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Los campus toman el relevo de la protesta

La movilización revive con clases en las calles en Castilla-La Mancha, Cataluña y Madrid Los presupuestos universitarios han perdido más de 1.200 millones desde 2010

J. A. Aunión

"La gente tiene sensación de vulnerabilidad, de riesgo, de incertidumbre” y, cuando sale a la calle a protestar, aparece, además, “la frustración, porque los políticos son sordos a sus demandas...”. Ante medio centenar de alumnos y algún transeúnte que aguantan estoicamente nueve grados de temperatura, el profesor de Psicología Félix Díaz ofrece su clase en la calle, en la plaza del Pan de Talavera de la Reina, una localidad toledana de 85.000 habitantes. Díaz comenta la investigación que hicieron sus estudiantes de primero de Logopedia, preguntando a los asistentes a una manifestación contra los recortes educativos celebrada unos meses antes en esa misma plaza.

El pasado miércoles 20 de febrero fue la segunda vez que varios profesores de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) sacaron sus clases a la calle para protestar contra los recortes sociales en general y los educativos en particular. “Queremos hacer pensar sobre la situación”, dice Díaz. “No nos interesa solo denunciar una situación, creemos que hay que tomar partido”, añade otro docente, José Enrique Ema.

En la plaza talaverana se juntaron a mediodía unas 100 personas en torno a dos clases. Quizá no sean muchos, pero son sin duda una gota más entre las innumerables gotas de descontento que se han multiplicado en el último año por los recortes educativos. En la universidad, estas se han hecho más visibles que nunca a través del incesante movimiento de clases en las calles que ha recorrido ya buena parte de la geografía española: Sevilla, Granada, Tenerife, Murcia, Cartagena, Madrid, Valencia, Alicante, Zaragoza, Valladolid, Salamanca...

Y vuelta a empezar: hoy las universidades públicas ofrecerán clases en las calles de distintas ciudades catalanasy mañana las concentrarán sobre todo en la ciudad de Barcelona, en concreto, en Vía Laietana (entre la Catedral y plaza Sant Jaume) y en la zona universitaria de la avenida Diagonal. A la semana siguiente, el sábado 9 de marzo, se prepara un fenomenal despliegue similar en Madrid de todos los campus públicos. Díaz cuenta que estudian también hacer otra jornada de la UCLM en la calle ese mismo día.

De momento, la iniciativa de las siete universidades públicas catalanas serán los primeros actos de una semana de movilización convocada por la Plataforma Unitaria en Defensa de la Universidad Pública (que agrupa a los principales sindicatos, profesores, personal administrativo y estudiantes) y que culminará el jueves 28 con una jornada de huelga. Justifican el llamamiento a la movilización en la “emergencia social que viven los centros educativos” por los duros recortes presupuestarios que arrastran en los últimos tres años (168 millones de euros menos) y por la futura reforma educativa del Gobierno.

Los recortes, junto a los 200 millones que el Gobierno debe a los campus catalanes, han desbocado los números rojos de los campus, especialmente en los de Barcelona, Autónoma y Politécnica de Cataluña, que suman casi 250 millones de déficit acumulado. Todos los campus catalanes han aplicado planes de ajuste que se han traducido, entre otras cosas, en unos 1.200 profesores menos en dos cursos.

Desde 2010, los presupuestos de las universidades españolas han perdido al menos 1.200 millones de euros, en torno a un 12,3%, según los cálculos del Gabinete de Estudios de CC OO, que no cuenta los descensos sufridos en la financiación procedente del Plan Nacional de Investigación o de otros organismos para proyectos científicos. Los rectores calculan que este año se han perdido unos 3.000 docentes, un 3% de la plantilla. Y seguirá decreciendo.

En Madrid acaba de dimitir todo el equipo de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Politécnica porque los recortes, dijo el dimitido decano, hacen imposible la gestión. La Politécnica, tras la dimisión y otras movilizaciones, se ha visto forzada a dar marcha atrás en su plan de ajuste que incluía 301 despidos.

Según los cálculos de CC OO, Madrid invierte en universidades este año al menos 245 millones de euros (21%) menos en 2009: los recortes en los campus empezaron aquel año en la comunidad.

Fue precisamente en Madrid donde la Complutense dio gran visibilidad a la protesta con un centenar de clases en la calle el pasado noviembre. Ahora la movilización se extiende: el próximo 9 de marzo saldrán a la calle a dar clase más de 400 profesores de las seis universidades públicas madrileñas, a las que se suman docentes e investigadores de la UNED y el CSIC. Rechazan, como en Cataluña, la ley Wert. Es decir, la reforma de las enseñanzas no universitarias que impulsa el ministro de Educación, y también el primer dictamen sobre el futuro de la Universidad elaborado por una comisión de expertos.

La Complutense estará en el distrito de Moncloa, la UNED en el barrio de Lavapiés, la Universidad de Alcalá en Alcalá de Henares…, pero ha fijado espacios comunes en pleno centro para “los profesores más emblemáticos”, explica el profesor Juan Varela, uno de los impulsores de la iniciativa: en la puerta del Sol, la plaza de Ópera, la plaza de España y la plaza Mayor volverán a enseñarse temas de astrofísica, danza, filosofía, teoría política...

Igual que el miércoles pasado, en la plaza del Pan de Talavera de la Reina, dos alumnos de Educación Social —Julia Mora y José Luis Mancebo, ambos de 20 años— explicaban cómo la deuda de España crece y crece porque es la única forma de financiarse cuando las empresas no producen, los bancos no dan crédito, el Banco Central Europeo se niega a prestar y la recaudación por impuestos decrece... “Es la clase de Transformaciones de las relaciones sociales. Nosotros nos hemos preparado las claves económicas para entender lo que está pasando”, explica Julia.

Van pasando las horas y el frío va haciendo mella en la plaza del pueblo. Varios alumnos se marchan discretamente mientras algún paseante se detiene a escuchar y a dar su parecer. Es el caso de Petra Vázquez, de 63 años, que se queja amargamente de que nadie escucha sus protestas. “¿Veis?”, dice el profesor Félix Díaz retomando el hilo de su clase: “Ahora toca recuperarse del golpe, de la sensación de frustración y buscar vías nuevas para hacerse escuchar”. Vías nuevas como, por ejemplo, sacar la Universidad a la calle.

Con información de Ivanna Vallespín y Pilar Álvarez

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Sobre la firma

J. A. Aunión
Reportero de El País Semanal. Especializado en información educativa durante más de una década, también ha trabajado para las secciones de Local-Madrid, Reportajes, Cultura y EL PAÍS_LAB, el equipo del diario dedicado a experimentar con nuevos formatos.

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