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Descubierto el virus asociado a una alta mortalidad infantil por neumonía

El patógeno está asociado al 20% de las defunciones.- No existe vacuna

El virus respiratorio sincitial (VRS) puede causar síntomas leves parecidos a los de un constipado en adultos y niños mayores. Sin embargo, en niños de corta edad puede provocar problemas respiratorios graves e incluso la muerte por neumonía. La revisión de 30 estudios realizados en países industrializados y en vías en desarrollo muestran que el VRS es el principal responsable de las neumonías en niños menores de 5 años, provocando un elevado número de casos graves, ingresos hospitalarios y hasta el 19% de las muertes en este grupo de edad, sobre todo en los países con menores recursos. Este trabajo, financiado por la Organización Mundial de la Salud y la Bill & Melinda Gates Foundation, es el más completo de los que se han realizado hasta la fecha y lo ha publicado The Lancet.

En el estudio han participado activamente científicos españoles del CRESIB (Hospital Clínic - Universidad de Barcelona, IDIBAPS), a través de su director Pedro L. Alonso, y del bioestadístico Llorenç Quintó, el Centro de Investigación en Salud de Manhiça (CISM) en Mozambique, a través del área de infecciones respiratorias que actualmente coordina Betuel Sigaúque, y la doctora Anna Roca.

Durante mucho tiempo se ha subestimado el papel de las neumonías como causa global de enfermedad y muerte asociada a la infancia en todo el mundo. Uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas es reducir la mortalidad infantil en el 60% para el año 2015. Distintos organismos internacionales generaron datos que mostraron que la neumonía es la primera causa de muerte infantil en todo el mundo, pero para combatir esta enfermedad y establecer prioridades en intervenciones de salud pública, era necesario determinar qué patógenos están asociados a la neumonía y su carga global. Por este motivo, la OMS impulsó estudios en los que se analizaron las causas bacterianas más importantes de esta enfermedad: el neumococo y el Haemophilus influenzae b (Hib) y, en el estudio publicado en The Lancet, el virus respiratorio sincitial (VRS).

Aislado en 1956 por Morris, el VRS es un mixovirus ARN, del género Pneumovirus, que pertenece a la familia de los Paramyxoviridae. Este virus puede sobrevivir varias horas en superficies no porosas y es altamente contagioso; se difunde a través de las secreciones nasofaríngeas de la persona afectada.

El análisis global de este trabajo internacional recoge estudios realizados en Europa (8), África (7), Asia (6), Australia (1) y el continente americano (14), durante 14 años (entre 1995 y 2009). Los resultados obtenidos en esta investigación indican que el VRS es, probablemente, la primera causa de neumonía infantil en el mundo, provocando aproximadamente 34 millones de casos anuales en niños menores de cinco años. El VRS también causa cada año el ingreso hospitalario de 3,4 millones de niños menores de cinco años y el fallecimiento de entre 66.000 y 199.000 muertes en este grupo poblacional. Como explican los investigadores, el 99% de estas muertes, como es habitual en la mayoría de enfermedades infecciosas, se produce en los países con menores recursos. En España se estima que las infecciones por el VRS causan al año entre 15.000 y 20.000 visitas pediátricas de urgencia y de 7.000 a 14.000 hospitalizaciones.

La incidencia y mortalidad causadas por el virus respiratorio sincitial pueden variar notablemente año a año en una zona determinada. Según explican los científicos, esta variabilidad se debería a la ausencia global de datos, fundamentalmente en los países que registran una mortalidad más elevada y en los que existe una importante escasez o ausencia de equipamientos diagnósticos. Es lo que sucede en gran parte de países de África y Asia, donde prácticamente no se diagnostica este virus. Además, muchas de estas muertes se producen en niños que nunca han visitado un centro hospitalario o, que si lo han hecho, no han tenido una atención sanitaria suficiente por falta de recursos o de profesionales sanitarios formados.

Mientras no se desarrolle una vacuna efectiva contra el VRS, la mejor forma para reducir las elevadas tasas de mortalidad infantil es promover el uso de los centros hospitalarios en países donde esta práctica es poco habitual y el aprovisionamiento de terapia con oxígeno.

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