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EE UU se enfrenta al peor brote de virus del Nilo Occidental de su historia

Hasta el momento, han fallecido 41 personas y más de 1.000 han resultado infectadas La enfermedad se transmite mayoritariamente por la picadura de un mosquito

Carolina García
Fotografía cedida por el Centro para el Control de Enfermedades hoy, miércoles 22 de agosto de 2012, donde se observa el mosquito conocido como Aedes japonicus.
Fotografía cedida por el Centro para el Control de Enfermedades hoy, miércoles 22 de agosto de 2012, donde se observa el mosquito conocido como Aedes japonicus. James Gathany (EFE)

Estados Unidos se enfrenta al peor brote de virus del Nilo Occidental (VNO) de su historia, según advirtieron ayer las autoridades sanitarias del país. Según los datos facilitados por el Centro de Prevención y Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), hasta el momento se han registrado 41 muertes y 1.118 personas infectadas, y el número de casos ha crecido de manera drástica (un 60%) en las últimas semanas. El pasado mes de julio tan solo se habían contabilizado 25 casos.

“Desde 1999, año en el que se descubrió el primer caso en EE UU, nunca había habido tantas infecciones -entonces fueron siete los fallecidos y 62 los infectados-. Aún así, aquella cifra es muy lejana a la actual”, ha asegurado vía telefónica Candice Hoffmann, portavoz del CDC.

Cuarenta y siete Estados de los 50 que conforman el país han comunicado casos de infecciones por este virus en personas, pájaros y mosquitos; en 38 de ellos, se han reportado casos en humanos. Hasta el momento, los únicos Estados libres de infección en animales o personas son Hawai, Alaska y Vermont. Generalmente, el virus del Nilo se transmite por la picadura de un mosquito infectado y, en muy contadas ocasiones, por medio de transfusiones de sangre, trasplantes de órganos o la lactancia materna. No se transmite por el contacto casual como tocar o besar a una persona que tenga el virus.

Aproximadamente, el 75% de los casos se están dando en cinco Estados: Luisiana, Dakota del Sur, Misisipi, Oklahoma y Tejas.

La infección por VNO afecta al sistema nervioso. Cerca de una de cada 150 personas infectadas enferma de gravedad. Sus síntomas pueden incluir fiebre alta, dolor de cabeza, rigidez en el cuello, aletargamiento, desorientación, coma, temblores, convulsiones, debilidad muscular, pérdida de la visión, entumecimiento y parálisis. Estos síntomas pueden durar varias semanas y los efectos neurológicos pueden ser permanentes. Cerca del 20% de los casos padece síntomas leves que pueden durar tan solo unos cuantos días y, aproximadamente, el 80% de las personas infectadas por el VNO (cerca de 4 de cada 5) no presenta ninguna clase de síntomas. Del total de 1.118 infectados, a un 56% de los casos se le ha diagnosticado trastornos neuroinvasivos como meningitis o encefalitis.

“Desconocemos exactamente la causa que ha provocado este brote. Puede ser debido a multitud de factores: como que el pasado invierno fuera cálido; las altas temperaturas que llevan sucediendo desde junio o el número de mosquitos y pájaros portadores del virus entre otros. La buena noticia es que nos encontramos en el pico más alto de la infección -marcado a mediados de agosto-, por lo que lo normal es que la incidencia disminuya en las próximas semanas. Aún así, predecimos que se seguirán produciendo casos por lo menos hasta el final de septiembre”, continúa Hoffmann.

Aproximadamente, el 75% de los casos se están dando en cinco Estados: Luisiana, Dakota del Sur, Misisipi, Oklahoma y Tejas. Este último, el más afectado con el 50% de las infecciones, contabiliza más de 600 infectados y por ahora, 21 muertos -11 tan solo en la ciudad de Dallas-. “En Tejas ya se están tomando medidas como regar con pesticidas los campos y educar a las personas en prevención, que es lo que queremos transmitir a la sociedad civil. Además, se les ha hecho un envío de 2,5 millones dólares (casi dos millones de euros) para reforzar las medidas de control”, argumenta Hoffmann.

El CDC recomienda a los ciudadanos que usen cremas repelentes cuando salgan a la calle, que reparen ventanas y puertas para evitar que entren los mosquitos o se vistan con camisas de manga larga o pantalones largos. “Pequeñas cosas que pueden ayudar mucho. Además, no deberían beber agua del grifo en los Estados más afectados”, sostiene Hoffmann. “También se han detectado casos en donantes de sangre, exactamente 242 casos, por lo que en las zonas donde el virus es más virulento estamos recomendando no donar, para así asegurar y proteger nuestros bancos de sangre”, finaliza.

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Sobre la firma

Carolina García
La coordinadora y redactora de Mamas & Papas está especializada en temas de crianza, salud y psicología, y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Es autora de 'Más amor y menos química' (Aguilar) y 'Sesenta y tantos' (Ediciones CEAC). Es licenciada en Psicología, Máster en Psicooncología y Máster en Periodismo de EL PAÍS.

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