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Reino Unido detiene en una operación de seis meses a 660 presuntos pederastas

Las autoridades adoptan medidas de protección para 400 menores

La policía británica ha detenido a un total de 660 presuntos pederastas en una gigantesca operación que se ha prolongado durante seis meses y en la que han participado hasta 45 fuerzas policiales de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte. Más de 400 niños “han sido puestos” a salvo. Entre los detenidos figuran maestros, doctores, dirigentes de grupos de Scouts, trabajadores sociales, policías retirados y adultos que tenían a niños en sus casa en régimen de acogida.

El resultado de la investigación se ha difundido coincidiendo con una gran polémica nacional acerca de la existencia de una presunta red pederasta en el parlamento de Westminster en los años 70 y 80, lo que ha obligado a la policía a precisar que ninguno de los detenidos es o ha sido ni diputado ni miembro del Gobierno.

La operación ha exigido un esfuerzo de coordinación sin precedentes de una fuerza policial que está extraordinariamente descentralizada y ha exigido el registro de 883 domicilios y el examen de 9.172 ordenadores, teléfonos y discos duros.

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Phil Gormley, director general adjunto de la Agencia Nacional contra el Crimen (NCA en sus siglas en inglés), ha explicado que el acceso a parte de las imágenes de abusos se hacía a través de la llamada Darknet o red oscura, que no aparece en los buscadores convencionales, y que los usuarios utilizaban monedas virtuales para evitar ser detectados. Según la ONG Internet Watch Foundation, menos del 1% de esos contenidos se alojan en Reino Unido.

“Algunas de estas personas que empiezan accediendo a imágenes disponibles en la red acaban abusando directamente de los niños. O sea, que la operación no solo tenía como objetivo atrapar a gente que ya ha cometido delitos sino influir a potenciales delincuentes para que no crucen esa línea”, ha declarado Gormley. “Queremos que esos criminales sepan que Internet no es un espacio anónimo seguro para acceder a imágenes indecentes, que dejan un rastro digital y que los cuerpos policiales les encontrarán”, añadió.

La inmensa mayoría de los detenidos no había sido nunca detenido en el pasado, aunque 39 de ellos estaban en el registro oficial de delincuentes sexuales y uno de ellos había sido condenado en el pasado por la violación de una niña de 13 años. Entre las imágenes de menores encontradas ahora en su casa había un amplio abanico, desde “posturas eróticas hasta las formas más graves de abusos”, según la policía.

Otro de los detenidos ha admitido que lleva más de 30 años viendo imágenes de abusos sexuales a menores y que empezó a hacerlo cuando él mismo tenía 16 años. Otro es un abuelo con acceso a 17 nietos, dos de los cuales le han acusado de abusos. Otro era un médico que tenía más de un millón de imágenes de abusos a niños y que se las había arreglado para quedar con algunos niños.

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