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“La clave ha sido la indignación”

Los promotores de la movilización estudiantil reciben en Italia con emoción la noticia

Elisa Silió
Fotomontaje de 'erasmus' en Varsovia.
Fotomontaje de 'erasmus' en Varsovia.

En la sobremesa del domingo cuatro estudiantes españoles en la ciudad italiana de Foggia ponían en marcha en Facebook Becas Erasmus 2013-2014, la herramienta que ha servido de frenética guía para movilizar a estudiantes dispersos desde Laponia a Estambul contra el recorte de las ayudas ministeriales a las estancias en el extranjero. Apenas 48 horas después, 15 españoles lloraban y se abrazaban en la misma casa después de que el ministro de Educación, José Ignacio Wert, anunciase que se pagarían las becas. Muchos tenían dinero solo hasta marzo.

 Fueron dos días de mucho trabajo y frustración —cuando el ministro les pidió “sacrificio”—, pero también de euforia y esperanza por los gestos de solidaridad que fueron recibiendo. “Hemos dormido seis horas en dos días. Durante 35 horas seguidas ha habido gente pendiente de la Red. Ha merecido la pena. No nos lo podemos creer”, contaron ayer a EL PAÍS tras comenzar entre aplausos la conversación vía skype. Trabajaban a destajo y comían la comida que sus familias les mandan en cajas desde España para que no gasten. Por suerte, Foggia está en el sur de la bota y la calefacción no ha hecho falta.

Durante dos días los estudiantes se han organizado en una red social

Apenas unas horas antes estos estudiantes confesaban a este diario que no se atrevían a contar a sus familias lo que estaba pasando —preferían que se enterasen por los medios— y preguntaban angustiados y sin mucha convicción si algo podía cambiar. El núcleo duro lo forman tres alumnos de Andalucía —Alex Peñuela (Derecho, Jaén), Germán Fernández (Medicina, Sevilla) y Fernando Orozco (Marketing, Almería)— y uno de la Universidad de Valencia, Iñaki Talens (Educación Física).

'Making off' del vídeo 'Salvemos Erasmus' en Foggia (Italia).
'Making off' del vídeo 'Salvemos Erasmus' en Foggia (Italia).

En estas intensas horas los erasmus de Foggia no han parado de recibir en sus correos electrónicos vídeos de protesta realizados por compañeros españoles desperdigados por toda Europa, desde Turín a Varsovia. En muchos portaban banderas y un lema “Erasmus es Europa”. Turcos, franceses y griegos se solidarizaron también a través de vídeos que han circulado por todas las redes. “La gente se ha indignado tanto como nosotros y esa ha sido la clave. Sin la colaboración del resto, no hubiese servido de nada lo que hemos estado haciendo”, se explican al unísono. Crearon el grupo de Facebook e invitaron a sus conocidos, que a su vez lo reenviaron a los suyos y se pusieron en contacto con las redes europeas de Erasmus. En 12 horas eran 4.000 y cuando el ministro dio marcha atrás a su medida superaban los 9.000 seguidores, tenían en marcha una página web en marcha y una cadena de vídeos en Youtube. No olvidan que no habrá dinero ministerial para los erasmus sin beca general del próximo curso y pretenden seguir protestando. Eso sí, esta primera victoria la han celebrado con la etiqueta en Twitter #erasmuswin.

Becarios de otras nacionalidades

La idea de Foggia la comparte Laura Zornoza, estudiante de Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos (Madrid), que empezó su guerra particular con una carta de protesta abierta en change.org a la que se han sumado más de 200.000 personas. “Mañana [decía por hoy] voy a llevar, como pensaba, las firmas al Ministerio de Educación. No sé si me recibirá alguien, pero hay que seguir”. Laura no ha parado de hablar con medios y coordinarse con los distintos subgrupos, porque la red social inicial se llegó a ramificar por países para movilizar a sus estudiantes en concentraciones locales.

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El germen de la protesta ha calado en muchos. Como en Irene Solís, estudiante de Traducción e Interpretación en la Pablo Olavide. En su casa solo entra un sueldo y han pedido un crédito para que ella siga formándose, así que casi la ofende que el Erasmus se considere un lujo. El año pasado no tuvo beca porque suspendió una única asignatura pero de 9 créditos y este año sí dispondrá de ella. “Expliqué a mis padres que en cuarto de carrera no puedo estudiar interpretación si no tengo dominio del idioma y me entendieron”. Irene seguirá coordinando el grupo indignado de Clermont Ferrand (Francia) y su idea es grabar el vídeo previsto. “Hay que pensar en los próximos. Esto no termina aquí”.

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Sobre la firma

Elisa Silió
Es redactora especializada en educación desde 2013, y en los últimos tiempos se ha centrado en temas universitarios. Antes dedicó su tiempo a la información cultural en Babelia, con foco especial en la literatura infantil.

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