_
_
_
_
_

La médica del ‘caso Treviño’: “Igual se me escapó algo”

Asegura que la muerte de la niña no fue por enredo territorial En la investigación interna afirma que analizó “todos los recursos” posibles

La médica del 112 vasco que atendió a los padres de Anne Ganuza, la pequeña de tres años residente en el municipio del enclave burgalés de La Puebla de Arganzón que falleció en marzo por complicaciones de una varicela, reconoce que se le pudo “escapar” algo en la evaluación de su situación y asegura que no movilizó más recursos que a la médica de guardia del municipio vecino, Condado de Treviño, por cuestiones que nada tienen que ver con la vecindad administrativa.

Según se recoge en la conversación entre la coordinadora de emergencias y el instructor de la investigación interna que el Departamento vasco de Salud realizó tras el fallecimiento, a cuya transcripción ha tenido acceso este periódico, en su decisión “no influyó que fuera de Treviño para nada”. En otra respuesta, reconoce: “Igual hay cosas que se me han escapado” en el proceso de evaluación de la situación de la menor.

“Al principio tuve muchas dudas, pero al decirme que el día anterior estuvo en Txagorritxu [el hospital de Vitoria] y que estaba esperando a su marido, valoré que podría verla el médico”, recoge la transcripción, en la que asegura que antes analizó “todos los recursos” posibles. La tarde anterior le dieron el alta en urgencias porque su situación era “normal”, según el informe, en el que el médico de familia que atendió a la niña resalta que pidió que “si empeoraba la trajesen” de nuevo.

La investigación concluye que el error de la profesional del 112 fue el único que se cometió

La investigación concluyó que el de la profesional del 112 fue el único error de toda una cronología que arrancó con esa atención en las urgencias vitorianas el domingo 16 de marzo y finalizó en ese mismo escenario, donde la pequeña falleció a las ocho y media de la mañana siguiente por un choque séptico. El instructor consideró que la coordinadora “no valoró adecuadamente la información recibida, en la que claramente se ponían de manifiesto criterios de gravedad” en el estado de la pequeña.

La conclusión a la que llegó, tras cinco minutos y medio de conversación con la madre de la menor, fue la de llamar a la médica de guardia de Condado de Treviño para una nueva valoración porque, según el protocolo que citó la responsable del 112, “el médico es de Treviño, la ambulancia puede ser de Vitoria o de Zambrana”. Cuando la profesional de guardia llegó a la vivienda, la familia ya se había trasladado a Vitoria. La responsable de emergencias ha sido expedientada —el informe recoge que si hubiera movilizado una ambulancia el curso de los acontecimientos no hubiese variado, pero considera que la atención no fue correcta— y la denuncia presentada por la familia sigue su curso.

En el terreno político, los consejeros de Salud de Castilla y León y Euskadi reiteraron en un nuevo comunicado ayer que “lo que se produjo en este desgraciado caso no ha sido debido, en ningún modo, a un problema de competencias políticas ni de ausencia de disponibilidad de recursos”. Desde el PP vasco, su portavoz Laura Garrido planteó que podría ser necesario mejorar los protocolos. El PP vasco, al igual que otros como el PSE, mantiene dudas sobre la atención que recibió la niña en urgencias del País Vasco el día antes de morir, un aspecto sobre el que Salud cierra filas señalando que la actuación fue “correcta”.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_