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El gran desafío de la prensa

La industria busca fórmulas para transformar los lectores ‘online’ en ingresos

Los editores consideran que la crisis de la prensa no es de público, sino de modelo de negocio.
Los editores consideran que la crisis de la prensa no es de público, sino de modelo de negocio. GETTY IMAGES (EL PAÍS)

Más de 2.500 millones de personas leen periódicos en papel en todo el mundo y más 600 los siguen en formato digital. Pero esta ecuación está cambiando en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica, que ven descender las ventas en los quioscos. La crisis de los medios tradicionales, provocada por la irrupción de Internet y el desplome de los ingresos publicitarios, se ve agravada por la crisis económica global. El reto de la industria periodística —que sigue los mismos patrones de hace 200 años— es buscar fórmulas para transformar los lectores online en ingresos. Los editores consideran que el problema no es de público sino de modelo de negocio. Estas son las medidas adoptadas por algunas de las más prestigiosas cabeceras para hacer frente al nuevo ecosistema digital.

REINO UNIDO

La sangría del The Guardian

The Guardian, estandarte del periodismo progre en Reino Unido, se desangra. La caída de las ventas en la edición de papel está llevando a sus editores a plantearse el cierre de la edición impresa, según aseguraba esta semana The Daily Telegraph. El Guardian ha apostado abiertamente por un futuro digital, pero ese futuro, que confía en cimentar sobre todo a partir del mercado de lectores de centro izquierda de EE UU, está muy lejos de ser rentable.

Guardian News and Media (GNM), empresa editora del Guardian, del dominical The Observer y del portal digital guardian.co.uk, abrió en julio un proceso para suprimir entre 70 y 100 empleos editoriales mediante bajas voluntarias, pero solo 30 redactores han aceptado la oferta. El diario, que asegura que no quiere recurrir a despidos forzosos, ha abierto negociaciones con el sindicato nacional de periodistas (NUJ) para buscar fórmulas que ahorren siete millones de libras al año (8,5 millones de euros). GNM perdió el pasado año fiscal 44,2 millones de libras. La compañía ya suprimió 203 puestos de redacción en 2010, hasta dejar la plantilla en 1.500 trabajadores, y procedió a una segunda ronda de bajas voluntarias en 2011.

El consejero delegado del grupo (Guardian Media Group, que perdió 75,6 millones de libras en 2011), Andrew Miller, se ha impuesto un recorte del 10% en su salario y ha renunciado a su bonus de 174.000 libras. En el año fiscal de 2011 recibió una remuneración total de 642.000 libras. El director del Guardian, Alan Rusbridger, también se ha recortado el salario un 10% y ha recibido un total de 457.000 libras, más 150.000 libras en su fondo de pensiones. Las pérdidas del Guardian son absorbidas por el Scott Trust, pero están llegando a un nivel difícil de asumir.

ITALIA

'La Reppublica' ofrece contenidos especiales en su versión para iPad

Al borde del abismo

La crisis de ventas y la bajada en los precios de la publicidad afectan a todos los medios. La Repubblica vendía en enero de 2012 el 3,7% menos que en el mismo mes del año anterior (391.842 ejemplares frente a 406.850) y Il Corriere della Sera ha bajado de 437.800 ejemplares a 434.500. Los ingresos por la publicidad se redujeron un 6,3% entre enero y noviembre de 2011 con respecto al curso anterior. La Repubblica ofrece contenidos especiales y de investigación a los abonados a una edición especial y vespertina para iPad. Pero las fórmulas digitales aún no son tan rentables. Poco más de 10.000 personas se bajan Il Corriere en el quiosco online.

Este contexto general afecta a los trabajadores. “La situación se ha puesto cruda en los últimos tres años”, comenta Franco Siddi, secretario del único sindicato de periodistas (FNSI). “Decenas de publicaciones han echado el cierre y otras han declarado el estado de crisis, se ha prejubilado a cerca de 700 trabajadores con más de 58 años [70 en La Repubblica y 40 en Il Corriere]. Por suerte, aún nadie ha sido despedido”.

El gremio de periodistas cuenta con muchas protecciones: antes que recortar la plantilla, las empresas recurren a la cassa integrazione o al contrato de solidaridad, dos formas de reducción de horario (y de sueldo) que permiten rotar a los afectados sin echar a nadie. “El lema es ‘trabajar menos pero trabajar todos”, resume Siddi. Estas medidas tienen un plazo de dos años. Muchas están a punto de agotarse.

ALEMANIA

Secuelas de la recesión

El tercer trimestre de este año ha estado marcado por la caída de la difusión. El primer diario generalista, el Süddeutsche Zeitung, vendió 2.000 ejemplares menos que en el mismo periodo del año pasado, un total de 413.000 ejemplares. El Frankfurter Allgemeine Zeitung vendió 354.000, un 1,8% menos que en los mismos meses de 2011. Según el portal Meedia.de, el que más cayó fue el popular Bild, que redujo sus ventas en 156.000 ejemplares (un 5,4% menos), aunque sigue siendo el diario más vendido y leído del país.

