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La cooperación exterior española se desploma en caída libre

Diversas organizaciones cifran el recorte en la ayuda al desarrollo para 2012 en 900 millones España se aleja del objetivo del 0,7% del PIB

Preparación de un envío de ayuda humanitaria.
Preparación de un envío de ayuda humanitaria.ÁNGEL SÁNCHEZ

Malos tiempos para la generosidad. Un estudio realizado por la consultora Seek Development calcula que la ayuda oficial al desarrollo (AOD) española caerá este año en, al menos, 900 millones (un 20%), bajando del 0,4% del PIB al que se quedó tras los recortes de 2010 y 2011. Con ello, el objetivo de alcanzar el 0,7% en 2015 que anunció el Gobierno socialista es “muy improbable”.

Verónica Hernández, portavoz de Intermón Oxfam, cree que el recorte decidido a finales de año se va a consolidar en este, y que el impacto final podría ser aún mayor. Esta ONG calcula que la AOD será para 2012 de menos de 3.200 millones, frente a los más de 4.000 presupuestados a comienzos del año pasado. Ello dejaría la ayuda en menos del 0,3% del PIB. “La reducción en los 20 meses desde mayo de 2010 cuando empezaron los recortes ha sido del 40%”, señala Hernández.

La Coordinadora de ONG para el Desarrollo (Congde) coincide, y calcula que a los mil millones menos del año pasado, el actual Gobierno le aplicará otro recorte de unos mil millones este. “Y a ello hay que sumar la reducción de las comunidades y los ayuntamientos, que también es ayuda”, dice una portavoz. El Gobierno no ha hecho un anuncio al respecto, pero el recorte en más de mil millones previsto para el Ministerio de Exteriores (un 40% del presupuesto) va en esa línea, se temen las ONG.

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La publicación del informe de Seek Development se produce en vísperas de la llegada a España de Bill Gates, quien tiene previsto entrevistarse hoy con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. El fundador de Microsoft, segunda fortuna del mundo en 2011 según la revista Forbes, está volcado en la labor filantrópica que realiza la fundación que lleva su nombre y el de su esposa, Melinda. Su mensaje es que los países ricos no deben disminuir su ayuda pese a la crisis, y así lo ha repetido en las últimas cumbres económicas mundiales, como el Foro de Davos o la reunión del G-20.

Algunos gobiernos parece que están de acuerdo. Como recuerda la portavoz de Intermón-Oxfam, Francia, Alemania, Reino Unido e incluso Portugal han mantenido o aumentado su ayuda al desarrollo, aunque solo sea porque es parte esencial de su política exterior. Este es el mensaje propugnado por Gates desde hace meses en los foros internacionales, y podría ser el que dirija al nuevo Ejecutivo español. Para reforzar dicha petición, algunas ONG han convocado para hoy a mediodía una concentración en la plaza Mayor de Madrid. Pretenden mostrar al Ejecutivo que los ciudadanos sí consideran importante mantener la ayuda a los más pobres a pesar de la crisis. Esta misma idea fue refrendada ayer mismo por una encuesta de la Fundación Bill y Melinda Gates y Unicef España que afirma que “el 74% de los adultos siguen apoyando la ayuda destinada por España al desarrollo” y un 51% pone en el 0,7% del PIB su objetivo.

Bill Gates defiende que las aportaciones no pueden detenerse

El informe de Seek Development (consultora que recibe financiación de la Fundación Gates, entre otros donantes) centra en dos áreas los esfuerzos de la ayuda española: la salud y la agricultura (como vía para desarrollar áreas rurales). Y en ambas prevé importantes recortes, aparte de los que ya se arrastran desde el año 2009, cuando el importe destinado a cooperación llegó a su máximo histórico: el 0,49% del PIB.

Respecto a la ayuda destinada a programas sanitarios, el informe indica que en 2009 se alcanzó un máximo de 500 millones, y que en 2011 descendió a 225 millones, lo que supone una caída del 55%. Estos datos ya fueron denunciados por la organización ISGlobal, que destacó que, si se miden las aportaciones a grandes organismos internacionales (Fondo Mundial contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria; Organización Mundial de la Salud, OMS; Alianza Mundial por las Vacunas y la Inmunización, GAVI; o la Iniciativa para el Desarrollo de Fármacos para Enfermedades Olvidadas, DNDi), la rebaja fue aún mayor: de 259,3 a 45 millones (un 83%).

Precisamente, la consultora destaca el caso del Fondo Mundial contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, con el que España ha pasado de ser uno de los mayores donantes (213 millones de dólares, unos 190 millones de euros) en 2009, a entregar la mitad de los 250 millones de dólares (190 millones de euros) prometidos en 2010 y dejar las aportaciones congeladas desde entonces.

