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Espectáculo celeste en Marte

Un cometa descubierto hace un año pasará muy cerca del planeta rojo en octubre Puede dañar las naves que están allí y que lo observarán

El cometa Siding Spring fotografiado por el telescopio `Hubble´ el pasado 11 de marzo: imagen original (izquierda) y tratada (derecha).
El cometa Siding Spring fotografiado por el telescopio `Hubble´ el pasado 11 de marzo: imagen original (izquierda) y tratada (derecha). nasa/esa/j.y.li (planetary science institute)

En el Sistema Solar, las mayores sorpresas las dan los visitantes procedentes de sus confines, cometas y asteroides que surgen de repente, aparentemente de la nada, pero con una trayectoria no modificable que puede influir en cuerpos como la Tierra, aparcados en órbitas bien conocidas. Es el caso de un cometa que se descubrió hace poco más de un año y que se dirige hacia Marte, al que se aproximará mucho más que cualquier cometa conocido se haya acercado a la Tierra. El Siding Spring, un nuevo visitante que tarda un millón de años en dar la vuelta al Sol, está siendo estudiado por los observatorios terrestres y espaciales para refinar el conocimiento de su trayectoria y preparar tanto la observación del espectáculo previsible por los satélites artificiales que están en órbita de Marte (dos estadounidenses y uno europeo) como la protección de estos de las partículas de polvo del cometa.

Fuente: NASA.
Fuente: NASA.EL PAÍS

La máxima aproximación calculada hasta el momento es de 138.000 kilómetros, poco más de un tercio de la distancia media de la Tierra a la Luna, y tendrá lugar el próximo 19 de octubre. “Nuestros planes para que los satélites que están en Marte observen el cometa se coordinarán con los planes para proteger estos satélites si es necesario”, explica Rich Zurek, director del programa de exploración de Marte de la NASA en el Jet Propulsión Laboratory, refiriéndose al Odyssey y el Mars Reconnaissance Orbiter (MRO). El equipo de la europea Mars Express en la Agencia Europea del Espacio (ESA) reconoce que se trata de un gran desafío y que no hay garantía de que la nave no resulte dañada.

La previsión es que la nube de polvo y gas que constituye la coma o cabellera del Siding Spring envolverá totalmente Marte durante varias horas, aunque no parece existir riesgo de colisión directa con el núcleo, y se ha calculado que las partículas emitidas viajan a la elevada velocidad de 56 kilómetros por segundo. Para proteger los orbitadores se preparan maniobras que los esconderían detrás del planeta en los minutos de mayor riesgo, orientados de forma que sus componentes más vulnerables queden poco expuestos.

El telescopio espacial Hubble acaba de fotografiar por segunda vez el cometa, que viaja en una trayectoria casi perpendicular al plano de la eclíptica (en el que se mueven los planetas). Ahora está entre las órbitas de Júpiter y Marte y no se acercará a la Tierra. Las imágenes actuales y las futuras permitirán calcular el tamaño del núcleo y su eje de rotación, así como vigilar el aumento de actividad del cometa a medida lo calienta el Sol.

Las sondas espaciales se esconderán para protegerse

Las naves en órbita de Marte, además de observar con sus instrumentos el planeta, sirven de enlace para la comunicación con los vehículos operativos en la superficie. Así, los datos meteorológicos que envía diariamente la estación española REMS, integrada en el rover Curiosity, siguen esta vía para alcanzar la Tierra.

El satélite más veterano es el Odyssey, que llegó a Marte en 2001 y tiene una órbita casi polar y circular de 400 kilómetros. El MRO llegó en 2006 y está un poco más bajo. El Mars Express lleva ya 10 años estudiando Marte desde una órbita elíptica que llega hasta los 10.000 kilómetros. Una complicación adicional es que ahora mismo dos naves se dirigen a Marte para situarse en su órbita. La Maven, de la NASA, llegará el 21 de septiembre, mientras que la pequeña y pionera misión india Mangalyaan lo hará solo tres días después. Y las lunas de Marte, Fobos y Deimos, se mueven en órbitas de 6.000 y 20.000 kilómetros, respectivamente.

Mientras tanto la nave Rosetta, de la ESA, se acerca al cometa Churyumov-Gerasimenko. Será la primera nave en acercarse a un cometa (en agosto), depositar en la superficie de su núcleo un módulo y seguirlo en su aproximación al Sol.

Cómo agarrar un asteroide

A pesar de no disponer por ahora de cobertura presupuestaria, la NASA sigue adelante, al menos conceptualmente, con sus planes para mandar una misión tripulada a un asteroide, que presenta como una etapa necesaria antes de enviar seres humanos a Marte. Lo último que ha hecho es lanzar un concurso de ideas para financiar este año los primeros pasos de las 25 elegidas, con hasta 4,3 millones de euros en total

Se trata de mandar astronautas más lejos que nunca, explican los directivos de la NASA. La misión, que califican de osada, consta de tres elementos: identificación de objetivos, una parte robótica para capturar y redirigir el asteroide seleccionado hacia una órbita estable más allá de la Luna y una parte tripulada, a bordo de una nave Orion, en la que los astronautas llegarán al asteroide capturado y realizarán paseos espaciales para tomar muestras y volver con ellas a la Tierra. Para ellos sería un viaje de unos nueve días de ida y 11 de vuelta.

Pero la misión no está definida. Por ahora existen dos posibilidades: atrapar una roca de la superficie de un asteroide o un asteroide entero de más de un metro de diámetro. Los expertos que participaron la semana pasada en un congreso sobre el tema en EE UU reconocieron que es difícil evaluar a distancia la resistencia de los materiales celestes, ya que existe el riesgo de que se desintegren al capturarlos. “Para alcanzar Marte nos basaremos en nuevas tecnologías y capacidades que probaremos en esta misión”, dice William Gerstenmaier, director de exploración tripulada de la NASA.

Las áreas del concurso de ideas son: sistemas de captura de asteroides, sensores para el acercamiento, adaptación de naves comerciales para la misión y estudios de viabilidad para misiones complementarias. El primer ensayo sería en 2019, para probar que es factible. Ya hay cuatro asteroides seleccionados que se pondrán a tiro en los años veinte.

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