El año de la gran recesión en Alemania, 2009, fue el que más afectó a los medios impresos, entre ellos el Süddeutsche Zeitung. Su director adjunto, Wolfgang Krach, declaró en 2010 que las consecutivas reducciones de plantilla, que empezaron a llevarse a cabo en 2008 con jubilaciones y salidas voluntarias, habían “superado el límite aceptable”. La compañía propietaria del periódico, la editora SWMH, acaba de anunciar 21 despidos en la redacción, 14 de ellos periodistas. En 2009, el diario registró pérdidas de unos 10 millones de euros.

ESTADOS UNIDOS

El ejemplo del Times

The New York Times decidió hace cinco años enfrentarse a la crisis económica y de los medios de comunicación por dos vías igual de agresivas. Redujo costes con la venta de bienes inmuebles y cabeceras locales y abordó recortes de personal. Despidió a 100 periodistas (el 8% de su plantilla) en 2009 y este año otros 50 profesionales han dejado la compañía.

En marzo de 2011, el Times anunció que cobraría por su contenido en Internet. El sistema de suscripciones es más flexible que el adoptado por medios como The Wall Street Journal y ofrece precios escalonados para adaptarse a cada tipo de lector. Los usuarios, además, pueden acceder gratis a 10 artículos al mes. Más de medio millón de personas han contratado una suscripción digital. Pese a todo, presentó pérdidas netas de 88 millones de dólares (71 millones de euros) en el segundo trimestre de 2012, con una caída de los ingresos publicitarios del 6,6%.

Con información de W. Oppenheimer, L. Magi, M. Ruiz del Árbol, J. Gómez y C. F. Pereda.

El fin de un negocio boyante

R. G. G.

Los periódicos se mueven en España en una extraña paradoja: el segundo país de la UE con más cabeceras es uno en los que menos se lee. A la sobreabundancia de diarios ha contribuido el hecho de que en los últimos 15 años la prensa haya sido un negocio boyante. En 2007, antes de que estallara la crisis económica global, el sector ganó 232 millones de euros, beneficios que en 2010 descendieron a 58, según datos de la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE).

Pero el desplome de los anuncios (en ese mismo periodo la facturación publicitaria cayó a la mitad), el descenso de la venta de ejemplares (un 15% menos) y la migración de lectores hacia Internet está haciendo tambalear los cimientos de toda la industria. “En 2010 pensábamos que habíamos tocado suelo. Pero 2011 fue peor y 2012 está siendo dramático”, afirma el presidente de la AEDE, Conrado Carnal. Este año se están registrando drásticas caídas en la inversión publicitaria (por encima del 20%). La facturación de Internet es insuficiente (en la prensa generalista ronda el 11,8%, el 30% en la deportiva), y los quioscos digitales tampoco son una gran fuente de ingresos.

Desde noviembre de 2008, un total de 7.918 profesionales de la información (no solo periodistas) han perdido su empleo. “Son datos aproximados, porque es difícil hacer un seguimiento”, advierte la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), que ha computado el cierre de 67 medios, sobre todo revistas.

De las casi 8.000 bajas contabilizadas hasta mediados de octubre, 3.039 corresponden a este año. La lista incluye 1.198 afectados por el expediente de regulación de empleo (ERE) de la Radiotelevisión Valenciana, que aún no ha finalizado y está recurrido ante los tribunales, pero no recoge el proceso puesto en marcha por Unidad Editorial (entre 170 y 195 salidas en el diario deportivo Marca, el económico Expansión, la cadena Radio Marca, las revistas y suplementos especializados) ni el de EL PAÍS, que afecta a 149 trabajadores, un tercio de su plantilla.

Todos los grandes grupos (Vocento, Zeta, Godó, Joly, Prensa Ibérica) han emprendido recortes a través de bajas incentivadas, prejubilaciones y despidos. Y eso se ha dejado notar en los balances. En 2007, el coste de personal de los diarios era de 650 millones de euros; en 2010 la factura había bajado a 524 millones. En los últimos dos años se han acelerado las bajas y muchos rotativos han echado el cierre, entre ellos una cabecera de tirada nacional (Público), tres de los cuatro grandes gratuitos (Metro, Adn y Qué!) y una cadena de regionales, como La Tribuna de Salamanca, Guadalajara Dos Mil, La Gaceta de Canarias, La Voz de Jaén, La Voz de Asturias y varias ediciones locales de El Mundo, entre otros.

Muchos de estos rotativos nacieron a la sombra de la burbuja inmobiliaria. Constructores que “querían tener un órgano para difundir sus propias noticias, que les proporcionara plusvalías políticas y sociales”, afirma Pedro Farias, vicerrector de la Universidad de Málaga.

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