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Dos enfermeros reconocen haber matado al menos a 16 pacientes en Uruguay

Los acusados alegan que “no querían ver sufrir a la gente" Trabajaban en la unidad de cuidados intensivos de dos centros en Montevideo

Francisco Peregil
El ministro de Interior uruguayo, Eduardo Bonomi (con barba), y el de Salud, Jorge Venegas, ayer en rueda de prensa.
El ministro de Interior uruguayo, Eduardo Bonomi (con barba), y el de Salud, Jorge Venegas, ayer en rueda de prensa.M. R. (AFP)

Dos enfermeros que trabajaban en las unidades de cuidados intensivos de dos hospitales de Montevideo han reconocido haber matado al menos a 16 personas durante dos años, según las cifras proporcionadas este domingo por el juez que lleva el caso, Rolando Vomero. Junto a ellos ha sido detenida una enfermera acusada de encubrir los crímenes. Los acusados alegan que lo hicieron porque "no querían ver sufrir a la gente":

Tras enseñarles decenas de fotografías, uno de los imputados, de 39 años, que trabajaba en el hospital público Maciel y en el centro privado Asociación Española, asumió la muerte de cinco personas. El segundo, de 46 años y empleado de esta clínica, se hizo responsable de 11 homicidios. En algunos casos llegaron a inyectar morfina y aire a los pacientes, "lo que les ocasionaba la muerte en pocos minutos", señaló el juez. Aunque ambos se conocía no está demostrado que existiera ninguna conexión entre ambos.

Algunos medios uruguayos aseguran que no todos los pacientes estaban en  situación terminal

La investigación sigue en marcha y no se descarta que se hubieran producido más muertes, aparte de las 16 reconocidas por los enfermeros. Algunos medios uruguayos aseguran que no todos los pacientes se encontraban en una situación terminal cuando murieron. Ayer transcendió el caso de Santa Gladys Lemos, de 74 años, diabética ingresada con convulsiones el pasado 1 de marzo en el hospital público Maciel. Doce días después ya le dieron el alta. Preparaba el bolso para marcharse a casa junto a su esposo y su hija, según recoge el medio uruguayo subrayado.com. De pronto, empezó a sentirse mal, se desvaneció, tuvieron que atenderla y siete horas después había muerto. Los médicos dijeron que la causa fue un infarto. Pero el juez Vomero solicitó la autopsia del cadáver. La policía había iniciado dos meses atrás lo que bautizó como Operación Ángeles, en alusión a “ángeles de la muerte”, nombre con el que aluden al personal sanitario que practica homicidios. Una llamada anónima había alertado a los agentes. Las muertes se registraron en el hospital público Maciel y otra en la clínica Asociación Española Primera de Socorros Mutuos, uno de los centros más prestigiosos del país, fundado hace 158 años por inmigrantes españoles.

Los primeros datos desconcertaron a los investigadores, según relata el diario uruguayo El País, “ya que si bien se trataba de muertes no violentas, al menos sin indicios externos, los métodos utilizados diferían entre sí”. El juez solicitó la colaboración de las directivas de los centros involucrados y el pasado viernes mandó detener al primer enfermero. Además, ordenó la declaración a dos mujeres. Una salió en libertad el domingo y la otra, que es enfermera, fue detenida por encubrir a uno de ellos. Esta última, según subrayado.com, sería la esposa de uno de ellos.

 

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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