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PILAR MARTÍNEZ TEN Experta en diagnóstico prenatal

“Se desprotegen situaciones extremadamente complicadas”

La ginecóloga alerta de la supresión del supuesto de aborto por anomalía fetal muy grave

María R. Sahuquillo
Pilar Martínez Ten.
Pilar Martínez Ten.RICARDO GUTIÉRREZ

Pilar Martínez Ten, ginecóloga y experta en diagnóstico prenatal, describe la nueva ley del aborto que presentó el viernes el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, como “profundamente injusta”. El anteproyecto de ley autoriza esta intervención solo en dos supuestos: violación o riesgo para la salud de la mujer. Un riesgo que incluye el daño psicológico derivado de afrontar un embarazo en el que se ha diagnosticado una anomalía fetal “incompatible con la vida”. En esa circunstancia —que deberá acreditar— podrá abortar sin límite temporal. Las mujeres podrían seguir abortando hasta la semana 22, sin embargo, si ocultan la patología fetal y argumentan, a secas, riesgo para su salud mental; que tendrán que certificar dos médicos.

Un resquicio que, según Martínez Ten —que hace unos meses impulsó un manifiesto que alertaba sobre los efectos de suprimir el supuesto de aborto por anomalía fetal y que firmaron por 700 médicos—, desampara algunas patologías muy graves y de diagnóstico tardío que, hasta ahora, sí estaban cubiertas.

Pregunta. ¿Qué patologías podrían quedar fuera?

Respuesta. Aquellas extremadamente graves e incurables que se diagnostican por encima de la semana 22 de gestación. Muchas malformaciones cardiacas, esqueléticas, metabólicas. Patologías muy serias con un pronóstico de vida limitadísimo.

P. ¿Qué supone esto para las mujeres en tal situación?

R. En España se registran menos de 3.000 abortos al año por malformaciones fetales graves, y menos de 400 de ellos son de anomalías extremadamente graves o incompatibles con la vida. Estamos hablando de situaciones muy dramáticas, complicadas, de embarazos muy deseados que desprotege. No se puede obligar a las familias a asumir esta situación que les va a generar un sufrimiento inmenso a los padres y también al hijo que esperan. Si llegan a nacer serán niños que pasen por tratamientos largos, que estén meses o incluso años en cuidados intensivos; muchas veces para acabar muriendo. Van a llevar una vida de bastante sufrimiento.

P. Las mujeres podrán alegar daño para su salud mental y ocultar la anomalía.

R. Solo con un límite temporal... Lo cierto es que estamos hablando de un sistema muy hipócrita. Sin olvidar que ocultar la patología fetal puede derivar en que esa familia no siga las pautas de diagnóstico prenatal recomendadas, que marcan ciertas pruebas al feto tras la interrupción del embarazo para determinar las causas de la anomalía y evitar que esta se produzca en embarazos futuros.

P. Usted y otros médicos se reunieron con responsables del Ministerio de Justicia para hablar sobre este tema. ¿Se ha tenido en cuenta algo de lo debatido?

R. Nosotros pedimos una cita con Justicia para entregar el manifiesto y explicar las razones para no eliminar el supuesto de aborto por anomalía fetal. Pero nada de esto se ha tenido en cuenta. Siguen hablando de “discapacidad del no nacido” y no de anomalía. Yo creo que la discapacidad empieza tras el nacimiento, con la interacción en el medio. No se puede hablar de un no nacido discapacitado.

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Sobre la firma

María R. Sahuquillo
Es jefa de la delegación de Bruselas. Antes, en Moscú, desde donde se ocupó de Rusia, Ucrania, Bielorrusia y el resto del espacio post-soviético. Sigue pendiente de la guerra en Ucrania, que ha cubierto desde el inicio. Ha desarrollado casi toda su carrera en EL PAÍS. Además de temas internacionales está especializada en igualdad y sanidad.

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