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China ultima un vehículo para recorrer el suelo de la Luna

El 'Chang 3', que será lanzado en diciembre, llevará un ‘rover’ de seis ruedas diseñado para funcionar tres meses

Ilustración del módulo chino Chang 3 en el suelo lunar
Ilustración del módulo chino Chang 3 en el suelo lunarDragonspace

Para diciembre de ese año China tiene previsto el lanzamiento de su misión Chang 3 con objetivo la Luna. Será el primer vehículo chino de descenso controlado allí y depositará un rover de seis ruedas y casi 150 kilos, con autonomía para recorrer el suelo lunar en una zona de tres kilómetros cuadrados. Es una misión previa para alcanzar el gran objetivo: ir a la Luna –con un vehículo automático-, recoger muestras allí y traerlas a la Tierra. Será antes de 2020 –el plan oficial habla de 2017- y los ingenieros tienen que desarrollar todas las etapas necesarias (e irlas ensayando), desde el lanzamiento y la puesta en ruta hacia la Luna, el descenso allí, la toma de muestras, el despegue desde el suelo, el regreso y la entrada de la cápsula en la atmósfera terrestre.

El vehículo lunar chino de la misión Chang 3, durante los ensayos.
El vehículo lunar chino de la misión Chang 3, durante los ensayos.Dragonspace

En paralelo a este programa de exploración, Pekín sigue adelante con su programa tripulado y ahora mismo están en órbita, en el módulo prototipo Tiangong1, los tres astronautas chinos que partieron el pasado 11 de junio.

La Chang 3, que ha pasado ya las pruebas en un entorno que imita condiciones lunares, está formada por dos módulos que partirán integrados: el de servicio y el descenso, que lleva dentro el rover, informa space.com. El punto de aterrizaje no se ha determinado oficialmente, pero Sinus Iridium es el lugar favorito de los cuatro preseleccionados.

Los dos módulos de la Chang 3 pesarán entre 3.700 y 3.800 kilos y viajarán unidos hasta colocarse en órbita lunar. Una vez allí se separarán y el módulo de descenso iniciará el recorrido hasta el suelo en una maniobra de varias fases orbitales y de descenso controlado, según explica la web especializada Dragonspace.com. Será, por tanto, una estrategia diferente de la seguida por los últimos vehículos de la NASA que han llegado al suelo de Marte, tres de ellos envueltos en airbag y dando botes hasta detenerse, y el último, el Curiosity, en una complicada y arriesgada maniobra multifase de ingeniería que culminó con el vehículo colgado de una especie de grúa espacial andes de posarse en el cráter Gale. En cualquier caso, los vehículos de la NASA realizaron entrada directa en la atmósfera de Marte, sin pasar por las fases de puesta en órbita allí.

Una vez que llegue al suelo lunar, el módulo chino, de unos 1.200 kilos y con un generador de radioisótopos para proporcionarle energía (como el Curiosity), se desplegará el rover de seis ruedas alimentado por paneles solares. El plan es que el módulo fijo funcione un año y el vehículo rodante, unos tres meses. Este pesará 120 kilos y llevará otros 20 de equipos de científicos y cámaras. Dragonspace.com explica que el rover se desplazará autónomamente, evitando obstáculos, seleccionando las rutas óptimas y eligiendo localizaciones para sus actividades de exploración. Además del radar para sondear el subsuelo lunar y un telescopio óptico, el vehículo llevará un dispositivo para tomar muestras y analizarlas.

Por su descripción, las tecnologías que China aplica en su programa lunar no parece que se sitúen en la vanguardia de la exploración espacial, teniendo en cuenta las operaciones realizadas en el pasado por EE UU y la Unión Soviética. Pero Pekín va muy rápido, quemando etapas sin desvío y sin interrupciones. Al suelo lunar llegaron los astronautas estadounidenses del programa Apolo, hace más de 40 años, y los robots rusos.

El programa lunar chino arrancó oficialmente en 2004 y, en 2007, ya cumplió con éxito la primera misión, la Chang 1. Tres años después, en 2010, llegó el turno de la Chang 2, prácticamente idéntica a la primera, pero con una cámara de mayor resolución. Eran sondas de 2.480 kilos, de 2x1,72x2,2 metros y con paneles solares, que se pusieron en órbita lunar para realizar observaciones y obtener imágenes.

Tras la Chang 3 Pekín enviará, también al suelo lunar, la Chang 4 antes de intentar, con la Chang 5, la recogida de muestras y el regreso a la Tierra. Tal vez después viajen los astronautas al mismo destino.

Mientras tanto, EE UU parece haber dejado de lado la Luna y, con demasiadas dificultades y alto coste para que los humanos viajen a Marte en la próxima década, ha puesto en marcha ya la operación asteroide marcando el objetivo de que sus astronautas alcancen uno de estos objetos del Sistema Solar, aunque sea acercándolo hasta la distancia de la Luna.

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