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Decenas de municipios se quedan sin urgencias nocturnas en toda España

Seis comunidades han tomado la medida de limitar el horario de la atención. Argumentan que se trata de localidades pequeñas con poca demanda

Protestas contra el Gobierno de Castilla y León ante el cierre del centro de salud de Muelas del Pan (Zamora) por las noches. / Mariam A. Montesinos (Efe)
Protestas contra el Gobierno de Castilla y León ante el cierre del centro de salud de Muelas del Pan (Zamora) por las noches. / Mariam A. Montesinos (Efe)

El caso de Castilla-La Mancha, que ha decidido cerrar por las noches los servicios rurales de urgencia que dan servicios a 21 municipios, no es único. Los recortes y las maniobras de equilibrio presupuestario de las comunidades autónomas han llevado a otras regiones a tomar la misma decisión. El hachazo a los presupuestos sanitarios de Gobierno y autonomías de al menos 7.300 millones de euros de 2010 a 2012 derivó primero en cierres de plantas hospitalarias, reducción de horarios de centros de salud y recortes de personal en la mayoría de las comunidades. Medidas a las que han seguido el cierre nocturno en Cataluña, Madrid, Castilla y León, Navarra, Extremadura y Murcia -la Comunidad Valenciana no lo descarta- de decenas de servicios de urgencias de atención primaria. Centros que dan solución a centenares de miles de casos que no son graves, y que llevaban años potenciándose para liberar las urgencias hospitalarias.

Las autoridades justifican los cierres en la baja actividad de estos puntos y en la necesidad de reducir presupuestos. Sin embargo, los expertos alertan de que el ahorro teórico supondrá un mayor coste a largo plazo por derivaciones innecesarias a las urgencias hospitalarias o por las complicaciones derivadas de la tardanza en la asistencia. “Son servicios esenciales que dan tranquilidad y seguridad a los ciudadanos. Cierto que no están para atender casos graves, pero dan buena atención y también actúan como filtro. No pueden cerrarlos a las bravas”, advierte Tomás Toranzo, presidente de la Sociedad Española de Urgencias y Emergencias. La Defensora del Pueblo anunció ayer que vigilará estos cierres para garantizar que ningún ciudadano se quede sin acceso “fácil e inmediato” a estos servicios. Una atención que, pese a las medidas iniciadas por las autonomías,  la ministra de Sanidad, Ana Mato, considera garantizada. "Estoy absolutamente convencida de que todas las comunidades autónomas en el ejercicio de sus competencias lo que están haciendo es garantizar una sanidad pública, de calidad y gratuita para todos los ciudadanos", dijo ayer.

CATALUÑA

“Como cerrar parques de bomberos porque no hubo incendios”

Pionera en los recortes en sanidad, la Generalitat canceló en 2011 las urgencias nocturnas en 60 ambulatorios de un total de 140 que abrían durante todo el día. El Departamento de Salud defendió que el llamado “plan de reordenación” no buscaba solo el ahorro, sino una utilización más racional de los recursos. Eran servicios “poco frecuentados”, argumentó el consejero, Boi Ruiz. El razonamiento no convenció a centenares de vecinos, que durmieron durante meses en varios ambulatorios de toda Cataluña como medida de presión, ni tampoco a los alcaldes.

“Es como decir que cierras un parque de bomberos porque este año no ha habido incendios”, afirmó Esteve Pujol, alcalde de Camprodon. El cierre de las urgencias nocturnas fue acompañado de la designación de un centro de referencia (hospital o ambulatorio) para los vecinos afectados situado en un pueblo o barrio que concentra la atención sanitaria de todo ese territorio. La necesidad de desplazarse en coche, a veces en trayectos de más de media hora, ha generado muchas críticas entre los vecinos.

