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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Unir con una imagen también es política

El presidente Lincoln, en su discurso inaugural de 1861, dijo que “nada se perdía por exceso de reflexión”. Eso mismo le pedía al pueblo, reflexión. Obama parece no pedir la reflexión, sino inspirarla. Esa es la gran diferencia, quizás con muchos presidentes. Obama es una persona que inspira. Y por eso triunfa. Por su forma y su fondo sabemos que representa a la gran mayoría del electorado americano. Ha medido al milímetro su campaña, su mensaje, sus discursos, sus gestos, toda su comunicación. Innova e inspira a la innovación. Hace fácil lo difícil porque entiende lo que ocurre fuera de los muros de la Casa Blanca. Escucha, y parece entender lo que escucha. Ahí radica su éxito.

Quizás en España no entendamos el porqué de tanta imagen en compañía de su esposa, de sus hijas... Si nos paramos un segundo a escuchar las palabras de Obama en cada discurso, nos daríamos cuenta de que él menciona e invoca siempre la unidad y a la unidad. El cambio en su conjunto, como país, pasa por un compromiso mutuo, por un trabajo de todos. Y así lo dijo en su primer discurso inaugural: “A partir de hoy, debemos levantarnos, sacudirnos el polvo y empezar a trabajar para reconstruir Estados Unidos”.

Todas las fotografías que hemos podido ver de Obama hechas por su fotógrafo Pete Souza son política. Y cada una de ellas emite un mensaje claro adaptado al contexto de Estados Unidos y de las necesidades de sus gentes. Eso se percibe como electorado. Obama arropado por su mujer y su familia, traslada unidad, confianza, cariño. No está solo en esto. La imagen familiar es un símbolo para Estados Unidos. Michelle es una líder que apoya a su marido y seguramente leamos en su rostro amor, respeto y algo muy importante, admiración, como también percibimos qué siente Obama por ella. ¿Y qué padre no cuida de sus hijos? Shasha y Malia nos han hecho conocer al padre emotivo, cariñoso y sincero. Hemos podido ver una Casa Blanca convertida en un hogar con perro que ha querido acercarse a cada una de las casas de los Estados Unidos. Su familia forma parte de su relato, de su historia, y de la historia de su país. Él llega, se quita la chaqueta, se remanga y empieza a trabajar. Él implica a la gente en ese “trabajo” y la emociona. Y emocionar, con una imagen, también es política.

Ángela Paloma Martín es periodista y experta en comunicación política.

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