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Familias y estudiantes endurecen la protesta contra los recortes

La principal asociación de padres se une a la semana de movilizaciones y anima a no llevar a los niños a clase el día 18

J. A. Aunión
Protesta de estudiantes en Barcelona.
Protesta de estudiantes en Barcelona.MANU FERNANDEZ (AP)

Las movilizaciones contra los recortes educativos impulsados tanto desde el Gobierno central como desde las comunidades autónomas llevan vivas muchos meses, en forma de goteo continuo, con momentos altos y bajos. En ese tiempo, la confederación de padres y madres de alumnos mayoritaria en la enseñanza pública (Ceapa) se había solidarizado y había apoyado de distintas maneras las protestas (forma parte de la Plataforma Estatal en Defensa de la Escuela Pública), pero nunca hasta ahora lo habían hecho tan abierta y claramente como para unirse a una convocatoria de huelga: “Hacemos un llamamiento especial a las familias para que realicen el día 18 de octubre una huelga de padres y madres, consistente en vaciar los centros educativos de todo el país, no llevando a nuestros hijos e hijas a dichos centros para defender sus derechos”, dicen en un comunicado.

Se unen así a la semana de movilizaciones y a la huelga convocada por el Sindicato de Estudiantes en todas las etapas educativas y para toda España, que en el caso de los alumnos será de tres días, de martes a jueves. Hoy arrancan asambleas informativas en los centros. Protestan contra los recortes que, desde 2010, ya suman más de 5.000 millones de euros, decenas de miles de profesores menos, pérdida de programas de apoyo a los estudiantes, de becas y ayudas para libros de texto y comedor e importantes aumentos del precio de las matrículas universitarias en la mayoría de las comunidades.

Rechazan, además, la reforma educativa que impulsa el Ministerio de Educación. “La sociedad española está cansada de que cada nuevo Gobierno se empeñe en modificar la legislación educativa, máxime si, como ocurre ahora, se hace sin contar con los diferentes sectores buscando cambiar el actual modelo social y satisfacer consignas ideológicas”, dice la nota de Ceapa. El proyecto de ley recupera las reválidas en ESO y bachillerato, adelanta la elección de los alumnos hacia la FP y reduce el número de materias para dar más tiempo las asignaturas instrumentales, entre otras cosas.

Los convocantes piden, además, el cese inmediato del ministro de Educación, José Ignacio Wert. El ministerio —inmerso aún en la polémica por las declaraciones en las que Wert habló de su interés por “españolizar” a los alumnos catalanes— ha preferido no hacer ningún comentario ni sobre las movilizaciones ni la petición de dimisión.

Mientras, José Luis Pazos, de Ceapa, y portavoz de la Plataforma Estatal por la Enseñanza Pública, explica que el paso al frente que suponen las movilizaciones de esta semana tratan, además, de lanzar un mensaje diferente, independiente, con un matiz distinto desde los padres y desde los estudiantes, “para que no se pueda tergiversar”. “Queremos decir que las familias y los alumnos hemos llegado a un punto en el que no estamos dispuestos a seguir aceptando más recortes y más retroceso, que no estamos hablando de las demandas de no sé qué colectivo, sino del futuro de nuestro país”, señala Pazos. “Ya avisamos cuando se aprobaron los recortes en educación [hace seis meses] que íbamos a contestar de forma contundente”, explica el secretario general del Sindicato de Estudiantes, Tohil Delgado. “Cuando la Ceapa nos dijo que se unía nos pareció perfecto”, añade.

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Sobre la firma

J. A. Aunión
Reportero de El País Semanal. Especializado en información educativa durante más de una década, también ha trabajado para las secciones de Local-Madrid, Reportajes, Cultura y EL PAÍS_LAB, el equipo del diario dedicado a experimentar con nuevos formatos.

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