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Muere a los 68 años Pedro Macía, todoterreno televisivo

El cáncer termina con la vida de uno de los rostros más conocidos de la televisión de los 70

El País

El periodista Pedro Macía (Madrid, 1944), uno de los rostros televisivos más populares en los setenta como presentador del Telediario, falleció en la tarde de ayer, a los 68 años, víctima de un cáncer. Fue uno de los locutores que simbolizaron el cambio político durante los años de la Transición. Su atractivo físico y su complicidad con el espectador le valió ser bautizado por la audiencia de la época como telebombón.

Macía comenzó en Radio Juventud, donde alternó el trabajo de locutor con el cuadro de actores de la emisora. En 1961 ingresó como actor en Radio Nacional de España. Matías Prats le presentó al jefe de los servicios informativos de TVE y, por medio de este, ingresó como colaborador en 1963, con 19 años. En aquellos años se convertiría en un todoterreno del medio, trabajando como locutor, redactor, presentador, “incluso manejando la cámara y haciendo de regidor”, según recordaba el propio periodista. “Adopté un lema que me había enseñado mi padre: ‘Vete el primero para marcharte el último”.

Su tesón se vio recompensado con un rápido ascenso en la casa, que le encomienda todo tipo de programas, desde la retransmisión de las Fallas o acontecimientos deportivos hasta entrevistas y, finalmente, accede al equipo de informativos. A partir de 1973 se convierte en uno de los rostros más populares de la entonces única televisión y entre 1976 y 1978 se le encomienda la tercera edición del telediario, Ultima hora, integrado en un equipo de destacados profesionales: Eduardo Sotillos, Ladislao Azcona y Miguel Ángel Gozalo. Su labor se vio reconocida en 1976 con un Premio Ondas y llegó a dirigir la primera edición del Telediario entre 1978 y 1979, tras lo cual pasó a ser director de Siete días.

En enero de 1978, el director general de RTVE, Fernando Arias-Salgado, da un vuelco al organigrama de los informativos de la casa para abrir paso a personas de su confianza próximas al Opus Dei, colocando como jefe de informativos a Fernando Bofill. Macía, junto con el resto del equipo responsable de los noticiarios, presentó su dimisión. No sería la única vez que diera muestras de su carácter e independencia: rehabilitado tras cesar Bofill en noviembre de ese año, en enero del siguiente fue destituido como presentador del Telediario estrella de la cadena. El motivo de su destitución fue negarse a secundar lo que consideró un intento de manipular informativamente una huelga de Renfe.

Tras acceder a la dirección del Ente Público Fernando Castedo, Macía sería enviado por este al Centro Territorial de RTVE en Canarias como director. En 1983 regresó a Prado del Rey para dirigir el espacio Punto de encuentro y 300 millones.

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