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“Detesto que me miren con pena”

La deportista cambió la percepción de los paralímpicos en Reino Unido

Tanni Grey-Thompson admite: “Si pierdo no da igual. A mí no me da igual”.
Tanni Grey-Thompson admite: “Si pierdo no da igual. A mí no me da igual”.LUIS SEVILLANO

Es británica, baronesa, activista a favor de los derechos de los discapacitados y embajadora de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Pero Tanni Grey-Thompson (Cardiff, 1969), antes que nada, es una atleta. Y una de las mejores en la historia de su país. La espina bífida la obligó a moverse en silla de ruedas desde los siete años. A los 15, se propuso ganar el maratón de Londres y lo consiguió: seis veces. Antes de su retirada, en 2007, obtuvo 16 medallas olímpicas. La primera mujer en recorrer 400 metros en silla de ruedas en menos de un minuto es una comensal tan cercana que es extraño llamarla baronesa, el título que obtuvo gracias a sus logros. Ella es Tanni.

Bautizada como Carys Davina, Tanni pide un café y una tarta de manzana. El camarero le aclara que no se trata de un apple pie, sino de su variante española. “¡Mejor!”, responde. En la espera explica el porqué de su nombre. Su hermana Sian, entonces de dos años, exclamó al verla: Tiny! (pequeñita, en inglés). Y Tiny se convirtió en Tanni. “Mis padres me exigieron lo mismo que a los demás. Nunca me sentí distinta”, afirma.

Recuerda con nostalgia los entrenamientos de su infancia. “Cuando amas el deporte y entrenas todos los días, te acostumbras a ver a las mismas personas siempre. Se forma una pequeña familia”, describe. Desde niña practicó el tiro con arco y el baloncesto. A los 13 años comenzó a competir en pruebas de velocidad. Ganó su primer campeonato dos años después. Su estreno olímpico llegó en Seúl, en 1988. La percepción sobre los atletas paralímpicos, asegura, ha cambiado mucho desde entonces. “La diferencia es abismal”, dice mientras saborea su tarta de manzana “a la española”.

Los pocos días (143, para ser exactos) que quedan para la cita olímpica en Londres le emocionan. La medallista describe que la ciudad está lista para recibir a los más de 900.000 visitantes que llegarán en verano. Añade que, para el comité organizador, la prioridad es el atleta. “Queremos que los deportistas sientan que son sus Juegos”.

¿Merece la pena organizar unos Juegos en tiempos de crisis? “Es un esfuerzo que no puede hacer cualquier país, es evidente, pero creo que es una inversión en promoción de la ciudad y el país”.

Pone como ejemplo Barcelona, una ciudad que le trae muy buenos recuerdos. Ahí logró sus primeros grandes triunfos, obtuvo cuatro medallas de oro. “Fueron unos juegos maravillosos”, recuerda. Tanni admite que Madrid, otrora rival para organizar los Juegos de este año, fue una contrincante “difícil de derrotar”. “Reconozco que muchos respiramos aliviados cuando Madrid salió eliminada. Es una candidata sólida”, comenta.

La prensa británica la describe como una de las atletas que cambiaron la percepción del deporte paralímpico en Reino Unido. “Antes un atleta paralímpico recibía comentarios como ‘Lo que importa es la competición’ y ‘¡Cuánta valentía!”. Tanni recuerda que en sus últimos juegos, en Atenas, un error le costó el primer puesto en una prueba. Le llovieron las críticas. “Dijeron que no había planteado bien la carrera, que estaba muy vieja”. Lo cuenta con una sonrisa. “Fue una reivindicación. Un atleta quiere que lo traten como eso. Detesto que me miren con pena. No quiero que, tras un fracaso, me digan que lo he hecho bien cuando no ha sido así. No quiero que me digan que si pierdo, da igual. A mí no me da igual”.

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