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Pistorius, tocado pero no hundido

El atleta paralímpico concluye su testimonio ante el tribunal que le juzga por el asesinato de su novia

Oscar Pistorius en el juicio por el asesinato de su novia el 15 de abril.
Oscar Pistorius en el juicio por el asesinato de su novia el 15 de abril.SIPHIWE SIBEKO (AFP)

Tocado pero no hundido. Oscar Pistorius ha bajado este martes del estrado donde durante seis intensas jornadas ha declarado como testigo principal en el juicio por la muerte de su novia, la modelo Reeva Steenkamp. El paralímpico sudafricano ha mantenido la versión de que disparó pensando que detrás de la puerta había un intruso y no su exnovia. Su discurso ha dejado, sin embargo, más de una inconcreción. "No me acuerdo", "no estoy seguro", "me he equivocado", ha respondido en más de una ocasión.

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El deportista —que se convirtió en los Juegos de Londres de 2012 en el primero con las dos piernas amputadas en competir en unas Olimpiadas— ha terminado su testimonio leyendo un mensaje de amor escrito para él por la modelo el Día de San Valentín del año pasado. El mismo día en que la mató. "Creo que hoy es un buen día para decirte que te quiero", reza la tarjeta de felicitación que el abogado defensor, Barry Roux, le ha pasado al deportista después de la última pregunta que le ha hecho a su cliente.

Pistorius ha defendido, durante todas las jornadas del juicio, que disparó a la que por aquel entonces era su novia por accidente. La madrugada del 14 de febrero de 2013, el atleta se levantó, según su versión, por el intenso calor e intercambió una frase con Steenkamp, a la que solo pudo oír y no ver porque la habitación estaba a oscuras. Mientras se levantó a enchufar los ventiladores, oyó lo que le pareció un portazo en el lavabo. Sin encender la luz, pidió a la chica que "llamara a la policía" y salió con su pistola hacia el origen del ruido, sospechando que había un ladrón. Detrás de la puerta estaba Steenkamp, que murió casi en el acto por las heridas de bala. 

"Disparé por accidente, no tenía intención de matar a nadie", explicó entre lágrimas al fiscal que le recriminó que "adaptara su versión". Hasta ese momento, Pistorius no había revelado que la chica estaba despierta. Esta es una de las claves en las que se sustenta la acusación pública para tirar por suelo el relato "improbable e inverosímil" del atleta. Pistorius no puede explicar cómo puede ser que no oyera a Steenkamp abandonar la habitación, que no verificara que estaba a salvo en la cama o esperara un comentario antes de disparar. La acusación le cuestiona, además, que obviara algunos de estos detalles en su declaración jurada, efectuada días después de los hechos.

Pistorius chilló al supuesto ladrón que "saliera de la casa", según cuenta, pero no esperó a que hubiera alguna respuesta o movimiento. Solo pensó que "alguien le atacaría" y "sin tener tiempo para pensar" disparó los cuatro tiros fatales. Al volver a la habitación vacía, se dio cuenta de que Steenkamp era la víctima y salió al balcón a pedir ayuda.

Esta versión es insostenible para el fiscal. Primero porque la chica "no tuvo tiempo" de ir al baño, encerrarse, orinar (su vejiga estaba vacía) y ponerse la ropa. Y, en segundo lugar, la versión queda desacreditada porque la disposición de los objetos en la habitación cerraba el paso al balcón. Sin embargo, Pistorius subrayó que la policía había cambiado de posición ventiladores y edredón y había abierto las cortinas para incriminarle.

El velocista se quebró en más de una ocasión durante el interrogatorio. "¿Por qué ahora se emociona y no antes?", le preguntaba el fiscal, para quien esas lágrimas eran un intento "de escape" ante las preguntas que no encajaban con su historia.

La acusación pública sostiene que la pareja empezó una discusión hacia las 2 de la madrugada, cuando algunos vecinos oyeron los gritos de una mujer, y que Steenkamp intentó vestirse e irse de la casa, pero asustada, se refugió en el pequeño lavabo, donde ante la puerta continuó "hablando" con Pistorius. Así recibió los tiros.

Está previsto que el juicio se alargue como mínimo un mes más. La fiscalía acusa a Pistorius de asesinato premeditado, mientras que el atleta se declara inocente de los cuatro cargos que se le imputan. "Usted tiene que tomar la responsabilidad de haber matado a Reeva", reclamó el fiscal, que retrató al atleta como un hombre egoísta que no quería asumir ninguna culpa. "Su vida es yo, mi, todo sobre Oscar", le reprochó.

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