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Un vertido de petróleo afecta a una reserva marina de Gran Canaria

El presidente Paulino Rivero se ha desplazado a la zona, donde se suele practicar buceo

Limpieza del vertido en El Cabrón.Foto: atlas | Vídeo: ARÍSTIDES RODRÍGUEZ / ATLAS

La costa de Agüimes, en Gran Canaria, presenta un aspecto que recuerda inmediatamente a la tragedia del Prestige en el mar gallego. Voluntarios con mono blanco y mascarillas se empeñan en limpiar de chapapote -en las islas lo llaman piche- una zona rocosa que hasta ayer hacía las delicias de los submarinistas. Desde el miércoles por la tarde, una mancha de procedencia dudosa se extiende por la costa ocupando unos 200 metros. El responsable de Capitanía Marítima de Las Palmas ha dicho que no tiene "ni idea" de dónde ha salido ese aceite, pero no cree que sea de la limpieza de las sentinas de algún barco, algo en lo que sí piensan todos los ciudadanos, porque no es la primera vez que ocurre: en abril, dos playas de Gran Canarias, en San Bartolomé de Tirajana, estuvo cerrada al baño por algo similar.

La Guardia Civil y Capitanía Marítima, que han asumido la investigación, calculan que se habrán vertido unos 200 litros de fuel "limpio", a pesar de que el aspecto que muestra la zona parece afectado por una cantidad mucho mayor. Los investigadores no descartan ninguna hipótesis por ahora. Entre ellas, incluyen la rotura de una tubería que lleve petróleo y esté en contacto con el mar, la limpieza de sentina de un barco que transitaba por la zona, en este caso reducida por la pureza del petróleo que llegó a la costa, o de un sabotaje.

Paco Galván caminaba enfurecido esta tarde mientras el polvo que levantaba el persistente viento que sopla en la reserva de Arinaga le llevaba a la cara la arena de la carretera sin asfaltar que conduce a la reserva marina de la Playa del Cabrón, que así se llama la parte afectada. Su enfado no era por el viento, vecino de toda la vida, sino por el petróleo incrustado en las rocas de su lugar de recreo. “Pueden estar tranquilos los barcos que tiran petróleo al mar, nadie los va a buscar”, masculló con pocas ganas mientras, hambriento, se marchaba a casa a comer después de estar frotando piedras y sacando cubos de piche del mar.

El vertido arribó a la costa de Gran Canaria el miércoles a las cinco de la tarde y afecta a unos 200 metros de litoral. A última hora de este jueves, más de 100 voluntarios, junto a personal del Ayuntamiento de Agüimes seguían trabajando para retirar el mayor petróleo posible, antes de que la pleamar llegase a su punto álgido.

Gabriel Arencibia, de 35 años, llegó con unos amigos por la mañana, alarmado después de que anoche le hablaran del vertido. “No me imaginaba que fuera algo tan potente. Hemos estado limpiando una cueva y ahí adentro todo está muerto. Los cangrejos intentaban moverse pero no podían"; a unos metros, varios voluntarios sostenían una manguera que expulsaba agua a presión y se desempeñaban en la cueva. Raquel Santana, de 20 años, frotaba una roca con una espátula: “Me esperaba menos, todo está negro”

La zona afectada no es de baño y sí de buceo. A unos metros, se encuentra la codiciada cala de El Cabrón, donde Eva Rosa pasa los veranos. “El miércoles a mediodía vimos una lancha de Salvamar (Fomento) haciendo movimientos rápidos aquí muy cerca, no sabíamos que estaba pasando. Luego ya vimos que una gran bolsa de petróleo había llegado a la costa”. Fuentes del Ministerio de Fomento han asegurado que la Salvamar supo desde las dos de la tarde que una mancha negra de petróleo se aproximaba a la costa de Arinaga. Sin embargo, al Ayuntamiento avisó a los buceadores que frecuentan las calas de roca. Antonio Morales, alcalde de la localidad, aseguró que las autoridades disponían de información que nadie le comunicó.

Morales sostiene que “Canarias no está preparada para reaccionar ante este tipo de vertidos y que no hay protocolo de emergencias”. Según tuvieron conocimiento de lo que estaba ocurriendo se pusieron en contacto con el cabildo de Gran Canaria, obteniendo la respuesta de que en ese momento el personal disponible estaba atendiendo un conato de incendio que se producía a la misma hora en el centro de la isla. Llamaron también a la Delegación del Gobierno, que ha abierto una investigación para saber lo ocurrido y se deriva a la Guardia Civil y a la Capitanía Marítima de Las Palmas competentes para investigar el suceso. Ahora se baraja tanto la hipótesis de una imprudente limpieza de sentina, como un vertido de fuel por una rotura.

Esta mañana, el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, se desplazó hasta la cala para analizar el impacto del vertido y declaró que es una “pequeña muestra” de lo que podría suceder si durante las prospecciones petrolíferas que hará Repsol a partir de octubre en aguas cercanas a Canarias se produjera algún derrame El presidente recordó el rechazo de su Gobierno a estas prospecciones. Las corrientes, con viento del sureste, llevan a la misma parte del litoral grancanario los vertidos que se producen, como el causado el pasado mes de abril unos kilómetros más al sur, en la playa de El Castillo del Romeral, en San Bartolomé de Tirajana, que estuvo varios días cerrada para el uso público.

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