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El Gobierno confirma su intención de prorrogar Garoña hasta 2019

El ministro de Industria afirma que España no puede renunciar a ningún tipo de energía El Gobierno da por definitivo un informe de trámite del Consejo de Seguridad Nuclear

Manifestantes a favor del cierre de la central nuclear burgalesa, en una imagen de archivo.
Manifestantes a favor del cierre de la central nuclear burgalesa, en una imagen de archivo. EFE

El ministro de Industria, José Manuel Soria, ha confirmado hoy su intención de que la nuclear de Garoña, en Burgos, funcione hasta 2019. Lo hizo un día después de que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) contestara al Gobierno que no tiene inconveniente en que se modifique la orden ministerial de clausura del anterior Gobierno. El trámite no es definitivo -es casi una obviedad que el Gobierno puede modificar una orden ministerial- y aún falta que el CSN apruebe la prórroga y fije las millonarias inversiones que debe realizar en seguridad. El titular de Industria ha dicho que España "no puede permitirse renunciar a ningún tipo de fuente energética".

Soria ha afirmado al prórroga sería por cinco años, aunque su departamento tramita el alargamiento de vida por seis, los que van desde 2013 (fecha de cierre actual) hasta 2019. El CSN recordó ayer, no obstante, que este informe -que había pedido Industria- no excluye y es independiente del que deberá hacer el organismo regulador ante una nueva petición de licencia para la instalación. Añade asimismo que tampoco prefigura en ningún caso el sentido o el contenido del informe que deberá realizarse sobre la licencia de la central.

En 2009, el CSN ya aceptó que Garoña funcionase hasta 2019 si realizaba inversiones millonarias en seguridad. El Gobierno socialista decidió en cambio darle a la nuclear solo cuatro años más de vida y fijó su fecha de cierre en 2013. El Gobierno del PP, en una de sus primeras decisiones, preguntó al CSN cómo debía modificar la orden de cierre, que impedía realizar obras en la planta. El movimiento sorprendió en el consejo, ya que no todos sus consejeros (dos propuestos por el PSOE, dos por el PP y uno por CiU) veían claro que ese fuese su cometido. El pleno evaluó en varias ocasiones la respuesta pero la fue demorando para buscar el consenso. Ayer lo aprobó por unanimidad en una reunión extraordinario.

La nuclear, propiedad al 50% de Endesa e Iberdrola, deberá añadir a las condiciones establecidas en 2009 las mejoras derivadas del accidente de Fukushima. "No podemos permitirnos renunciar a ninguna fuente de energía", ha insistido el titular de Industria ante el plenario del congreso del PP, donde ha asegurado que la intención del Ejecutivo es que el modelo energético español sea "más seguro, equilibrado y eficiente".

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