Los prelados sopesan elegir a una mujer como portavoz

Los obispos tienen el martes la primera oportunidad para mostrar su voluntad de renovación, frente al restauracionismo practicado por el cardenal Rouco y su brazo ejecutor, Martínez Camino. Este acaba mandato esta semana, después de ocho años en el cargo de portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal, y los obispos inician ese día las votaciones para buscarle sustituto o sustituta. De partida, no hay candidatos.

Habitualmente, se trata de una elección sin aristas. Los obispos suelen aceptar al candidato del presidente, pues va a ser su más estrecho colaborador. Ahora están desorientados. A Rouco le queda poco tiempo en el cargo y, sobre todo, en Roma hay otro clima. Además, no es fácil encontrar sustituto a Camino, que ha ejercido como un presidente bis, con una labor que recordaba, por el talante bronco, al famoso obispo Guerra Campos, de la ultraderecha franquista. Cuando accedió en 1971 a la presidencia el aperturista Tarancón, Guerra dio un portazo y juró no volver a pisar la sede de la CEE mientras la dirigiese el mítico cardenal.

Muchos obispos no se han visto reflejados estos años en declaraciones de Camino. Pero “ahora es tiempo de mirar adelante y proponer perfiles de lo que se necesita”, escribe esta semana Juan Rubio, el director de Vida Nueva, en su blog de EL PAÍS. Suenan mujeres para el cargo. La que más posibilidades tiene es la teresiana Encarnación González, directora en los últimos 13 años de la Oficina para la Causa de los Santos en España. Si finalmente sale elegida, sería un varapalo para Camino, que la destituyó del cargo hace 10 días. “Sin miramientos, ni una mísera nota de agradecimiento. Camino quiere irse rindiendo cuentas con aquellos que no han bailado exactamente a su son”, escribió ese día Jesús Bastante en Religión Digital.