Los organismos internacionales son los más afectados 
Ayuda española en cooperación.
Ayuda española en cooperación.

Lo mismo ha sucedido con otros grandes proyectos, como la Iniciativa para la Erradicación Mundial de la Polio, a la que se donaron 11 millones de euros para el periodo 2003-2011, pero no hay nuevos anuncios. Y justo ahora es cuando se está más cerca de lograr que desaparezca la enfermedad, porque uno de los grandes países endémicos, India, ha conseguido erradicarla, y quedan solo focos estables en Pakistán, Afganistán y Nigeria.

Respecto a la agricultura, el estudio destaca que se convirtió en una prioridad cuando la crisis alimentaria de 2007-2008, y que los fondos españoles alcanzaron su máximo (453 millones de euros, el 9,5% de la AOD) en 2009. La partida no se ha librado de los recortes. En 2011 las aportaciones cayeron hasta los 146 millones de euros, lo que representa un descenso del 68%.

Igual que en la sanidad, el informe detalla qué áreas han sido potenciadas por la ayuda en agricultura (que es tanto como decir en alimentación): acceso a una comida digna, investigación y agricultura sostenible. Entre las grandes organizaciones internacionales, destaca los 70 millones donados a la Alianza Global para la Agricultura, Seguridad Alimentaria y Nutrición (GPAFS por sus siglas en inglés), que se reactivó en 2009 a instancias de la FAO.

Francia, Reino Unido e incluso Portugal aumentan las donaciones

El informe es un documento de trabajo, destinado a que las organizaciones internacionales conozcan los puntos fuertes y débiles de cada país a la hora de pedirles cooperación e involucrarlos en proyectos. Por eso, uno de los aspectos que analiza, aparte de las cifras, es el tipo de ayuda que se ha ofrecido. Una de las conclusiones más destacadas es que casi el 31% de la ayuda española está canalizada a través de organizaciones multilaterales, frente al 16% de la media de la UE. “Este sistema permitió aumentar mucho la ayuda sin incrementar los gastos de personal”, dice el informe, ya que se trataba —simplificando— de donar dinero a instituciones que se encargaban de decidir dónde y en qué gastarlo. Era, por tanto, una ayuda más inespecífica y de la que se controlaba poco, ya que se basa en la credibilidad de las instituciones, pero que permitió el espectacular crecimiento de las cantidades, que pasaron de representar el 0,24% del PIB en 2004 a más del doble en 2009. La contrapartida es que también resulta, por eso mismo, el tipo de ayuda donde es más fácil recortar. Si en el campo de la salud este tipo de financiación ha caído un 83% en dos años, en su conjunto la rebaja desde 2008 ha sido del 72%, destaca el informe.

Los campos de interés de la ayuda española son muy variados. La primera partida es la agricultura (un 11,7% del total). La sanidad se lleva el 5,7%, la educación el 8,3%, las infraestructuras el 9,2%, la refinanciación o quita de la deuda, el 9,9%, y el apoyo a los Gobiernos y a la sociedad civil el 10,7%, entre las que más dinero han recibido. En cambio, las aportaciones directas a los países sin una dedicación específica —algo que los países rehúyen ya que se pierde el control sobre el uso de la ayuda— es de solo el 0,6% del total.

Otro aspecto que destaca el informe es quién recibe la ayuda. España ha definido 50 países prioritarios (básicamente de Latinoamérica, por los vínculos culturales e históricos, y de Norte de África, por razones de vecindad y por ser origen de inmigración). Y, dentro de ellos, los divide en tres grupos de peor a mejor: A, B y C en función del tipo de ayuda y los ingresos de los países (el noreste de África es casi todo A, junto a Centroamérica, Ecuador, Perú, Bolivia y Paraguay). El resto de Latinoamérica es casi todo C. Hay también alguno en Asia (Vietnam, Filipinas, Camboya y uno de los que más dinero recibe: la Autoridad Palestina).

El 74% de los españoles pide mantener la ayuda, según una encuesta

Las prioridades españolas quedan reflejadas en la lista de los 10 países que más han recibido entre 2008 y 2010: Marruecos, Nicaragua, Perú, Túnez, Colombia, El Salvador, Palestina, Haití, Turquía y Guatemala.

Pero que haya 50 países prioritarios no quita para que otros se beneficien de las ayudas. En total, hasta 117 naciones recibieron AOD española en 2010. Esta es una de las debilidades del sistema, afirma la ONG ISGlobal, que ante los inevitables recortes cree que lo mejor sería concentrar los esfuerzos.

El trabajo apunta a que el nuevo Gobierno probablemente optará por un cambio en este sentido, y concentrará los esfuerzos en Latinoamérica.

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