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Los Ángeles veta los cigarrillos electrónicos en sitios públicos

La ciudad sigue los pasos de Nueva York y Chicago y los prohibe en los mismos lugares que el tabaco convencional Los menores de 18 años no podrán comprar estos productos

Carolina García
El ayuntamiento de la ciudad veta el uso y la venta de cigarrillos electrónicos a menores de 18 años.
El ayuntamiento de la ciudad veta el uso y la venta de cigarrillos electrónicos a menores de 18 años.MARIO ANZUONI (REUTERS)

Primero fue Nueva York. Luego fue Chicago. Y ahora le ha tocado el turno a Los Ángeles. Esta ciudad, la segunda más poblada de Estados Unidos, se convirtió ayer martes en la tercera más importante en prohibir los cigarrillos electrónicos, conocidos popularmente como vaporizadores, en los mismos sitios públicos -parques, bares y restaurantes, entre otros- que el tabaco convencional.

El Consejo de la ciudad aprobó por unanimidad, con los 14 votos posibles a favor, y prohibió la venta y el consumo de estos productos en locales permitidos a los menores de 18 años. “Lo que estamos haciendo es algo muy sensible, un acercamiento justo para controlar y proteger a los fumadores pasivos”, explicó Mitch Farrell, miembro del Consejo.

Una vez que el alcalde la de la ciudad, Eric Garcetti, firme la nueva regulación, entrará en vigor en 30 días, informa REUTERS. La medida fue propuesta en diciembre por el Fiscal de la ciudad, Mike Feuer, y otros legisladores debido a la alta demanda y la popularidad que estaban adquiriendo estos cigarrillos.

Bajo la nueva regulación, los cigarrillos electrónicos estarán prohibidos en bares, discotecas, restaurante y áreas al aire libre como parques, playas, mercadillos, zonas recreativas y terrazas. La norma incluye excepciones como permitirlos en sitios donde se puede fumar este tipo de productos y en aquellos que ya se permitía bajo la ley antitabaco de la ciudad. También se podrán usar por exigencias del guión en obras teatrales, películas o similares.

Los cigarrillos electrónicos son un sistema electrónico inhalador destinado a simular y sustituir el consumo de tabaco. Usa una fuente eléctrica para calentar y vaporizar una solución líquida. Este vapor puede liberar nicotina o aromas. Su diseño imita a los cigarrillos y puros.

Mientras que sus defensores aseguran que los cigarrillos electrónicos son la mejor forma de combatir la adicción, sobre todo entre los más jóvenes, y ayuda a dejar de fumar, los investigadores y expertos sanitarios temen que sean igual de dañinos que el tabaco convencional. Incluso, hay polémica entre los propios expertos.

La falta de investigación sobre el impacto en la salud de los cigarrillos electrónicos y la publicación de varios estudios que no son concluyentes sobre si el efecto de la nicotina, por si solo, es malo, ha provocado un debate en el que científicos y médicos no saben cual es la mejor opción. Incluso, la Organización Mundial de la Salud tampoco ha sabido decidirse sobre las consecuencias de usarlos.

"Lo que puedo decir es que con un producto como los cigarrillos electrónicos, lo primero que pensamos es que son malos, hasta que se demuestre lo contrario. Todavía debemos averiguar si son saludables o no", explicaba hace unos meses, Thomas Frieden, director del CDC, en rueda de prensa.

En EE UU, los cigarrillos electrónicos llevan diez años comercializándose y todavía no existe ni una ley federal ni un protocolo de la Agencia Federal de Control de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) que los regule, aunque se ha incrementado mucho su producción por parte de las grandes compañías de tabaco, consiguiendo cifras millonarias por sus ventas cada año.

A nivel federal, aunque está siendo revisada por FDA, su regulación podría tardar. La preocupación mayor son los jóvenes y los distintos sabores de los cigarrillos electrónicos.Las regulaciones en los diferentes Estados que conforman la nación varían desde la prohibición de su venta a menores hasta no permitirlos en aviones o trenes.

En Europa, varios países como Bélgica, Luxemburgo, Malta y Eslovenia, entre otros, han prohibido usarlos en los mismos lugares que el tabaco convencional. También están prohibidos en varios países de América Latina, mientras que en Asia el interés sobre este producto es escaso. Por ejemplo, en China no existe ninguno, país donde se inventaron.

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Sobre la firma

Carolina García
La coordinadora y redactora de Mamas & Papas está especializada en temas de crianza, salud y psicología, y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Es autora de 'Más amor y menos química' (Aguilar) y 'Sesenta y tantos' (Ediciones CEAC). Es licenciada en Psicología, Máster en Psicooncología y Máster en Periodismo de EL PAÍS.

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