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Tribuna
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Esa otra especie humana

Eran robustos, requerían 5.000 calorías diarias y practicaban el canibalismo

Los neandertales eran una especie humana —algunos dirían que una población— que vivió en Europa, Oriente Próximo y Asia Central entre hace unos 250.000 y unos 30.000 años. Durante este tiempo sobrevivieron a una serie de periodos glaciales que cubrían todo el norte de Europa con un enorme casquete de hielo. Su físico era espectacular: eran un poco más bajos que nosotros (los hombres estaban alrededor de 1,70 centímetros de altura) y tenían brazos y piernas cortas con relación al tronco. Sin embargo, eran notablemente anchos de espaldas, y más robustos y musculosos que nosotros. Sus requerimientos calóricos diarios, calculados en 5.000 calorías para los hombres y 4.000 para las mujeres, y conseguidos con una dieta esencialmente cárnica, casi doblan los nuestros.

Su rostro era también espectacular, la mitad central de su cara se proyectaba hacia delante, formando una nariz sin parangón en la humanidad actual, que solo podría aproximarse a la que obtendríamos si uniéramos la longitud de una nariz europea con la amplitud de una africana. Algunos otros rasgos les daban un aspecto primitivo según nuestras percepciones actuales: su frente era huidiza, tenían unos gruesos rebordes óseos por encima de los ojos que hundían su mirada en el rostro, y no poseían mentón en la barbilla. La forma de su cráneo, y por tanto de su cerebro, era también diferente; más alargado, más bajo y casi esférico visto desde detrás. Pero su capacidad craneana era superior en promedio a la nuestra y su estructuración cerebral similar. Sabemos por los estudios genéticos que su piel era probablemente clara y que algunos tenían el cabello pelirrojo.

Las capacidades cognitivas y simbólicas de los neandertales siguen siendo motivo de controversia. Parece que a veces enterraban a los muertos y cuidaban de los heridos, aunque también practicaban el canibalismo. Desde un punto de vista demográfico, sabemos que formaban pequeños grupos familiares y que siempre fueron pocos. Otros aspectos de los neandertales, como la posibilidad de que tuvieran pensamiento simbólico y crearan arte (aunque fuera en forma de simples líneas geométricas trazadas en fragmentos de hueso) o la capacidad de tener lenguaje como nosotros despiertan enconados debates entre los investigadores. Y no es sorprendente que sea así, porque aquellos rasgos que ellos no tengan, serán aquellos que nos definan a nosotros como una especie única y diferente de otras especies humanas del pasado. Nos interesan porque nos permiten definirnos a nosotros mismos.

Carles Lalueza-Fox es investigador del CSIC en el Instituto de Biología Evolutiva y autor del libro Palabras en el tiempo (la lucha por el genoma neandertal).

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