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Olvido Hormigos: “En dos horas todo el pueblo tenía mi vídeo”

La edil decide no dimitir por la difusión de una grabación íntima: “No es delito”

Natalia Junquera
La concejala socialista Olvido Hormigos Carpio de Los Yébenes (Toledo).
La concejala socialista Olvido Hormigos Carpio de Los Yébenes (Toledo). BERNARDO PÉREZ

Nunca, en la historia de Los Yébenes (Toledo, 6.400 habitantes) el Ayuntamiento había tenido tantas cámaras apuntándole como ayer, fecha del pleno en el que debía formalizarse la dimisión de la concejal socialista Olvido Hormigos por la difusión de un vídeo íntimo suyo. Los coches apenas podían pasar por la carretera, ocupada por unidades móviles de todo el arco televisivo; el suelo estaba lleno de cables y las terrazas de los bares abarrotadas de vecinos que mantenían acalorados debates sobre si la edil debía o no debía dimitir por lo que todos habían visto. Muchas veces.

Ella decidió, finalmente, no hacerlo. “Lo he pensando y no voy a dimitir. Hay cosas mucho peores en política y al fin y al cabo, lo que yo he hecho no es ningún delito. ¿En qué he perjudicado yo a nadie? Soy una víctima”, declaró Olvido Hormigos a EL PAÍS.

La concejal no sabe explicar cómo ese vídeo íntimo acabó en Internet y en los ordenadores de todos sus vecinos. “No me robaron el móvil. Sinceramente, no sé cómo ha pasado. Solo sé que empezó a difundirse por Whatsapp y que en dos horas lo tenía todo el pueblo y gente de los pueblos de alrededor”. La difusión empezó el pasado ocho de agosto. En el pueblo no se habló de otra cosa durante varias semanas, pero el asunto, como casi todos, iba a menos. Hasta que el pasado miércoles, las redes sociales decidieron convertirlo en trending topic (tema del momento).

Esa misma noche, Hormigos decidió presentar una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil porque asegura que de la alcaldía, que gobierna Pedro Acevedo, del PP, salió un correo con la grabación. “¿Que cómo lo sé? Porque, coincidencias de la vida, ese mensaje, con fecha de 13 de agosto, le llegó hace dos días a una amiga, que me alertó”.

Las redes sociales son un peligro, en el pueblo ya se había olvidado"

El alcalde no quiso hacer ayer declaraciones. El PP de Los Yébenes emitió un comunicado negando “tajantemente” que desde la alcaldía se hubiera difundido el vídeo. El día anterior, en conversación con este diario, el regidor lamentaba lo ocurrido y apoyaba a la edil: “Que la dejen en paz”.

“Estoy muy mal. Todo esto nos está afectando mucho a mí y a toda mi familia. Nos ha superado la situación. Pero habrá que abrir el paraguas y aguantar el chaparrón”, comentaba resignada Hormigos a este diario mientas reconsideraba su dimisión. El pasado lunes estaba decidida. No aguantaba la presión y comunicó en el Ayuntamiento que se iba. Pero el miércoles las redes sociales se llenaron de mensajes de ánimo, entre ellos, de compañeros de partido, y ayer a mediodía decidió no renunciar a su acta de concejal. “Agradezco muchísimo todas esas muestras de apoyo”, explica. Como la de la número dos del PSOE, Elena Valenciano, que desde su cuenta de Twitter le pedía: “Olvido, no dimitas por eso. Ni se te ocurra”. Hormigos explica que no habló con ella por teléfono, y que no le molestó que ni Valenciano ni otros compañeros socialistas se unieran al revuelo montando en las redes sociales. Aunque reconoce que está un poco asustada con la repercusión que alcanzó en Twitter. “Las redes sociales son peligrosas. En Los Yébenes estaba casi olvidado. La gente tiene sus propios problemas. En general, me decían cosas como ‘Olvido, esto se pasa’. Los mensajes desagradables estaban sobre todo, en foros de Internet”.

Los mensajes de apoyo llegaron también desde las filas enemigas. La presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, también usó su cuenta de Twitter para animarla: “En defensa de tu intimidad. Olvido, no dimitas”.

Los mensajes desagradables estaban en foros de Internet"

El municipio está dividido. Incluso sobre cuánto tiempo hace falta para que esto se olvide: unos dicen que en pueblos así, “esas cosas son para toda la vida”, y otros le auguraban una esperanza de vida directamente proporcional a la presencia de cámaras frente al Ayuntamiento.

A las 20.35, Olvido Hormigos entró en el Ayuntamiento para asistir al pleno. Con gesto serio, pero la barbilla alta. En la puerta se montó un remolino de personas, vecinos y periodistas mezclados casi a partes iguales, que recordaba a los que se forman cuando un famoso abandona las puertas de un juzgado. La concejal no entraba a un juicio, sino al pleno de un Ayuntamiento de pueblo, pero es verdad que fuera de ese salón del consistorio —donde pese a todo, se hablaba de presupuestos y parcelas enajenadas—, todo el municipio la está juzgando.

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Sobre la firma

Natalia Junquera
Reportera de la sección de España desde 2006. Además de reportajes, realiza entrevistas y comenta las redes sociales en Anatomía de Twitter. Especialista en memoria histórica, ha escrito los libros 'Valientes' y 'Vidas Robadas', y la novela 'Recuérdame por qué te quiero'. También es coautora del libro 'Chapapote' sobre el hundimiento del Prestige.

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