficie se secaron y se oxidaron creando el tono rojizo típico del mundo vecino. Un objetivo prioritario de la misión del Curiosity, recuerda Grotzinger, es determinar si el planeta fue alguna vez un entorno apto para la vida.

A lo largo de su recorrido, el Curiosity está encontrando dos tipos de suelo, señala otro de los artículos en Science: uno de polvo fino y otro de grano más grueso. Los análisis de uno y otro muestran que el más fino, muy común en todo el planeta, es el principal portador de hidrógeno y puede ser la fuente principal de hidratación que detectan los satélites en órbita del planeta.

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