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TIERRA

Vuelven las chinches

La especie ha resurgido debido al tráfico internacional de mercancías y al incremento del turismo

Esther Sánchez
Las chinches miden entre cuatro y siete milímetros.
Las chinches miden entre cuatro y siete milímetros.

Una vieja y olvidada especie, la chinche de la cama, que se consideraba erradicada desde hace medio siglo, ha vuelto a España y está presente en la mayor parte de las comunidades autónomas, sobre todo en las más turísticas. Las llamadas a los servicios de eliminación de plagas por este motivo se han incrementado un 70% en los últimos cinco años en España y Portugal, según un estudio realizado por la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (Anecpla) en colaboración con la Universidad Autónoma de Madrid.

“Se han convertido en un problema social y de salud pública”, asegura Milagros Fernández de Leceta, presidenta de la Asociación. La plaga también se extiende por otros lugares donde se consideraba extinguida como Europa, Estados Unidos y Australia. "Pueden infestar cualquier lugar. Vienen en mobiliario importado de países subdesarrollados o también los puedes traer en el equipaje”, continúa. Cuando anidan su erradicación es muy complicada, sobre todo porque tanto ciudadanos como empresas consideraban que el molesto insecto había desaparecido para siempre. "Todavía si alguien se ve una picadura piensa que el responsable es un mosquito o una araña, pero nunca una chinche”, explica Fernández de Leceta.

Rastro que dejan las chinches.
Rastro que dejan las chinches.

Los primeros avisos de su presencia llegaron en 2004 desde albergues del Camino de Santiago y en algún hotel de la Costa del Sol. De ahí, se han seguido extendiendo por múltiples factores, los más importantes: el desconocimiento de la especie, el incremento del turismo y del tránsito de mercancías y equipaje contaminados, además de que se hacen resistentes a los biocidas con los que se las combate. La mayoría de los tratamientos realizados en los cinco años que abarca el estudio se han llevado a cabo en viviendas (35%); hoteles, hostales y pensiones (30%), hostelería (5%), seguido de residencias de ancianos, colegios, universidades, entre otros lugares públicos.

La mejor forma para descartar una posible colonización por chinches es comprobar si hay pequeñas manchas de sangre en la cama y buscar excrementos y huevos. “Lo primero es inspeccionar el colchón, el cabecero, el somier y la ropa de cama. Aunque también pueden estar detrás de un cuadro, en las cortinas, en armarios, rodapiés o tapajuntas. En cualquier lugar, pero sobre todo en la zona cercana a las camas, porque se alimentan exclusivamente de sangre y es un animal nocturno”. Anecpla ha elaborado un manual junto con el Ayuntamiento de Madrid que informa sobre los comportamientos de esta especie para ayudar a prevenir su proliferación.

Fernández de Lezqueta alerta de que no es la única especie que está causando problemas. "Estamos detectando un incremento de ratas en algunos lugares, pero hasta que no llevemos a cabo un estudio (previsto para el año que viene) todavía es pronto para saber qué importancia tiene y las causas". Dentro de las especies invasoras, preocupan especialmente el mosquito tigre, la cotorra argentina, la cucaracha americana o las avispas asiáticas.

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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