En lugares de montaña y de difícil acceso, como el valle de Camprodon, los desplazamientos son complicados en invierno. “Desde algunos núcleos se tarda más de una hora en llegar al hospital, por carreteras que muchas veces están nevadas”, se quejó el alcalde. En algunos casos, como en el pueblo de Arbúcies, situado en las faldas del Montseny, los vecinos consiguieron que el departamento les asignase un médico de guardia localizable por las noches. “Lo tenían en un barracón y se movía en un taxi pagado por la consejería”, explicó Albert Mañé, concejal de Salud. Desde hace unos meses ya no hay ni médico: solo queda una ambulancia medicalizada para los casos urgentes.

La gestión del nuevo sistema recae sobre el Sistema de Emergencias Médicas, cuyos profesionales deciden basándose en lo que le explica el enfermo o un familiar del mismo por teléfono si es necesario enviar un médico, una ambulancia o un helicóptero. Este funcionamiento por teléfono ha generado muchas críticas. “Se han producido varios errores de diagnóstico por culpa de este procedimiento”, criticó Pujol, que denuncia que en Camprodon, además, hay lugares sin cobertura de teléfono.

CASTILLA Y LEÓN

Urgencias a media hora por puertos de montaña

Desde el 1 de octubre, 81 pueblos castellanoleoneses, con sus más de 40.000 habitantes, se han quedado sin servicio de urgencias nocturnas en 17 centros rurales. Los vecinos se ven obligados ahora a recorrer decenas de kilómetros, incluso puertos de montaña por vías estrechas para llegar a los centros de salud abiertos de noche. La Junta justifica la decisión por la baja frecuentación en horario nocturno, que en algunos puntos de atención continuada (PAC) “no llegaba ni a un caso por noche”, explica una portavoz. “Disponíamos de dos médicos para atender dos o tres urgencias nocturnas”, añade, y subraya que “en todas estas zonas de salud existe una unidad de soporte vital básico para el transporte urgente”. La Junta calcula un ahorro de 1,5 millones de euros.

Las localidades afectadas se extienden por todas las provincias, excepto Ávila. Solo en Segovia se han cerrado seis. En Burgos, los centros de Oña y Pradoluengo ya no abren de noche. Esta última localidad atendía a una quincena de Ayuntamientos de la Sierra de la Demanda, zona que además de contar con tres residencias de ancianos es de difícil acceso. En León se han cerrado los servicios de Tremor de Arriba en La Bañeza y el de Quintanilla de Losada, cuyos habitantes ahora recorren 17 kilómetros hasta Truchas, más de media hora de viaje por puerto de montaña.

EXTREMADURA

Seis meses con recortes en más de 15 servicios de urgencias

“Monago, los que van a morir te saludan”. Este ha sido uno de los lemas utilizados por los miles de extremeños que desde mayo del año pasado se han movilizado en contra del cierre de los puntos de atención continuada (PAC), que ofrecían urgencias en entornos rurales, en la región. El Gobierno extremeño anunció y ejecutó en cuestión de días el cierre de 15 PAC y redujo el horario de otros nueve. Los vecinos de las zonas afectadas han realizado decenas de movilizaciones. En diciembre, ante las críticas del PSOE e IU (que sostiene al Ejecutivo del PP con su abstención), el consejero de Salud, Luis Alfonso Hernández Carrón, anunció que estos servicios se iban a “reorganizar con criterios de eficiencia”.

El Gobierno extremeño está elaborando un informe para determinar el impacto de la medida y “revaluarla en caso de que sea necesario”. Esperan tener el resultado antes de marzo. Entre tanto, algunos de los municipios afectados, como Madroñera, un pueblo de Cáceres de unos 3.000 habitantes y uno de los más beligerantes en este tema, continúan con las movilizaciones. “Nos hemos manifestado, le hemos entregado 2.000 firmas al presidente de la Junta [José Antonio Monago]”, explica Isabel Moza, portavoz de la plataforma ciudadana contra el cierre del PAC.

