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Endesa e Iberdrola amenazan con cerrar ya Garoña por los impuestos

Los propietarios comunicaron ayer a los trabajadores que el proceso para parar definitivamente la nuclear se iniciará el 16 de diciembre

La central de Garoña.
La central de Garoña.gorka lejarcegi

El Senado puede haber dado la puntilla a la central nuclear de Garoña (Burgos). Una enmienda introducida por el PP en la Ley de Medidas Fiscales para la Sostenibilidad Energética que aumenta los impuestos a esta energía puede suponer que la central pierda 150 millones en el plazo de vida que le queda: poco más de seis meses hasta el 6 de julio en que, si no hay prórroga, está previsto su cierre. Así se lo comunicó ayer la empresa a los trabajadores, según ha informado El diario de Burgos.

En concreto, Nuclenor (participada al 50% por Iberdrola y Endesa), que es la propietaria de la central, ha informado a la plantilla que las tareas para el cese definitivo de la nuclear empezarán el 16 de diciembre. El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) todavía no ha recibido la notificación correspondiente, pero eso no es un impedimento, ya que el plazo estipulado por la normativa es de 48 horas. Fuentes del sector consideran, sin embargo, que el anuncio puede tratarse de un órdago de la empresa para que en el Congreso se retire la enmienda.

Garoña es la central más antigua y pequeña de las ocho que existen en España (las otras son las dos de Ascó, las dos de Almaraz, Cofrentes, Vandellòs y Trillo), y su producción representa alrededor del 1,3% de la energía eléctrica que generó España. Enclavada en el valle de Tobalina, da empleo directo a unas 700 personas, que ayer se encontraron con que su vida laboral en esa instalación iba a acabar aún antes de lo previsto. Su cierre está previsto para el 6 de julio, después de que la empresa propietaria no solicitara en plazo el pasado septiembre la prórroga correspondiente para otros 10 años. La central fue empezó a operar en 1971. Un permiso que el actual Gobierno estaba dispuesto a conceder.

Las causas de esta decisión de las eléctricas no están claras. Garoña tiene un reactor gemelo a uno de los de Fukushima, y se calculaba que las obras para actualizar sus sistemas de seguridad podrían costar 100 millones. El cambio en la tributación agravaría esta situación.

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