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Luces, cámaras y… ¡empleo!

El sector audiovisual se posiciona para un futuro de posibilidades

Miguel Á. García Vega

Fundido a negro. Así se siente la industria del cine desde hace años. Menos rodajes, menos salas; menos negocio. Pese a todo, la imagen continúa ejerciendo una fuerza irresistible para miles de jovenes, que eligen los estudios audiovisuales como su opción laboral. “En 10 o 15 años habrá más de 30 profesiones en las que veremos grandes opciones de trabajar y que ahora mismo ni existen”, apunta Juan Antonio Escarabajal, director de marketing de la Universidad Nebrija. Cada vez hay más dobles titulaciones, y todo lo relacionado con videojuegos y aplicaciones para soportes móviles tienen un presente enorme. En Nebrija la enseñanza en Comunicación Audiovisual cuesta 10.025 euros anuales (240 créditos y cuatro años). En la Universidad de Deusto unos estudios similares andan en 6.540 euros.

La industria audiovisual está débil pero el futuro se escribe con renglones rectos. De hecho, la tasa de inserción laboral del grado de Comunicación Audiovisual en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) es del 85,96%. Un buen porcentaje para unos estudios exigentes (la nota de entrada es de 9,4) que requieren del alumno cuatro años de esfuerzo y de sus padres 8.548 euros en total para sufragarlo. Un sacrificio que tiene recompensa. “Muchos de nuestros estudiantes ya están en redacciones de radio y televisión y otros, incluso, han montado sus pequeñas productoras”, sostiene Montse Bonet, coordinadora de Estudios de Comunicación Audiovisual de la UAB.

Lo relacionado con videojuegos y aplicaciones para móviles tiene un presente enorme

Sin duda es una formación que está de moda. La Universidad de Alcalá de Henares de Madrid lanzaba su primer grado de Comunicación Audiovisual en el curso 2011-2012. Son 240 créditos y un precio final por cuatro años de estudios de 6.480 euros. La Universidad Europea presentará para 2014-2015 tres nuevos grados: en creación y desarrollo de videojuegos, en animación y en fotografía. Nadie quiere quedarse fuera del futuro. En la Universidad Pompeu Fabra (UPF) los alumnos completan un trabajo de fin de carrera que es una tarjeta de presentación laboral. Si es cine, por ejemplo, es un corto. “Con ellos enseñamos a los chicos a entrar en los circuitos de festivales. La idea es que generen un producto que se pueda medir con el de otros ahí fuera”, explica Fran Benavente, director de Estudios de Comunicación Audiovisual de la UPF. Es un grado de cuatro años y la matrícula de primer curso cuesta 2.286 euros.

Junto a los campus universitarios han surgido con fuerza muchos espacios privados. Como el CES, Escuela Superior de Imagen y Sonido, enfocado a lo que demanda el mercado. Destaca el curso de Grado Medio de Laboratorio de Imagen. Además, Miguel Ángel Muñoz, director del centro, escoge tres más: “Realización, Sonido, y, por supuesto, Animación”. De fondo, streamming, video on demand y aplicaciones para móviles

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Sobre la firma

Miguel Á. García Vega
Lleva unos 25 años escribiendo en EL PAÍS, actualmente para Cultura, Negocios, El País Semanal, Retina, Suplementos Especiales e Ideas. Sus textos han sido republicados por La Nación (Argentina), La Tercera (Chile) o Le Monde (Francia). Ha recibido, entre otros, los premios AECOC, Accenture, Antonio Moreno Espejo (CNMV) y Ciudad de Badajoz.

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