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Variedad de terrenos en el cometa de la nave ‘Rosetta’

Los científicos identifican precipicios, depresiones, cráteres y peñascos en 67P/Churyumov-Gerasimenko

Precipicios y rocas en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko captados por la cámara Osiris de la nave `Rosetta´ el pasado 5 de septiembre desde 62 kilómetros de distancia. Cada píxel corresponde a un metro.
Precipicios y rocas en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko captados por la cámara Osiris de la nave `Rosetta´ el pasado 5 de septiembre desde 62 kilómetros de distancia. Cada píxel corresponde a un metro. ESA/Rosetta/MPS for OSIRIS Team MPS/UPD/LAM/IAA/SSO/INTA/UPM/DASP/IDA

Las imágenes de alta resolución de la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko que está tomando allí mismo la nave espacial europea Rosetta, están mostrando cómo es un objeto celeste de este tipo como nunca antes se ha visto. “Con áreas que están dominadas por precipicios, depresiones, cráteres peñascos e incluso surcos paralelos, 67P/Churyumov-Gerasimenko presenta múltiples terrenos diferentes”, explican los científicos del Instituto Max Planck de Investigación del Sistema Solar que están estudiando las imágenes que toma la Rosetta (de la Agencia Europea del Espacio, ESA) con su cámara Osiris. “Aunque algunas de esas áreas parecen estar tranquilas, otras parecen conformadas por la actividad del cometa”.

Las fotos tomadas la semana pasada, desde una distancia de 62 kilómetros de la superficie, tienen una resolución de aproximadamente un metro por píxel.

“Este primera mapa es, por supuesto, solo el principio de nuestro trabajo”, señala Holger Sierks el investigador principal de Osiris, en la que participan científicos e ingenieros de varios países, incluida España. “Por el momento, nadie comprende realmente cómo se han producido las variaciones morfológicas que estamos viendo”, añáde. En los próximos meses, a medida que 67P/Churyumov-Gerasimenko, escoltado por la Rosetta, se vaya aproximando al Sol, los científicos estarán muy pendientes de cualquier cambio que pueda producirse en su superficie al incrementar su actividad cometaria. Aunque no esperan cambios radicales, cualquier transformación que se produzca puede ayudar a explicar el origen de esos terrenos tan variados en el objeto celeste.

Mientras tanto, todos los datos resultan útiles para el grupo de expertos que decidirá, a finales de esta misma semana, el mejor lugar para el aterrizaje de la sonda Philae que lleva la nave espacial, y que descenderá hasta el suelo del cometa para fijarse allí, el próximo mes de noviembre. Los especialistas están evaluando cinco posibles puntos de descenso que han sido preseleccionados teniendo en cuenta el interés científico, las exigencias técnicas de la sonda y el riesgo asociado a cada uno.

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