Según Moza, se enteraron de la noticia dos días antes de que se hiciera efectiva, el 1 de junio. El PAC dejó de abrir desde el cierre del centro de salud (a las tres de la tarde) hasta su reapertura (a las ocho de la mañana), lo que significa dejar sin urgencias al pueblo y otras cuatro localidades de la zona. Deben acudir a su centro de referencia en Trujillo, a 16 kilómetros o unos 20 minutos. “Partiendo de que en sanidad no solo se deben tener en cuenta criterios económicos, ni siquiera han ahorrado, solo han trasladado al personal”, asegura la portavoz. Otros muchos pueblos hacen planteamientos similares. El Gobierno extremeño señala que “la organización de los recursos sanitarios no puede ser rígida, sino que tiene un carácter dinámico y flexible”.

NAVARRA

Perjuicio para los pueblos del Pirineo

El Boletín Oficial de Navarra publicó ayer mismo el decreto foral que reforma la atención primaria en la región y suprime el Servicio de Urgencias Rurales. Ahora se incluye dentro de la atención primaria, y pasan de 40 a 17 los centros que atienden las 24 horas del día. En los 23 restantes se implanta un sistema de guardias localizadas. El departamento afirmó que ahorrará 3,5 millones de euros y que el 99% de la población navarra se encontrará a menos de 30 minutos de un centro de salud.

La reforma del Gobierno de Yolanda Barcina (UPN) llega sin el apoyo político del Parlamento, que aprobó en diciembre una moción pidiendo su retirada, y con la oposición de todos los sindicatos que lo recurrirán ante los tribunales. Los cambios afectan especialmente al área del Pirineo. El Ejecutivo foral esgrime la comparación del gasto por paciente en atención primaria en esa zona, que es de 747 euros al año, frente a los menos de 200 que cuesta en el sur de la comunidad, mucho más poblado. Unos 150 ediles de los valles pirenaicos navarros han firmado un documento en el que reclaman un trato sanitario adecuado a sus características geográficas. “Quince kilómetros en el Pirineo son como 40 en zona llana”, apunta Amparo Vinuales, concejal de Roncal. “Además, aquí las urgencias son a vida o muerte”, zanja.

MADRID

“Sin coche no enfermes de noche”

“Sin coche, no enfermes de noche”. Con ese lema los vecinos de La Fortuna, un barrio de Leganés (Madrid), emprendieron en verano pasado una lucha para evitar el cierre de las urgencias nocturnas de su centro de salud. Pese a contar con la ayuda de su alcalde, que escribió al consejero de Sanidad, de su mismo partido (PP), para “rogarle” que considerara la supresión del servicio, el centro cierra desde el 12 de noviembre sus puertas entre las 20.30 y las 8.30 de lunes a jueves. El alcalde recordaba en su carta que el 70% de los usuarios superan los 65 años de edad, que La Fortuna es “un núcleo de población aislado” y que “el hospital o centro de salud alternativo se encuentra a más de seis kilómetros de distancia”.

La Comunidad de Madrid tomó la misma decisión con los centros de salud Doctor Esquerdo y Barajas, ambos en la capital, esgrimiendo la escasa actividad nocturna. Un portavoz asegura que en los tres casos existe una alternativa “a menos de 10 minutos en coche” y cifra el ahorro en 600.000 euros al año.

MURCIA

Ayuntamientos que pagan las guardias del médico con fondos municipales

Aprovechando el verano, época en la que muchas autonomías cierran o reducen el horario de algunos de sus centros de salud, la región gobernada por Ramón Luis Valcárcel (PP) anunció que suprimía el horario nocturno de cinco de sus puntos urgentes de atención primaria. Un portavoz de la Consejería de Sanidad explica que se hizo un estudio de frecuentación y disponibilidad de centros cercanos y se determinó que se podían, sin perjuicio para los ciudadanos, juntar o suprimir guardias. El ahorro, dos millones de euros. Tres de los municipios afectados han llegado a un acuerdo con la consejería para cubrir con fondos municipales el coste de las guardias.

Con información de Antía Castedo (Girona), Laura Cantalapiedra (Valladolid), Javier Doria (Pamplona), Marta Fernández-Maeso (Mérida), Elena G. Sevillano y María R. Sahuquillo (Madrid).

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