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Violadas y asesinadas tres religiosas italianas en Burundi

Las misioneras fueron atacadas en un convento de la periferia de la capital La policía interroga a varias personas por el suceso

Bernardetta Boggian, una de las tres religiosas asesinadas en Burundi, en una imagen cedida por su congregación.
Bernardetta Boggian, una de las tres religiosas asesinadas en Burundi, en una imagen cedida por su congregación.AFP

Tres religiosas italianas de avanzada edad han sido violadas y asesinadas salvajemente entre el domingo y este lunes en un convento de Kamenge, en la periferia de Bujumbura, capital de Burundi.

Según ha explicado el director general de la Policía de Burundi, el general Godefroid Bizimana, las misioneras Lucia Pulici, de 75 años de edad, y Olga Raschietti, de 83, fueron degolladas el domingo y el agresor se ensañó con una de ellas al golpearla en la cara con una piedra. La tercera religiosa, identificada como Bernadetta Boggian, de 79 años, fue atacada en la madrugada del lunes en el mismo convento. Su cuerpo fue hallado decapitado, ha afirmado Bizimana. El portavoz de la Policía, el coronel Helmegilde Harimenshi, ha añadido que las tres víctimas fueron violadas.

Las autoridades italianas han confirmado el asesinato de las tres mujeres, integrantes de las Misioneras Javerianas. Según ha afirmado la diócesis italiana de Parma, las dos primeras religiosas fueron atacadas durante un intento de robo por "una persona desequilibrada".

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La Policía de Burundi, mientras, asegura que el agresor no se llevó nada del convento y duda del robo como móvil de los asesinatos. Los investigadores han identificado a un hombre joven como posible sospechoso de las dos primeras muertes, e intentan aclarar las circunstancias del asesinato de la tercera religiosa. Además, según el portavoz policial, tres guardias de la parroquia de Kamenge están siendo interrogados.

El sacerdote Mario Pulcini, superior de los misioneros javerianos en Burundi, ha contado al periódico italiano La Repubblica que Bernadetta Boggian descubrió los cuerpos de sus compañeras asesinadas al regresar al convento el domingo tras recoger a otras religiosas del aeropuerto. Pese a la convulsión por el suceso, el resto de misioneras decidieron pasar la noche en el convento. Durante la madrugada, oyeron ruidos y avisaron por teléfono al sacerdote. Poco después, el cuerpo de Bernadetta Boggian fue hallado decapitado en medio de un gran charco de sangre.

El papa Francisco ha expresado este lunes su "tristeza" por la violenta muerte de las tres religiosas italianas. El pésame del pontífice fue transmitido mediante una carta que el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolín, remitió al obispo de Bujumbura, Evariste Ngoyagoye, y a la superiora general de las Misioneras Javerianas, Ines Frizza.

La ministra de Exteriores italiana, Federica Mogherini, ha expresado también a través de un comunicado su "gran dolor" por el suceso. "El Gobierno de Burundi está consternado por esta barbarie", ha asegurado, por su parte, el vicepresidente del país africano, Prosper Bazombanza, quien ha prometido que se intentará esclarecer cuanto antes el caso.

En noviembre de 2011, un cooperante italiano y una religiosa croata fueron asesinados durante una misión religiosa en Ngozi, en el norte de Burundi. Los dos agresores fueron detenidos rápidamente y condenados a cadena perpetua.

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